CRISIS POLÍTICA EN ALEMANIA

Los jóvenes del SPD se rebelan contra el acuerdo de gobierno en Alemania

Los 'jusos' lanzan una polémica campaña para afiliar críticos al partido que permiten bloquear la reedición de la Gran Coalición

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Carles Planas Bou

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Alemania tiene un acuerdo sobre la mesa pero eso no significa que ese Gobierno ya sea una realidad. Cuatro meses y medio después de que se celebrasen las elecciones federales, el país deberá esperar un poco más para saber si se reedita la Gran Coalición entre la unión conservadora que preside Angela Merkel (CDU-CSU) y los socialdemócratas de Martin Schulz (SPD). El último escollo serán las bases izquierdistas de los socialdemócratas y nada apunta a un desenlace claro.

Como ya ha hecho en los últimos años, todo acuerdo de gobierno pactado por la directiva del SPD debe ser ratificada por sus miembros para empezar a caminar. Así, los 463.723 militantes del partido deberán aprobar o censurar el acuerdo con Merkel mediante el voto postal en un plazo que empieza el 20 de febrero y que termina el 2 de marzo. La decisión revelada el 4 de marzo será vinculante, pero este año convencer a una mayoría será otra tarea titánica para Schulz.

En frente, la cúpula socialdemócrata se ha encontrado con la creciente protesta de las juventudes del partido, conocidas como 'jusos'. Para tratar de frenar a toda costa el pacto con Merkel, la sección juvenil del partido ha iniciado una controvertida campaña, pidiendo a votantes críticos que se afilien al partido para tener así derecho de voto y conseguir frustrar el acuerdo de Gran Coalición.

24.339 nuevos afiliados

De momento, su estrategia está dando frutos. Este martes, el partido socialdemócrata más antiguo de Europa daba a conocer que tan solo en el mes de enero hasta 24.339 personas se habían inscrito en sus bases. Parte de la cúpula del partido lo celebraba pero, ¿cómo pueden crecer los afiliados en un momento de máxima debilidad en el que el SPD apunta con un 17% a los peores resultados de su larga historia? Los Jusos son parte de la respuesta. “Es frustrante ver como se repiten los mismos errores, pero depositamos nuestra esperanza en la fuerza de los jóvenes para forzar el cambio”, explica a El Periódico Delara Burkhardt, vicepresidenta de los 'jusos'.

Esa estrategia no ha gustado en algunos sectores. Este martes, mientras se tramitaba el acuerdo en los despachos de Berlín, el Tribunal Constitucional Federal de Karlsruhe recibió cinco demandas urgentes pidiendo anular ese referéndum a las bases socialdemócratas. Dos de las quejas ya han sido desestimadas. Aún así, los recursos presentados argumentan que el hecho de poner el acuerdo de gobierno en manos de las bases del partido es antidemocrático, pues vulnera el mandato otorgado a los diputados en las elecciones del pasado 24 de septiembre.

Gira contra la gran coalición

Ajeno a esas críticas,  el máximo representante de las juventudes socialdemócratas, Kevin Kühnert, empezará este viernes su gira por todo el país para convencer a las bases de que el acuerdo de Gran Coalición olvida los objetivos primordiales del SPD. El líder de los 'jusos' ve con sospechas que justo ahora Schulz haya decidido dar un paso atrás y ceder la presidencia del partido a Andrea Nahles, su líder parlamentaria. “Debatir en público ese cambio es una carga para la votación”, ha lamentado. En esa gira, Kühnert propone que Schulz y Nahles se sumen a debatir los pros y contras del acuerdo.

Las juventudes y el ala izquierda del partido, más idealista, lamenta que el nuevo pacto de gobierno no incluya propuestas clave como el aumento de impuestos a los más ricos o la creación de un seguro sanitario universal y que, en cambio, si incluya otras como la restricción de la reunificación familiar de los refugiados.

El 21 de enero, el sector rebelde consiguió que un 44% de los delegados del SPD votasen en contra de la propuesta de la cúpula de negociar con Merkel, evidenciando una fractura crítica en las filas socialdemócratas. El próximo 4 de marzo esperan que la estocada sea la final. Los conservadores tildaron la protesta como una “rebelión de enanos”. Ahora la mofa les puede salir cara.