CONFLICTO EN EL SUBURBANO

La huelga vuelve a colapsar el metro en las horas punta

Los barceloneses sufren los efectos de 13 días de huelga del suburbano, el bus y Rodalies en menos de un mes

Aglomeraciones en un andén de la L-5 en la estación de Sagrera.

Aglomeraciones en un andén de la L-5 en la estación de Sagrera. / ACN / SARA C . MOLLAR

RAFAEL MORALES / BARCELONA

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El colapso en el metro ha vuelto a indignar este lunes a miles de usuarios que han llegado tarde al trabajo o al colegio, o porque simplemente han sufrido largas esperas para, además, viajar literalmente apretujados en los vagones. Después de un fin de semana en el que las molestias de los usuarios han pasado un tanto desapercibidas, el sábado se inició una nueva serie de paros parciales que se prolongarán hasta este miércoles y están perjudicando gravemente el funcionamiento del suburbano.

En apenas un mes, los usuarios del transporte barcelonés han sufrido siete días de huelga de metro, a los que hay que sumar dos más convocados para este martes y miércoles; tres días de protestas en Rodalies, ya que se desconvocó la prevista para el 16 de junio y están todavía por llegar los convocados para el 24 y 29 de este mes; y solo un día de huelga de autobús en vez del medio mes previsto, ya que el día 6 se llegó a un acuerdo. También febrero tuvo una semana completa de huelgas en bus, metro y Adif coincidiendo con el World Mobile Congress, además de otros tres días en marzo y abril, estos últimos coincidiendo con la feria Alimentaria.   

Los protestas de metro este lunes han vuelto a exasperar a los usuarios, sobre todo por  la mañana (de siete a nueve) y la tarde (de cuatro a seis). Se prevé menos conflicto durante el paro previsto de 20.30 a 22.30 horas. A pesar de ello, los usuarios, en la gran mayoría de los casos, han tenido un comportamiento cívico y de resignación ante las protestas de los trabajadores de Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB).

PELIGRO EN LOS ANDENES

Los responsables de TMB han informado de que en los vestíbulos de las estaciones Sagrera y Sagrada família se ha tenido que regular el paso de personas, como ya ocurrió en las protestas de finales de mayo y primeros de este mes, para evitar el colapso en los andenes y el riesgo que alguien caiga al foso de las vías.

En Sagrera, donde confluyen las líneas L-1, L-5 y L-9, la regulación de usuarios se ha tenido que hacer desde minutos después de las siete de la mañana. Lo mismo ha ocurrido en Sagrada Família, donde conectan la L-2 y la L-5. En estas estaciones, la normalidad no se ha restablecido hasta un cuarto de hora antes de las 10 de la mañana.

DISCUTIDOS SERVICIOS MÍNIMOS

Los servicios mínimos (del 40% en las protestas de la mañana y de la tarde, y del 20%, en la anoche) se han vuelto a mostrar insuficientes. La presidenta de TMB y concejal de Movilidad del Ayuntamiento de Barcelona, Mercedes Vidal, ha vuelto a quejarse esta tarde de que los servicios mínimos fijados por el Govern de la Generalitat son insuficientes.

Vidal ya anticipó el viernes que TMB tiene previsto impugnar los servicios mínimos fijados para esta huelga por el departamento de Treball, al que acusó de no tener en cuenta un informe técnico donde se alerta de los riesgos existentes con servicios mínimos por debajo del 50%. La presidenta de TMB también recordó que Treball dictó servicios mínimos del 50 y 30% en anteriores huelgas. 

TMB ha informado de que desde las siete a las nueve de la mañana de este lunes se han validado un 25% menos de viajes que el lunes anterior. El Área Metropolitana de Barcelona (AMB), responsable de la gestión del metro, ha reforzado el servicio de aerobús y autobús, especialmente en el Baix Llobregat y el Barcelonès Nord.  

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