POLÉMICO PLAN CONTRA EL EXTREMISMO EN GRAN BRETAÑA

Cameron impone cursos para desradicalizar a islamistas

David Cameron (centro), en un debate con residentes en Luton, ayer.

David Cameron (centro), en un debate con residentes en Luton, ayer.

BEGOÑA ARCE / LONDRES

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El plan del primer ministro David Cameron para luchar contra el extremismo islámico ha sido fuertemente criticado por los musulmanes británicos moderados. Las nuevas normas vienen a sumarse a las ya impuestas por el Gobierno conservador en julio. Con el programa Estrategia contra el extremismo, dado a conocer ayer, se pretende combatir «la amenaza sin precedentes» que supone la radicalización islamista, dijo la ministra del Interior, Theresa May.

El objetivo -afirma May- es luchar «contra quienes difunden el odio» y prevenir el terrorismo. Las organizaciones musulmanas británicas advierten de que las nuevas disposiciones son «discriminatorias y serán contraproducentes».

El programa amplía el poder de los padres para quitar el pasaporte a sus hijos si creen que corren peligro de radicalización. Hasta ahora podían hacerlo con los menores de 16 años, pero esa edad se extiende a los 18 años. Se trata así de impedir la fuga de adolescentes a Siria para unirse al Estado Islámico, como ha ocurrido en el pasado.

Queda prohibido que los clérigos radicales cuelguen su material en internet y se ordenará el cierre de los centros y locales donde se difunda el extremismo. Todo el que sea condenado por esa causa quedará impedido para trabajar con niños, al igual que ya ocurre con los condenados por pederastia.

Se impondrán clases obligatorias de «desradicalización» para quienes sean considerados como una amenaza. Asimismo, se revisará la posible filtración del radicalismo en instituciones públicas como escuelas, universidades o en la sanidad.

RADIO Y TELEVISIÓN / El Gobierno abrirá una investigación oficial sobre la aplicación de la sharia en el sistema legislativo británico. Se velará también por el contenido extremista en programas de radio y televisión.

Parte del programa de Cameron se fundamenta en la colaboración con organizaciones musulmanas moderadas, como el Consejo Musulmán de Gran Bretaña, que sin embargo ha condenado las medidas, por dar a entender que cualquier miembro de la comunidad islámica es un terrorista en potencia.

La estrategia gubernamental «refuerza las percepciones de que todos los aspectos de la vida de los musulmanes deben pasar por un test para lograr el visto bueno y probar su lealtad a este país», declaró el secretario general del consejo, Shuja Shafi.