El debate sobre las finanzas públicas. a favor

¿Como si todo fuera normal?

ENRIC MARÍN

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La prórroga de los presupuestos de la Generalitat era un hecho desde el momento en que se supo que el techo de déficit impuesto por el Gobierno central a Catalunya era del 1,58%. El reparto del margen de déficit entre el Gobierno central y las autonomías es injusto e irracional. Y eso afecta de manera particularmente sangrienta a las autonomías del arco mediterráneo: Valencia, Baleares y Catalunya.

En el criterio seguido por el ministro de Hacienda,CristóbalMontoro,han tenido más peso los apriorismos ideológicos y la presión de los barones territoriales del PP que las razones de estricta racionalidad económica. El resultado de esta insensata política tiene dos dimensiones. Por un lado, fuerza a los gobiernos autonómicos a intensificar los recortes sociales, y por otro genera asfixia en el principal motor de la economía peninsular: el citado arco mediterráneo. Es antisocial y antieconómico.

La autonomía catalana sufre asfixia económica. No tiene liquidez, ni capacidad de financiación en los mercados. Está en manos del Gobierno central vía FLA (Fondo de Liquidez Autonómico). En términos económicos, los márgenes de autonomía del Govern se han reducido a cero. Y sin autonomía financiera el autogobierno es más apariencia que realidad.

Ante esta situación, hay quienes hacen la propuesta irreal de hacer unos presupuestos prescindiendo del límite de déficit impuesto por Madrid. Parecen ignorar que la Generalitat no tiene el más mínimo margen de maniobra financiero para hacer nada parecido. Otros, invocando razones de transparencia, exigen que se presenten y se discutan los presupuestos en las condiciones dadas. Estos se encuentran más cómodos haciendo ver que todo es más o menos normal y parecen ignorar las nefastas consecuencias sociales y económicas de las políticas impuestas por el Gobierno deMarianoRajoy. Precisamente por razones de transparencia democrática, la sociedad catalana necesita saber qué responsabilidades tiene el Gobierno central y cuál es la situación real del autogobierno catalán. Desde esta perspectiva, la prórroga presupuestaria es el mal menor.