FESTIVAL

¿Recuerdas a La Pajarraca? Los momentazos de los 25 años del Sónar

Estas son algunas de las escenas y estrategias que han marcado la evolución de la muestra desde su creación en 1994

Un concierto en el Sónar de Noche.

Un concierto en el Sónar de Noche. / periodico

Nando Cruz

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Hace un cuarto de siglo, y con 17 de los 36 millones de pesetas de presupuesto aportados por la SGAE, nacía un festival, entonces de músicas avanzadas y arte multimedia, que transformaría para siempre el perfil cultural de Barcelona. Estas son algunas de las escenas y estrategias que han marcado su evolución año tras año.

1994

El festival nace con una noche ambient. El alemán Atom Heart actúa de rodillas en el escenario de Apolo. Parte del poco público, se tumba en el suelo. Alguno se queda frito. “Esto no es new age. Esto es la nueva era”, advierte el catálogo.


1995

El inglés Scanner deja boquiabierto al público del CCCB al incorporar a sus paisajes ruidistas fragmentos de programas radiofónicos del dial barcelonés y de conversaciones de la policía que capta con sus sensores.


1996

Primer llenazo con el japonés Ken Ishii. La carpa del Poble Espanyol gotea sudor, pero en el chill out diurno se suda más. El sillón de plástico hinchable es la nueva imagen del festival e icono del plan ‘echar la siesta mientras pincha el dj’. Sónar inventa el contador de público por días y ya suman 18.000 personas.


1997

La avalancha de gente para ver a Daft Punk colapsa el Pavelló de la Mar Bella, el tercer recinto que estrena Sónar para su oferta nocturna en solo cuatro años.


1998

Telefónica patrocina un espacio llamado Sonar Online: está pensado para ver conciertos por internet y conectarse a una cosa llamada chat. El festival invita a los abuelos Kraftwerk y sintoniza con el futuro mediante la conferencia '¿Cómo se puede almacenar la música y los sonidos para una reconstrucción futura?'.


1999

Nuevos horizontes. El alcalde Joan Clos se pasea por el CCCB, Mika Vainio pincha country y rockabilly y el discjockey Roger Sánchez afirma que desearía remezclar al salsero Marc Anthony. Rozando ya los 40.000 espectadores.


2000

Las gemelas con poderes telequinésicos y las abuelas que aguantaban horas sin respirar dieron mucho que hablar. Pero la pareja del año la formaron Ángel Molina y Óscar Mulero, aliados como primeros discjockeys estrella españoles.


2001

Sónar de Noche se traslada al Polígono Pedrosa de L’Hospitalet, inmensa nave cuyo primer icono no es Jeff Mills sino ese pasillo donde las frecuencias graves ejercen de cortafuegos sonoro. Muchos echan horas allí. Otros, en la rave anti-Sónar que nace en el exterior del recinto y que también crecerá año tras año.


2002

Sónar inicia su expansión mundial con ediciones en Tokio, Lisboa, Londres... Cuando al locutor inglés John Peel le entregan su acreditación con la cara de Maradona (imagen del festival y artífice de la eliminación de Inglaterra en el Mundial 86), la tacha y escribe: ‘Fuck you!’. Nuevo récord: 91.000 personas.


2003

Björk dispara la venta anticipada como nunca y Matthew Herbert debe hacer un segundo pase con su big band en el Auditori porque más gente quiere ver cómo rinde homenaje al viejo jazz mientras trocea un ejemplar del diario ABC y convierte ese sonido en ritmo. ¡Qué tiempos! Ese concierto costaba 12 euros.


2004

¡Pinchazo! Por primera vez en su historia, la asistencia de público decrece. El festival encarga un estudio del impacto económico de Sónar en la ciudad. Muchos festivales copiarán la idea persiguiendo subvenciones y fomentando la idea de que la cultura es buena porque aporta dinero… a hoteles y restaurantes.


2005

¡Remontada! Con la dupla The Chemical Brothers + Jeff Mills, Sónar bate el récord de público en una noche: 22.000 personas. Al día siguiente, los raperos De La Soul invitan a un amigo a cantar unos temillas. Se llama Kanye West.


2006

Petardeo y exquisitez. Esos tales White Diet programados el viernes por la tarde son, en realidad, Scissor Sisters. Y su antítesis, el encuentro entre el alemán Alva Noto y el japonés Ryuichi Sakamoto. La presencia de guiris en el festival ya es masiva. Se nota en los conciertos y por las calles cazando taxis.


2007

El reggaeton entra en Sónar de la mano de Calle 13. Beastie Boys debutan en Barcelona dos décadas después de ‘Licensed to ill’ y no ofrecen un concierto decepcionante sino dos.


2008

Ahora que tanto se celebra que Amaia haya saltado de Eurovisión al Primavera Sound, cabe recordar que La Pajarraca (extravagante imagen de ese año) hizo un vuelo similar: presentándose a Eurovisión y fracasando estrepitosamente. Eso sí, la entrevistó Rafaella Carrá. “Estoy harta de tanto bombo”, confesó.


2009

Nace Sónar Kids con más 5.000 espectadores.


2010

Un potente foco ilumina el cielo y se ve desde todos los barrios de Barcelona. Es el japonés Ryoji Ikeda desde el Teatre Grec. Tranquilos, en el aeropuerto de El Prat están avisados.


2011

En pleno 15-M, el festival es una burbuja de ocio y negocios. La feria Sónar-Pro, con apoyo del departamento de promoción económica del ayuntamiento, la imaginación del grupo de tecnología musical de la Universitat Pompeu Fabra y el interés de Google, Spotify, Youtube y otras multinacionales, gana entidad.


2012

El discjockey Richie Hawtin ofrece una sesión en el mercat de la Boqueria.


2013

Sónar de Día se muda al recinto Fira Montjuïc y nace Sónar+D en pos del nuevo objetivo: convertir Barcelona en capital de la cultura tecnológica. El 53% del público ya es extranjero. Skrillex llega para rejuvenecer la media de edad.


2014

La discoteca Despacio, el obelisco de leds de Richie Hawtin y la monumental instalación de Carsten Nicolai hacen añicos el viejo concepto de escenario.


2015

Niño de Elche entra como elefante anarquista en una cacharrería moderna y entre cantes tóxicos y bombos indignados monta una rave en la que Carrero Blanco sale volando y el público recupera la fe en una cultura politizada.


2016

La paradoja máxima: el colectivo Underground Resistance, padres del techno de Detroit político y anticomercial, actúa en un Sónar de Día infestado ya de stands desde los que los patrocinadores intentan captar nuevos públicos.


2017

Bejo, Dellafuente, C. Tangana, Kinder Malo & Pimp Flaco, Yung Beef, Bad Gyal… La joven escena estatal de las músicas urbanas entra en tromba.

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