Decepción blanca en el Bernabéu

Miedo escénico

El Barça se coloca a cuatro puntos tras el nuevo pinchazo en casa de un angustiado Madrid

El valencianista Aduriz lucha con Pepe ante la mirada de Casillas, ayer.

El valencianista Aduriz lucha con Pepe ante la mirada de Casillas, ayer.

MARCOS LÓPEZ
BARCELONA

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El blanco ya está a tiro. El Madrid, angustiado, con miedo, temblando, tiritando de temor, ha visto como el Barça de Guardiola le ha recortado seis puntos en tan solo cinco jornadas. El campeón tiene al líder a solo cuatro puntos tras otro pinchazo blanco en el Bernabéu. El Valencia salió vivo del templo blanco, mientras el Barça ya ha dejado de pensar en utopías para hacer cuentas de verdad. Mañana juega contra el Getafe (21.00 horas) y el miércoles se librará el derbi madrileño en el Calderón (22.00 h.). El miedo escénico se ha apoderado de Mourinho.

Nunca pensó estar en una situación así. Hace un mes disfrutaba de una cómoda renta de 10 puntos y ahora, a siete jornadas del final, siente que le tiemblan las piernas, incapaz de resistir el brutal ritmo que lleva el Barça. «No esperábamos un resultado así, no contábamos con esto», admitió ayer un preocupado Emilio Butragueño, director de relaciones institucionales del club blanco. Tampoco Mourinho pensó ver tan cerca al Barça. De repente, al Madrid se le ha ido la fuerza por la boca y el fútbol, antes eficaz y vertiginoso, se le ha hecho ansioso, espeso y, sobre todo, nervioso. «Quizás hemos estado un poco ansiosos por querer marcar pronto», confesó Butragueño. No citó al Barça, pero el triunfo de La Romareda inyectó tanta presión en el líder que le hizo perder la cabeza. «El miércoles es una final contra el Atlético. No hay tregua, es fundamental para tomar aire y retomar también el pulso anímico», subrayó el directivo, admitiendo que se enfrentan «a un mes terrible». De pronto, el juego devastador del Madrid ha dado paso a acciones incluso cómicas que delatan el estado de angustia que atraviesa tras tres empates (Málaga, Villarreal y Valencia) en las cinco últimas jornadas.

PEPE 'AGREDE' A ARBOLEA / En un partido soberbio, lleno de un juego eléctrico y vertical, los porteros (Casillas y Guaita) fueron los mejores. A Ronaldo, obsesionado en superar a Messi en la lucha por el pichichi, le ganó también la desesperación. La estrella blanca se quedó seca cuando más lo necesitaba su equipo. Messi, en cambio, no falla nunca. El argentino suma ahora 38 goles; el portugués, 37. Pero es Pepe, el otro espíritu de Mou, quien mejor refleja el estado depresivo del líder. Anoche, en una jugada absurda y esperpéntica, llegó a clavar los tacos en la rodilla de Arbeloa, su compañero, pensando que era Piatti, el delantero del Valencia. A Ronaldo, además, se le vio incluso tropezarse consigo mismo cuando encaraba solo a Guaita, mientras Di María protagonizaba dos acciones teatrales desplomándose sobre la pradera del Bernabéu ganándose incluso una tarjeta amarilla. El público madridista, al igual que el equipo, terminó desquiciado.

MOURINHO SE ESCONDE / Mientras, el Barça va a lo suyo. Suma nueve victorias consecutivas en la Liga desde que perdió en Pamplona. O sea, 27 puntos de 27. El Madrid, entretanto, va con la lengua fuera. A Mourinho ni se le vio anoche en la sala de prensa. Se le vio, eso sí, pegando gritos en la banda, acumulando delanteros sobre el campo intentando marcar un gol que le librara de ese sufrimiento. Luego se escondió. Salió Aitor Karanka, su ayudante. Y habló de lo de siempre. Nada de fútbol, todo de elementos externos.

«El arbitraje lo ha podido ver todo el mundo; mientras nos dejen seguiremos adelante, no podemos hacer nada», dijo el segundo técnico blanco. Apenas habló dos minutos y medio. No tenía mucho más que decir. Por mucho que Guardiola insista en que es imposible ganar esta Liga, el Bar-

ça ya ha instalado el miedo escénico en el Madrid.