Los Sex Pistols reaparecen para celebrar el 30° aniversario

JORDI BIANCIOTTO / BARCELONA

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Hace 30 años, el disco Never mind the bollocks - Here's the Sex Pistols ponía de largo la era punk entre dardos a la monarquía (God save the Queen) y a la industria discográfica (EMI Unlimited edition), culto al feísmo, proclamas de No future y quejas de la vieja escuela del rock, que se veía relegada. Al final, no hay tanta diferencia entre Led Zeppelin y Sex Pistols: ambos grupos han elegido el 2007 para ofrecer sendos retornos a los escenarios, sumándose a una corriente de regresos que ha salpicado la agenda musical de los últimos meses.

La banda se reforma para, en principio, un único concierto, el 8 de noviembre en el Brixton Academy, de Londres. La formación es la original: John Lydon (antiguamente conocido como Johnny Rotten; voz), Steve Jones (guitarra), Paul Cook (batería) y Glen Matlock (bajo).

UN ÁLBUM DE REFERENCIA

Este cuarteto, en realidad, solo grabó el primer sencillo, Anarchy in the UK, ya que, en febrero de 1977, Matlock fue sustituido por Sid Vicious, que moriría de sobredosis de heroína dos años después. El bajista original dejó, no obstante, su huella como autor en 10 de las 12 composiciones del álbum, cuyo 30ª aniversario es la excusa de la nueva reunión. Un disco cuya cotización en el mundo del rock ha sufrido ciertas alteraciones.

El trabajo vio la luz cuando el punk comenzaba a trascender sus ideales iniciales (la destrucción del establishment para partir de cero) y se convertía en moda colorista que ponía al día el viejo swinging London. Evolución en la que tuvo algo que ver el astuto mánager, Malcolm McLaren. En la actualidad, sin embargo, Never mind the bollocks suele ubicarse en la zona alta de las listas de los mejores discos del rock que confeccionan las revistas especializadas. Siempre, eso sí, superado por London calling, de The Clash.

REUNIÓN CON PRECEDENTES

No es el primer regreso de Sex Pistols desde que, en 1978, dejara de existir. En 1996, el cuarteto se reformó para realizar una larga gira internacional, que bautizó con el poco poético título de Filthy lucre tour (Gira del lucro indecente). En el 2002, ofreció un concierto en Londres y, en el 2003, una gira por Estados Unidos que consta como su última incursión escénica. Ahora, la cita londinense irrumpe, por ahora, como una fecha solitaria, sin prórrogas. Las entradas saldrán a la venta el viernes al precio de 37,50 libras (54 euros).

El porqué de la elección de Londres no tiene mucho secreto: es la ciudad en la que Sex Pistols desarrollaron su impetuosa carrera musical. "Quizá es porque somos todos londinenses, pero no podría haber existido ningún sex pistol sin la vieja y querida ciudad de Londres", declaró ayer John Lydon.