Críticas a Patricia Montero por hacer yoga durante su embarazo y mostrarlo en Instagram

Patricia Montero disfrutaba de un plácido día veraniego en la Torre de Cerro Gordo, un sendero de Granada donde pasaba un fin de semana con su familia. Un "finde perfecto", como decía ella. 

La actriz, que a través de sus redes sociales y el libro 'Pon en forma tu yo interior' ha mostrado en infinidad de veces su pasión por el deporte y en especial por el yoga, decidió subir una complicada postura—para los no habituales de este deporte— en un sitio espectacular. Como hacía siempre.

Pero pronto crecieron las críticas y la polémica. La diferencia esta vez es que hace apenas unas semanas que la protagonista, exconcursante de MasterChef, había anunciado que esperaba su segundo hijo. Una circunstancia que ha servido para que en sus redes sociales, especialmente en su perfil de Instagram donde compartió esta imagen, le reprocharan esta acción. 

El debate automáticamente saltó a los comentarios de la imagen: ¿puede una embarazada hacer yoga? Así que todos sacaron al médico que llevan dentro para opinar: "Es muy sano hacer yoga en el embarazo, pero me parece que esta postura y ese sitio se puede dejar para el postparto", decía uno de ellos. "¿Estando embarazada puedes hacer eso? Mi médico no estaría muy conforme", añadía otra usuaria. 

Había quien no podía explicarse que la foto fuese actual. "¿Puede que sea de antes de estar embarazada? Dicen que en los tres primeros meses no puedes practicar yoga, sobre todo invertidas". Y había quien añadía su ignorancia como currículum para afirmar con rotunidad que eso está mal: "No necesito tener un título para saberlo. He estado rodeada de mujeres 'mom fit' que se ponen a hacer cosas guay y luego se arrepienten". 

Por último, hay quien dice que "evidentemente" puede hacer lo que quiera con su cuerpo pero que sabe perfecatemente la controversia que se va a producir: "Creo que lo hace con toda la intención de que hablemos de ella". 

Pese a las críticas, también hubo muchísimos comentarios de admiración y apoyo, en los que solo se celebraba su flexibilidad, su amor por el deporte o que siempre estuviese con una sonrisa. Sus seguidores más férreos decían con contundencia que esto no era asunto de nadie: "Qué tonterías se leen. Su cuerpo, su vida y sus decisiones", concluían.