CRISIS EN GRECIA

Los rebeldes de Syriza no logran alianzas para formar Gobierno

Tsipras (izquierda) recibe un regalo del arzobispo Anastasios de Albania, en su encuentro en Atenas, este martes.

Tsipras (izquierda) recibe un regalo del arzobispo Anastasios de Albania, en su encuentro en Atenas, este martes.

CLARA PALMA HERMANN / ATENAS

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Los comicios podrán retrasarse, pero son ya inevitables: el mandato de formar Gobierno -en manos en estos momentos de Unidad Popular, la escisión de Syriza- expira este jueves. Al igual que el líder de Nueva Democracia, el presidente del recién constituido grupo parlamentario, Panayotis Lafazanis, ha decidido agotar esos tres días de plazo. Pero las reuniones que ha mantenido con el resto de fuerzas políticas se han demostrado infructuosas, tal y como los implicados ya habían reconocido de antemano.

Este jueves, el reglamento prevé que el presidente de la República haga un último intento de conciliación, convocando a todos los líderes políticos a una reunión a la que Syriza ya ha anunciado que no acudirá, por considerarla inútil.

Tras esta formalidad, el siguiente paso será el nombramiento de un Gabinete interino de carácter técnico -en el momento de su dimisión, el primer ministro, Alexis Tsipras, había pedido que se constituyera de inmediato-. Está previsto que los miembros de este Ejecutivo de transición, que estará dirigido por la presidenta del Tribunal Supremo, Vasilikí Thanou, juren sus cargos el viernes. A continuación, se procederá a disolver el Parlamento y a anunciar la fecha de las elecciones -probablemente, el 20 de septiembre-.

La convocatoria supondrá el pistoletazo de salida para la campaña, aunque la mayoría de los partidos han comenzado ya a anunciar los primeros mítines. Syriza, por el contrario, va con retraso. En vista de la necesidad de reestructurar la formación tras el cisma interno, el próximo fin de semana tendrá lugar un encuentro en el que participarán diputados, miembros del comité central y representantes regionales, con el fin de comenzar a elaborar el programa y a establecer los criterios para la constitución de las listas.

El objetivo que se marca Syriza, según han asegurado diferentes cargos, es la mayoría absoluta. «La meta es que el pueblo griego juzgue si luchamos de la forma correcta en las duras negociaciones de los últimos meses», dijo Tsipras el lunes en una reunión del secretariado político.

SIN SONDEOS

Todavía no se cuenta con encuestas fiables -las primeras serán publicadas por la prensa griega el próximo fin de semana-. Pero según han explicado a este diario fuentes que han tenido acceso a las investigaciones de las compañías de sondeos, todo apunta a que Syriza no sufrirá grandes pérdidas. No obstante, tampoco alcanzará la mayoría absoluta, algo para lo que el umbral será además más elevado al entrar nuevos partidos en la Cámara.

Está previsto que el grupo rebelde de Syriza -que aboga por una cancelación inmediata del último rescate- entre en el Parlamento, aunque con un margen estrecho. «Irán muy justos», explica a EL PERIÓDICO Costas Pieridis, sociólogo experto en comportamiento electoral. «A mi juicio, los votantes del nuevo partido serán, por una parte, los desencantados de Syriza, a los que se unirán también algunos del Partido Comunista en desacuerdo con la postura abstencionista que este tuvo en el referéndum. Por último, también les votarán personas de distintas ideologías que defienden una vuelta al dracma», estima el analista, que en cualquier caso cuenta con una abstención récord.

«La gente se siente cansada y desilusionada con lo que ha pasado en los últimos meses. Pero la situación aún puede dar un giro de última hora, es imposible prever cuál va a ser el resultado final», concluye.

TEMAS