Carol López: «Somos una sociedad que se droga»

La directora estrena en la Sala Beckett 'L'efecte', de la joven autora británica Lucy Prebble, en una producción de Sixto Paz

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IMMA FERNÁNDEZ / BARCELONA

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Tras triunfar en Madrid con Hermanas y El viaje a ninguna parte, vuelve a casa con L'efecte, una producción de Sitxo Paz con Pau Roca, Nausicaa Bonnín, Paul Berrondo y Montse Germán. La historia de dos jóvenes que se ofrecen voluntarios para probar un fármaco antidepresivo. La química alterará también sus libidos.

-¿Qué le atrapó de la obra?-Es un texto interesante que plantea preguntas que el teatro no suele hacerse. Habla de la depresión y también juega con el amor. Un drama con pátina de comedia romántica.

-Frente a la depresión, ¿pastillas o terapia?-Por suerte no me ha pasado. Creo en las dos cosas. Yo parí con química, me pedí la epidural. Al dolor prefiero ponerle remedio. Pero en el caso de la mente, no sé qué haría.

-¿Abusamos de las pastillas?

-Somos una sociedad que se droga. Desde el tabaco al alcohol y la medicación. Yo no tomo nada pero hay muchos que  toman  pastillas para dormir, ansiolíticos... Muchos colegas que ante un estreno están histéricos y se toman cosas. Vamos a lo fácil cuando se debería afrontar el problema. Es la dualidad que plantean los dos doctores de la obra: él es partidario de medicar, y ella, de analizar el problema.

-En Gran Bretaña han tachado de provocador el montaje por sus desnudos y escenas. 

-Hay un polvo, pero dirigido por mí no se ve ni una teta. En mi montaje no se ve nada.

-¿El amor es química?

-De entrada sí, luego con los años yo hablaría más de equipo; formas un equipo. El amor es ciego, pero yo llevo las gafas ya bien graduadas.

-Ha tardado en volver a Barcelona. ¿Falta de ofertas?

-Ni me llegaron ni propuse. En el 2012 hice Cosi FUN tutte, en el Liceuy Res no tornarà a ser com abans, que en mayo adaptaré para una tvmovie de TV-3. Y me fui a Madrid.

-A triunfar con El viaje a ninguna parte. ¿Vendrá aquí?-No, y me da muchísima pena. Ha sido lo más bonito que he hecho. Era maravillosa, con la gente de pie en todas las funciones.

-¿La escena madrileña nos ha tomado la delantera?

-Sí, ahora se está haciendo un teatro muy interesante. Aquí nos estamos aburguesando. Madrid es un ciudad superviva, efervescente y sin complejos. Con un público sin complejos que se pone de pie y se entusiasma igual con una comedia de brocha gorda que con una obra en el off. Aquí hay un poco de elitismo, eso de decir «me he reído» con cierto desdén.

-¿Cómo ha llevado la cuestión política en la capital?-A mí me dejan bastante en paz. Algunos entienden lo de la independencia y otros no. Llevo peor lo de ser culé que lo de ser catalana.