LA CUENTA ATRÁS DEL FESTIVAL DE MÚSICAS AVANZADAS

Nathy Peluso, una voz omnívora en el Sónar

La artista de origen argentino, ahora instalada en Barcelona, visita el Sónar para presentar su fusión de rap, neo-soul y otras hierbas

Nathy Pelusa, fotografiada en Barcelona

Nathy Pelusa, fotografiada en Barcelona / periodico

Juan Manuel Freire

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Tras sorprender con los temas de 'Esmeralda', la argentina Nathy Peluso ha revelado en el 'epé' 'La sandunguera' la verdadera magnitud de sus posibilidades, surfeando por estados de ánimo y estilos (rap, jazz, neo-soul, baladismo) con seguridad casi impertinente. "Para mí es un poco como comer", nos explica. "¿Quién come solo carne, o solo arroz, o solo sopa, o solo pasta? Me parece respetable que alguien trate solo un género. Está en su río y se queda ahí. Pero mi río es la música".

Donde decíamos 'surfeando' quizá deberíamos decir 'buceando', porque lo suyo no es superficial, sino profundo. El producto de un interés por la música absolutamente pasional. "Yo, a veces, me junto a hablar de música y parezco ignorante, aunque a veces sepa mucho más que cualquiera de los que están conmigo. Hablo de ella de manera emocional y a veces eso es mucho más importante que lo teórico. Así aprendo yo de la música y así estudio música".

Aguilera en bucle

Peluso no es, artísticamente hablando, una hija de la red. Recuerda que de pequeña, cuando todavía viviendo en Argentina, su familia no tenía dinero ni ordenador. Solo podía otear internet alrededor de una hora a la semana. "Mi madre me llevaba a un locutorio y yo me ponía en 'repeat' el mismo vídeo de Christina Aguilera, el de 'solamente tú-u/ acércate a ver-me' [canta afinando a la perfección]. Lo veía como cincuenta veces y me volvía a mi casa".

Su verdadera base está en la discoteca familiar, en la que había "mucho rock argentino, Frank Sinatra, Luis Miguel, música brasileña, folclore de nuestro país… Por eso estoy siempre tan anticuada. Yo no me entero de nada. No soy de explorar Youtube. Yo prefiero agarrar la colección de vinilos de mi novio; me gusta conocer la música de otro modo".

Ese G.R.A.N. descubrimiento

Entre los 9 años (poco antes de mudarse a España) y los 16, Peluso formó parte de un coro clásico, algo que le ayudó a educar su voz. Es ya entrada en la adolescencia cuando, a través del reggae, descubre el rap: "No sé cómo derivé de un género a otro, pero pasó. En concreto salté a The Notorious B.I.G., que fue como mi padre en el hip hop. Aprendí de él casi inconscientemente. Nunca me propuse rapear. Y de repente, un día estaba rapeando. Además, muy bien. Era una máquina. La falsa modestia yo la dejo en otro lugar", dice con total seriedad. Sin tonterías.

Peluso se pagó la carrera (teatro físico en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid) cantando, menos que rapeando, en hoteles y bares ("cosas jazzy, swing, para los ingleses"). Finalmente, casi para su sorpresa, pudo dejar el trabajo más o menos alimenticio y dedicarse solo a su propia historia, que tiene su volumen más brillante hasta la fecha en 'La sandunguera'.

Ahora mismo trabaja en un álbum en su nueva ciudad, Barcelona, donde tiene a la banda que suele acompañarle (el sábado, día 16, en SonarXS, actuará con 'dj'). "Ha sido un gran cambio. Amo Madrid, pero me estaba agotando porque hay mucho estrés. Barcelona es muy interesante también, muy importante, pero tiene otra energía".