aniversario de un equipamiento de gran prestigio internacional

CosmoCaixa se renueva para no envejecer al cumplir 10 años

Cuatro adolescentes, ayer, en una de las salas de experimentación de CosmoCaixa.

Cuatro adolescentes, ayer, en una de las salas de experimentación de CosmoCaixa.

CARLES COLS
BARCELONA

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CosmoCaixa celebrará el próximo 25 de septiembre 10 años de vida con una cifra acumulada de visitantes de la que presumir, ocho millones, que no está nada mal, pero con un reto inesperado por delante, no ser víctima de una obsolescencia prematura. Así que la directora general adjunta de la Fundación La Caixa, Elisa Durán, presentó ayer lo que en principio debería ser solo una fiesta de cumpleaños como una oportunidad de dar un salto cualitativo adelante. De entrada, para hacer boca, el acceso principal de CosmoCaixa será redecorado el 21 de junio con un cráneo de triceratops, el más cabezón de los dinosaurios que poblaron la Tierra, y que fue adquirido en el 2006 por 60.000 euros en una feria de fósiles de Dakota.

El triceratops, por si solo, ya tiene tirón. Los dinosaurios, de hecho, siempre son un exposición de éxito garantizado. Pero el reto del CosmoCaixa -aceptó Durán- es mayor. Cuando hace 10 años los visitantes accedían a las salas de exhibición, era impensable lo que sucede hoy, que a través del teléfono que llevan en su bolsillo pueden acceder de forma casi inmediata a más información de la que brindan los paneles explicativos de CosmoCaixa. El salto tecnológico realizado estos últimos 10 años ha dejado algo caducas algunas piezas con las que los visitantes pueden interactuar en busca de datos. La renovación a fondo está en estudio, pero por lo pronto está prevista la mejora sustancial de algunos espacios, como el extraordinario bosque inundado, tal vez lo mejor de CosmoCaixa, que será dotado de mejor material interpretativo.

LA BASE ANTÁRTIDA / Otras novedades previstas son la recuperación, ahora como pieza de museo, de la base antártica que dirigió entre 1989 y 1993 la oceanógrafa Josefina Castellví, y la proyección de una nueva película en tres dimensiones en el planetario a partir del 21 de junio.

Las exposiciones temporales en cartera tienen también muy buena pinta (una sobre criptografía, otra sobre el cerebro humano...), que seguro que captarán público, pero más difícil de encarar parece otro desafío que Durán puso sobre la mesa: «Solo un 8% de los visitantes tienen entre 15 y 25 años». El problema es grave, no para el CosmoCaixa, sino para el conjunto de la sociedad, porque el déficit de vocaciones científicas compromete la economía del país, aseguró la directora general.

Para sembrar ese erial, la dirección del centro ha sellado un acuerdo con el Massachusetts Institute of Technology (MIT), con el Exploratorium de San Francisco y con la National Science Foundation de Estados Unidos para desarrollar en Barcelona un proyecto de aprendizaje científico a partir de la experimentación. También así pretende combatir la obsolescencia imprevista.