La recuperación del patrimonio histórico

La iglesia del Pi luce la talla de la virgen y el retablo restaurados

El libro 'Constitutions de Cathalunya', de 1704.

El libro 'Constitutions de Cathalunya', de 1704.

CRISTINA SAVALL
BARCELONA

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La iglesia gótica de Santa Maria del Pi ha conseguido en los últimos 18 meses mucho más que en 100 años en cuanto a su restauración arquitectónica y pictórica y la catalogación de su preciado archivo. De ello está convencido Jordi Sacasas, conservador del museo y del tesoro del templo y archivero de la basílica, que ha supervisado la restauración del retablo neoclásico de Sant Miquel y de la Mare de Déu del Pi, una talla de piedra del siglo XIV que ahora vuelve a coronar el altar, ya que en 1714, después del asedio de Barcelona por las tropas de Felipe V, fue desplazada a la puerta principal del templo.

La escultura de la virgen, según Sacasas, es de gran calidad artística. «Creemos que esta imagen presidía el presbiterio desde la construcción de la iglesia en el siglo XIV hasta 1714, cuando sufrió algunos daños debido al bombardeo que padeció Barcelona. En 1936 volvió a ser ultrajada durante el asalto y el incendio de la parroquia. La devoción y el respeto de los barceloneses hacia la virgen ha conseguido que a pesar de todo haya llegado hasta nuestros días», considera el conservador, que agradece el trabajo realizado por la restauradora Cristina Martí, especializada en estatuas de piedra.

Un equipo encabezado por Elena Rivero y Yolanda Bergua han trabajado a lo largo del 2012 en la restauración del retablo de Sant Miquel, que el Gremi de Revenedors de Barcelona donó a la iglesia del Pi en 1798. «En su construcción se utilizaron mármoles de gran valor como el brocatello d'Spagna, una piedra caliza originaria de las canteras de Tortosa, que fue muy apreciada en Italia durante el renacimiento y el barroco», puntualiza Sacasas.

La documentación del retablo, incluidas las facturas, se encuentra en el archivo de la iglesia, que lleva un año cerrado al público debido a la catalogación del inventario y rehabilitación de la sala. En estos manuscritos se detalla que el retablo es obra de Tomàs Solanes, discípulo de Salvador Gurri, con quien trabajó en las esculturas de la Llotja de Mar, sede de la Cámara Oficial de Comercio.

«Solanes creó una exquisita talla de madera con un Sant Miquel afeminado, inspirado en las siluetas de las nikés helenísticas [mujeres aladas, símbolo de las victorias navales]», señala el responsable del archivo de Santa Maria del Pi.

INCENDIOS // En el proceso de clasificación del archivo y de la biblioteca que se encuentra en el piso superior de la basílica, Sacasas y su equipo de archiveros han descubierto documentos interesantes. «Se debe tener en cuenta que Santa Maria del Pi y la iglesia de Sants Just i Pastor son las únicas que lograron salvar sus documentos de los incendios en la guerra civil. Hablo de parroquias, porque la catedral y su archivo diocesano son palabras mayores, además depende de otra administración».

Jordi Sacasas destaca el estudio que está realizando sobre El llibre negre, que tiene su origen en 1508. «Es una crónica de los hechos más importantes de la iglesia y una suma de antigüedades. Este documento y otros nuevos encontrados ampliarán el conocimiento sobre la Barcelona de los siglos XIV y XV», asegura.

Otra joya es la edición de Constitutions y altres drets de Cathalunya, de 1704, un año antes del inicio de la guerra de sucesión. «En 1716, estos derechos quedaron abolidos por el decreto de nueva planta impuesto por Felipe V. Eso llevó a que se destruyeran muchos ejemplares. Por eso es un libro valioso y muy difícil de encontrar, aunque no pertenezca al del año más buscado». El archivo también alberga un pergamino fechado en 1379 con el sello de cera de Pere III, el Cerimoniós. «Contiene una concesión económica para construir el campanario».

También estudia los escritos en torno a la procesión de Semana Santa de la basílica del Pi. «Muchos barceloneses no lo saben, pero es la más antigua de España». Los responsables de la parroquia ultiman un plan director para establecer un mantenimiento constante del edificio y restaurar el techo del altar y los preciosos vitrales.