Àstrid Alemany: "Las herramientas de participación son clave para la innovación política"

Esta 'spin doctor' intenta desde iPolitics gestionar las redes comunicativas entre los políticos, los ciudadanos y los medios

Àstrid Alemany, asesora de comunicación política

Àstrid Alemany, asesora de comunicación política / periodico

GERMÁN PACHECO

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Àstrid Alemany (Barcelona, 1979) es una destacada asesora de comunicación política. Trabajó para la Generalitat de Catalunya durante ocho años hasta que decidió montar su propia empresa. Esta spin doctor –término usado en inglés para designar a este tipo de asesores– intenta desde iPolitics gestionar las redes comunicativas entre los políticos, los ciudadanos y los medios. Àstrid considera que una comunicación transparente y fluida es fundamental para la democracia. Desde su punto de vista, abrazar la filosofía del gobierno abierto y llevar a cabo un cambio legislativo que imponga penas más duras a la corrupción son el primer paso para que la ciudadanía recupere la confianza en los partidos y las instituciones.

¿De dónde viene tu interés por la política y particularmente por la comunicación política?

En Cataluña hay mucha gente interesada en la política. A mí me ha interesado desde siempre. A los 9 años ya leía los periódicos. Cuando decidí estudiar la carrera de Ciencias Políticas, sabía que me especializaría en comunicación, porque también me gustaba mucho el periodismo. Hice un máster en comunicación y después estuve de prácticas en radio, televisión y prensa escrita. Supe que me dedicaría a la comunicación política. Hoy puedo decir que tengo la suerte de trabajar en lo que me gusta. Al final, la comunicación política consiste en gestionar las relaciones entre el político, la opinión pública y la prensa. Lo que intento hacer en mi trabajo es que la relación de esos tres elementos sea lo mas transparente, fluida y natural posible.

¿Cuándo decidiste dejar las instituciones y fundar tu propia empresa?

Trabajé con los dos primeros gobiernos tripartitos de Catalunya. Estuve trabajando con Josep Bargalló y Carod Rovira. Al principio hacía labores de speech writter (escritora de discursos) y un montón de cosas a nivel interno. Hace cinco años decidí dejar las instituciones y montar mi propia empresa. Empecé haciendo pequeñas campañas hasta que hace tres años me asocié con Marc Monells. Montamos iPolitics, una empresa innovadora en comunicación política. Lo que nos distingue, es que no buscamos asociar el término “spin doctor” a una persona, como generalmente ocurre, sino intentamos crear una marca de spin doctors. Queremos que lo importante no sean los nombres de los asesores, sino de la marca. Queremos que se asocie iPolitics a la nueva comunicación política. Porqué una nueva manera de comunicar significa, sin duda alguna, mejorar la democracia. Nuestra misión es darle importancia al concepto de la comunicación estratégica externa y profesional para las instituciones, los partidos y los políticos, que son nuestros tres targets.

Tu trabajo es acompañar a políticos y administraciones en el camino de la “innovación política permanente”. ¿Cómo se puede innovar en política?

En política se debe innovar en tres aspectos: gestión transparente, comunicación bidireccional e implementación de herramientas de participación. Las administraciones son estructuras rígidas y poco abiertas a los cambios. Debemos trabajar para la aceptación de la nueva cultura del "co-". Eso es cambiar el marco de “administrado” y “administrador” por el de “co-gestión de lo público”. La aplicación de estos tres aspectos debe empoderar a los ciudadanos y a los políticos de manera conjunta. Involucrar a los ciudadanos en los procesos de toma de decisiones y mejorar la reputación de los políticos son la base para tener una democracia más sana.

¿Hasta qué punto cumplen las instituciones catalanas las premisas de gobierno abierto: participación, transparencia y rendición de cuentas?

Las instituciones en Cataluña se han puesto las pilas. En noviembre de 2014 aprobaron la ley de transparencia y buen gobierno. Las dos primeras instituciones líderes en Catalunya en transparencia y gobierno abierto son el Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat de Catalunya. El ayuntamiento tiene herramientas de participación, aplicaciones, consejos de barrio... Lleva muchos años haciéndolo muy bien en esta materia. La Generalitat ha iniciado este proceso hace unos pocos meses; tiene poco tiempo, pero va por buen camino.

Después del caso Pujol en Catalunya y de los escándalos que han afectado al PP y al PSOE a nivel nacional hay mucha desafección de la ciudadanía hacia los partidos y las instituciones. ¿Qué estrategia deben seguir y qué mensajes deben dar los partidos para recuperar la confianza de los ciudadanos?

Hay tres cosas urgentes que deben hacerse. Lo primero, modificar la ley. España es uno de los países más laxos a la hora de penar la corrupción. Debería haber sanciones mucho más duras para castigar los delitos de corrupción, como las hay en algunos países del norte de Europa. En segundo lugar, es muy importantes que los códigos éticos se apliquen para que en las instituciones prime el open data y la rendición de cuentas. En Cataluña se está aplicando en muchos ayuntamientos. Esto implica un cambio cultural no sólo de los políticos sino también de los funcionarios, que en ocasiones son un freno para hacer cambios. Por último es de suma importancia que se logre ese cambio cultural al que me refería. Los políticos deben explicar a los ciudadanos qué hacen y en qué se gastan los recursos, de manera que éstos estén lo suficientemente informados de la acción de las instituciones y no haya sospechas ni suspicacias hacia la administración. Es de alguna manera educarles en lo que es la política. Los partidos deben promover estas tres cosas y creo que si lo hacen, mejorará la percepción de la ciudadanía hacia la labor de los políticos.

¿Cree que la Ley de Transparencia será útil o efectiva para luchar contra la corrupción?

Es una herramienta más. La Ley de Transparencia no tiene sujeta sanciones. Como decía antes, tenemos una legislación laxa.

Las particularidades de Catalunya y de su situación actual, ¿hacen que la comunicación política tenga que llevarse a cabo de una manera distinta al resto de España? ¿Qué estrategias pueden tener mayor éxito?

Las estrategias de comunicación política son iguales en todos los sitios, o al menos muy parecidas. Estamos hablando de llamadas, encuestas, reuniones, focusgroups, conversaciones puerta a puerta, etc. Yo creo que en el proceso que se vive en Cataluña, la comunicación es bottom-up, es decir, es la gente la que origina el movimiento y los partidos los que son empujados a actuar por una demanda colectiva, no por una estrategia como ocurre en otros casos donde la comunicación es top-down, es decir, desde los políticos hacia los ciudadanos. La estrategia de comunicación “Hazte Candidato” que hace Junts pel Sí es buena porque no sólo intenta que la gente se implique sino que le otorga protagonismo a los ciudadanos, invitándoles a “sumarse a la lista” y sentirse activamente participes del cambio que propone.

Se ha acusado a Artur Mas de improvisar en repetidas ocasiones en sus aspiraciones secesionistas. ¿Qué le parece la estrategia del Presidente de la Generalitat en los últimos meses?

He estado muchos años trabajando en política y me he dado cuenta que siempre se improvisa. En ocasiones, Artur Mas improvisa porque está haciendo algo que no se había hecho nunca antes, aunque creo que muchas de sus acciones también habían sido anunciadas con meses de antelación.

El próximo 30 de septiembre tendrá lugar la I Conferencia Internacional de Comunicación Política Digital en el Congreso de los Diputados. ¿Qué opinión tiene de este tipo de herramientas?

Estas herramientas son oportunas, necesarias y vitales para la democracia. Yo, como consultora, siempre recomiendo a mis clientes el uso de estas herramientas, sea un político de alto o bajo perfil. Los políticos locales cada vez más se dan cuenta que este tipo de instrumentos son necesarios, se dan cuenta que con su uso pueden trabajar desde su despacho la gestión de la diversidad y la opinión de la ciudadanía. Esto es aún más importante cuando se eleva el nivel de administración, ya que permite una interacción rápida y fluida. Aunque la gente a veces no lo sepa, hay muchísimo trabajo y nuestro problema es que no sabemos explicar a los ciudadanos la carga de trabajo y el funcionamiento de los procesos legislativos y de gobierno.

¿Qué quiere decir con que no saben explicarle a los ciudadanos el funcionamiento de los procesos?

Creo que hay un problema de percepción en lo que se refiere al trabajo de los políticos. Yo estuve durante muchos años trabajando 15 horas al día con el primer gobierno tripartito de Catalunya. En ese gobierno, que fue el primero paritario entre hombres y mujeres en España, había seis conselleras y seis consellers. Las seis mujeres que formaban parte del ejecutivo acabaron separadas o divorciadas de sus parejas. Eso la gente no lo sabe. La carga de trabajo es muy importante y la gente no sabe lo que representa ser político y tener responsabilidades de gobierno. Las herramientas cubren la necesidad de la trasmisión de las demandas de los ciudadanos a los políticos (bottom-up), pero el punto débil está a la hora de explicar el trabajo de los políticos a la gente y mejorar su reputación. Si la gente está enterada, puede empatizar con los políticos con mayor facilidad. El distanciamiento entre el ciudadano y el político tenemos que trabajarlo desde nuestro ámbito.

(Germán Pacheco es periodista y trabaja para Kuorum.org)