VIDA ARTIFICIAL

Películas de robots: más que latón

'Pacific Rim: Insurrección' es el último filme sobre robots. Repasamos algunos que lo precedieron

`Pacific Rim: Insurrección¿, película sobre robots.

`Pacific Rim: Insurrección¿, película sobre robots. / periodico

Nando Salvà

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Resulta inevitable que, a medida que los avances tecnológicos hacen que nuestra realidad se parezca cada vez más a la ciencia ficción, crezca nuestro interés por androides e inteligencias artificiales y, con él, la presencia de estos en la cartelera. A decir verdad, sin embargo, el cine lleva prácticamente toda su vida obsesionado por los robots

Desde que Fritz Lang puso a un robot llamado Maria en el centro de su obra maestra 'Metrópolis' (1927), los cineastas los han utilizado para representar los peligros que conlleva utilizar la cibernética para emular al doctor Frankenstein -'Robocop' (1987)- o advertir de cómo nuestro afán militarista se volverá en contra nuestra -'Ultimátum a la Tierra' (1951)-.

UNA AMENAZA INIMAGINABLE

Pero también han figurado como un arma esencial en la supervivencia misma de la humanidad. Si en 'Pacific Rim' (2013) el director Guillermo del Toro se sirvió de robots gigantes pilotados por humanos para derrotar a una tropa de enormes criaturas abisales, ahora la secuela 'Pacific Rim: Insurrección' enfrenta a esos Jaegers -así se llaman las descomunales máquinas- a una amenaza aún más inimaginable.

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Está por ver si alguno de los humanoides de la nueva película resulta ser tan inolvidable como sus más ilustres antecesores cinematográficos. Algunos de ellos, como R2-D2 y C3PO en 'Star wars', han mostrado una fidelidad inquebrantable a sus dueños humanos; otros, en cambio, decidieron rebelarse, como el aterrador pistolero a quien Yul Brynner encarnó en 'Almas de metal' (1973) o el replicante Roy Batty de 'Blade runner' (1982), que además vio cosas que nosotros no creeríamos.

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Hay cíborgs como el T-800 al que Arnold Schwarzenegger encarnó en la saga 'Terminator', dotados de una capacidad única para transformarse de villanos a héroes sin dejar de pronunciar frases con vocación de meme como "Sayonara, baby", y chatarras andantes como Optimus Prime en las cinco entregas de 'Transformers', que se convierten en coches de carreras en cuestión de segundos y pronuncian discursos muy largos y aburridos. 

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Hay robots capaces de disfrutar con las películas de Barbra Streisand y hasta de enamorarse, como el héroe titular de 'Wall-E' (2008), y otros que, como el Hombre de hojalata en 'El mago de Oz' (1939), buscan desesperadamente un corazón. Pero ¿qué pasará si un día dejan de querer parecerse a los humanos y, como le sucedía a HAL-9000 en '2001, una odisea del espacio' (1968), deciden que son mejores que nosotros? Quizá, igual que en 'Matrix' (1999), nos conviertan en sus esclavos y nos usen a modo de pilas alcalinas.

Hasta que ese día llegue, dejemos que los robots nos sigan entreteniendo con sus películas. 

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