Sexo (y puñales) en Nueva York

En la pantalla derrocharon una química extraordinaria, cuatro amigas neoyorquinas en busca de un precario equilibrio en el amor, el trabajo y la vida, pero, como la historia del cine o del rock se encarga de recordar a menudo, la sintonía frente al público no es necesariamente sinónimo de relaciones bien avenidas. Esa es la lectura que dejan los últimos dardos que se han lanzado las protagonistas de ‘Sexo en Nueva York’, la serie que durante seis temporadas y dos películas cautivó a los espectadores al desplegar una mirada femenina hasta entonces casi desconocida en televisión. Kim Catrall (Samantha, en la serie) ha renegado sin cortarse un pelo de Sarah Jessica Parker (Carrie). “No es mi familia”, ha dicho en Instagram. “No es mi amiga”.

Viene de lejos

El feudo viene de largo, aunque nunca se había manifestado con tanta crudeza y, si algo deja claro, es que no habrá una tercera película de ‘Sexo en Nueva York’, un proyecto que tenía guion y del que se venía hablando desde hace dos años. El detonante fue la muerte del hermano de Catrall hace unos días. Parker expresó sus condolencias en las redes sociales y en una entrevista, una actitud que no le gustó a su excompañera de rodaje. “Tus continuos intentos de ponerte en contacto conmigo son un doloroso recordatorio de lo cruel que realmente fuiste y sigues siendo”, escribió Catrall en su cuenta de Instagram. “Permíteme que sea muy clara, si todavía no lo he sido. Tú no eres mi familia. Tú no eres mi amiga. Así que escribo por última vez para decirte que dejes de explotar nuestra tragedia para recuperar tu imagen de ‘buena chica’”.

Los rumores sobre la tirantez en la relación de ambas actrices llevan años circulando. En el 2008, durante el rodaje de la primera película, la prensa británica describió un ambiente de tensión y división entre las cuatro protagonistas. O para ser más exactos, un tres contra una. Por un lado, Parker, Kristin Davis (Charlotte) y Cynthia Nixon (Miranda) y, por otro, Catrall. La situación llegó aparentemente a tales extremos que le hicieron el vacío durante el rodaje, negándose a sentarse con ella durante las comidas, según 'The Telegraph'.

La menos diplomática

Con el tiempo hubo varios intentos de negar esa percepción, más por parte de Parker que de Catrall. “No me importa que alguien quiera pensar que no amo a Kim”, dijo la Carrie de la serie en una entrevista del 2009. “La adoro y no hubiera hecho la película sin ella”. También Davis trató de acallar los rumores de fricción por aquellos tiempos. “No siempre ha sido un camino de rosas, pero la idea de que somos adversarias es ridícula”, dijo aquel mismo año. Pero Catrall fue siempre menos diplomática y varias veces dejó intuir que las sonrisas, la comprensión y la intimidad de la pantalla no eran más que un producto de la ficción. “¿Somos las mejores amigas? No. Somos actrices profesionales. Tenemos nuestras vidas separadas”, dijo en el 2010.

En cualquier caso, la ruptura solo aparece afectar al binomio Samantha-Carrie. Cuando Nixon le ofreció el pésame por la muerte de su hermano, Catrall se lo agradeció profundamente. “Escuchar tu voz, Cynthia, significa mucho para mí. Gracias por ponerte en contacto”.