Duelo de estrellas

Hace ahora justamente un año (fue el 19 de noviembre del 2013), Ronaldo metía a Portugal en el Mundial de Brasil con tres goles en la repesca ante Suecia favoreciéndose de la ampliación en la votación del Balón de Oro, trofeo que finalmente besó él. Ahora, en cambio, poco se habla de quien recogerá ese balón dorado el próximo mes de enero, aunque el actual dueño (Ronaldo) como el futbolista que más tiene (Messi posee cuatro) se encontrarán esta noche en Old Trafford.

El partido entre la Argentina de Leo y el Portugal de Cristiano es puramente amistoso, con mayor valor comercial (20.45 horas, Esport 3 y Canal + Liga) que deportivo. Pero nada hay nunca de amistoso cuando ambas estrellas se reúnen en un campo. El único precedente de esta temporada, el clásico del Bernabéu (3-1 para el Madrid) fue mal para Messi --falló una clara ocasión con el 0-1, salvada por Casillas-- y acabó bien para Ronaldo --marcó de penalti el 1-1--, a pesar de su mal partido.

Leo, en la banda

No se decidirá, por lo tanto, nada en Old Trafford. Nada trascendente de cara al Balón de Oro, que siente ya casi suyo Ronaldo (sería el tercero), amenazando la hegemonía casi dictatorial de Messi. Cuatro. Y los cuatro consecutivos. "Mi corazón es argentino y mi debilidad es Messi", proclamó ayer Tata Martino, el exentrenador del Barcelona, que tiene ahora a la estrella azulgrana en la selección recluido en la banda derecha ante la superpoblación de delanteros centros que habitan en Argentina: Kun Agüero, Higuaín y el repescado Tevéz, el goleador del pueblo, tras casi tres años y medio de ausencia.

"Siempre lo voy a votar a él", recalcó Tata, feliz, además, de que Messi sea siempre Messi. Lo ponga donde lo ponga. "Ante Croacia, ha sido el mejor como extremo. El sector es un punto de partida para él", precisó el seleccionador, quien empleó la misma fórmula que ya usó Luis Enrique contra el Ajax y el Almería, siempre en la segunda parte. Nunca como idea inicial. Donde está el Kun con Argentina, está Luis Suárez con el Barça. "Messi sigue siendo el futbolista maravilloso que es", afirmó Tata antes de sentarse hoy en el banquillo del 'Teatro de los Sueños' de Manchester para medirse a Portugal.

Césped antes que alfombra

Cristiano, amparado en la conquista de 'la Décima' y en la Copa del Rey, aunque él no jugó la final de Mestalla contra el Barça por una lesión en el bíceps femoral, se siente más cerca de su tercer Balón de Oro, un trofeo que también anhela Manuel Neuer, el portero del Bayern Múnich, campeón del mundo con Alemania en Brasil que, además, ha revolucionado el oficio. Pero se trata de una distinción maldita para los guardametas porque solo el ruso Lev Yashin alcanzó ese preciado balón (1963) convertido entonces en la 'Araña Negra'. "¿El Balón de Oro? No soy un tipo que pose en calzoncillos", declaró Neuer a la revista deportiva alemana Kicker. "Soy un deportista, no un embajador de una marca", añadió luego el portero del Bayern.

"No me gusta la alfombra roja, prefiero el césped verde. Me siento mejor en el campo intentando mejorar", afirmó Neuer, asumiendo que su puesto ofrece menos visibilidad que el de cualquier delantero. "Tras los partidos se muestran, sobre todo, los goles, las ocasiones, las asistencias... El espectador no suele recordar que como portero saco balones complicados corriendo un riesgo alto o inicio bien el juego", sentenció el guardameta alemán, el portero que quiere colarse entre Messi y Ronaldo. Si le dejan.