NUEVA YORK ACOGE UN MONTAJE INSPIRADO EN EL fraudulento DÚO

El timo de Milli Vanilli se convierte en ópera

El dramaturgo David Levine reinterpreta la historia a ritmo de Wagner

Rob Pilatus y Fab Morvan, al recibir el Grammy al Mejor Artista Revelación del Año en 1990.

Rob Pilatus y Fab Morvan, al recibir el Grammy al Mejor Artista Revelación del Año en 1990.

SERGIO SILVA / BARCELONA

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Que tiemblen Verdi y Puccini, que Milli Vanilli han vuelto. El dúo pop que pasó a la historia como el mayor fraude de los anales de la música resurge de sus cenizas convertido en una ópera experimental. El montaje, que se estrenó la semana pasada en Nueva York con gran expectación, cuenta la amarga historia de los dos componentes de la prefabricada formación, Fabrice Fab Morvan y Rob Pilatus, y de cómo pasaron de ganar un Grammy a hundirse en la miseria tras revelarse que las voces del disco no eran suyas.

«No entendemos por qué nosotros, los dos chavales de Alemania, las víctimas, de pronto tenemos que jugar el papel de sinvergüenzas», clamó Pilatus en 1990 durante la multitudinaria rueda de prensa en la que él y su compañero se vieron obligados a devolver su premio Grammy al Mejor Artista Revelación después de que su mánager, Frank Farian, hiciese público que no solo cantaban en playback, sino que las voces que sonaban ni siquiera eran las suyas. Pilatus y Morvan, que lograron tres premios AMA por vender 10 millones de discos, culparon del fraude a Farian, al que acusaron de prometerles que les dejaría cantar en el siguiente disco si no descubrían el pastel. «Éramos jóvenes, ingenuos, y le creímos», explicó aquel 20 de noviembre Pilatus, que tras un corto periodo de decadencia personal (pasó varios meses en prisión por delitos de vandalismo y asaltos) fue hallado muerto por una sobredosis de pastillas y alcohol en 1998.

ESTA VEZ, SIN 'PLAYBACK' / Un final trágico, el fallido intento de dos chicos de barrio por lograr su sueño y un malvado villano que aprovecha la situación para hacerse de oro. Como ya sucedió con las productoras de cine cuando estalló el escándalo, estos jugosos ingredientes no han pasado desapercibidos para el director David Levine, que, junto con el compositor Joe Diebes y el poeta Christian Hawkey, ha creado la ópera WOW.«Su historia es inherentemente operística por el pacto con el diablo que el dúo hizo con el productor alemán Frank Farian», ha explicado Diebes en una entrevista reciente. «Estoy interesado en toda la maquinaria que les rodeaba y que en última instancia terminó por destruirlos», resalta el compositor, que ha creado una nueva versión de la ópera clásica de Los maestros cantores de Núremberg, de Richard Wagner [que precisamente trata sobre quién canta mejor y con qué canciones], para la obra. En cada función, Diebes reproduce una parte distinta de la ópera sobre la que los intrépidos cantantes de WOW recitan cada noche un guion fijo, esta vez sí, en directo.