ADIÓS AL PATRIARCA DE UNA SAGA MUSICAL

Joe Jackson: el hombre que vivía de sus hijos

Boxeador en su juventud y músico frustrado, el padre del rey del pop, fallecido esta semana a los 89 años, dedicó su vida a intentar enriquecerse a costa de sus talentosos hijos

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Ramón de España

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Joseph Jackson (Fountain Hill, Arkansas, 1928) nos dejó el pasado miércoles, 27 de junio, en Las Vegas, donde residía desde hace unos cuantos años, retirado ya de su lucrativa carrera de explotador de menores de su propia familia: primero los fabricaba y luego hacía todo lo posible para vivir a su costa. Llevaba años hecho polvo –embolias, ataques al corazón, inicios de demencia senil–, pero nadie podía negarle que, como Sinatra, había hecho las cosas a su manera. Las desgracias que pudieran sufrir por el camino sus queridos hijos no eran para él más que gajes del oficio. Ya dijo en cierta ocasión que, si no llega a ser tan duro con todos ellos, nunca habrían llegado a nada, aunque se olvidó de añadir que él tampoco.

Como todos aquellos que aspiran a realizarse de manera vicaria gracias al talento ajeno, el bueno de Joseph malgastó su juventud como boxeador, primero, y como guitarrista, luego, de un grupo llamado The Falcons que nunca probó las mieles del éxito. Dedicado al trabajo con grúas para llegar a final de mes y casado con la fiel Katharine –a la que él premió poniéndole los cuernos desde el principio hasta que ya no estaba para sopas–, Joe localizó una mina de oro en su propio hogar, al percatarse de que sus 11 hijos tenían más talento que él y que, convenientemente dirigidos, podían sacar de pobres a toda la familia, que por esa época sobrevivía en la poco estimulante localidad de Gary, Indiana. 

Representante

A él le debemos el nacimiento de The Jackson Five, grupo formado a finales de los 60 con cinco de sus retoños, Jackie, Jermaine, Marlon, Tito y Michael, posteriormente conocido como el rey del pop. Alguna habilidad debía tener el señor Jackson, ya que en 1970 logró que sus chavales fuesen fichados por el prestigioso sello de música negra Tamla Motown. Evidentemente, él mismo se adjudicó el papel de representante, asegurándose de que los cinco hermanos Jackson tuviesen una infancia y una adolescencia de pesadilla, en la que fueron tratados a patadas por su augusto progenitor con la intención de que la disciplina los catapultara hacia la fama, como así sucedió.

Se dio cuenta enseguida de que Michael iba a ser su pasaporte hacia
un futuro más que desahogado

En un momento u otro de su vida, todos los componentes de The Jackson Five han puesto a su padre de chupa de dómine, y parece que no les faltaban motivos. Fracasar no era una opción para los chavales. Papá ya la había cagado lo suficiente en su, digamos, carrera en el ring y en los escenarios como para que la familia Jackson se pudiese permitir una nueva generación de 'losers'. Los hermanos Jackson estaban, pues, condenados a triunfar o a morir en el intento.

Terapia prusiana

De todos ellos, como todos sabemos, Michael fue el que más éxito alcanzó y también el que salió más dañado de la terapia prusiana hacia la gloria puesta en práctica por el cabeza de familia. A Michael, directamente, no se le permitió tener una infancia. Su padre se dio cuenta de que había fabricado a un tipo con talento que sería su pasaporte hacia un futuro más que desahogado, pero ese talento sería lo que lo acabaría convirtiendo en ese pobre infeliz trufado de millones, abducido por la cirugía plástica, obcecado por ser blanco y maldito por una sexualidad enferma que le trajo no pocos problemas, de esos que en Estados Unidos se solucionan llenando de dinero a las víctimas de cada nuevo estropicio moral.

Sopapos y castigos

Joe Jackson fue el mánager de Michael hasta 1979, año en que éste decide despedirlo porque empieza a ganar dinero a espuertas y no quiere compartirlo con un tipo que le aterrorizaba en su infancia y del que se llevó más sopapos y castigos de los que nunca merecería un chaval de su edad. Sus hermanas Janet y La Toya no tardarían mucho más en quitarse de encima al gorrón de su progenitor.

En sus entrevistas también dibujaron el retrato de un indeseable que se había propuesto vivir de sus hijos toda la vida. Pese a ello, en el año 2002, Joe Jackson entró a formar parte, como representante de postín, del Rock and Roll Hall of Fame, institución que reconoce el talento de los mejores y a la que cada año se suman nuevas figuras.

Cuando Michael Jackson murió en el 2009 tras caerse de la nube de Propofol en la que vivía instalado tan ricamente, el padre de familia ejemplar se topó con una desagradable sorpresa: el rey del pop lo había desheredado. Consecuentemente, durante el funeral del músico, su padre despachó al difunto con cuatro frases hechas y se dedicó a alabar a un desconocido grupo de hip hop al que él personalmente pensaba conducir hacia el estrellato. Genio y figura, etc.