UNA HISTORIA DE SANT ANDREU... Can Portabella

Can Portabella, la casa que fue una ruina

El 'casal de barri' de Sant Andreu, rescatado por los vecinos, ofrece actividades donde había fábricas textiles

Casal de Barri  Can Portabella, en el barrio y distrito de Sant Andreu.

Casal de Barri Can Portabella, en el barrio y distrito de Sant Andreu.

SÍLVIA ALBERICH
BARCELONA

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Una amplia zona industrial llena de fábricas textiles, conocida como Can Portabella, ocupaba el solar donde hoy está situado el casal de barri que lleva su nombre (Virgili, 18) El recientemente inaugurado edificio municipal (abrió sus puertas el pasado 20 de febrero) era antes la Casa de l'Amo, un local que servía como oficina administrativa del polígono industrial. Data de 1846.

«En el 2004 empezaron a derrumbar muchos talleres para edificar pisos nuevos, pero nosotros, como asociación, luchamos para mantener en pie esta casa y convertirla en un equipamiento del barrio», recuerda Carles Mercader, presidente de la Associació de Veïns Sant Andreu Sud, que gestiona el casal. «En el 2007 -añade Mercader-, coincidiendo con la construcción de la línea 9 del metro, nos instalamos aquí, junto con otras asociaciones, y pusimos en marcha siete talleres».

HASTA PULGAS

Una valla y abundante maleza eran la antesala de un casal«Parecía la casa de los horrores. Había pulgas, insectos... e incluso una colonia de gatos», lamenta Agustí Carné, vicepresidente de la entidad.

Las reivindicaciones para rehabilitar el local se sucedieron durante años hasta que hace dos empezaron las obras y se reformó por completo el edificio. «Del original se conservaron únicamente dos fachadas, el suelo de la entrada y un par de vueltas en el techo», detalla Carné.

Finalmente, el pasado 20 de febrero, el Casal de Barri Can Portabella, un moderno y sostenible edificio de 800 metros cuadrados distribuido en tres plantas, empezó una nueva etapa. «En abril pusimos en marcha casi una veintena de talleres, a los que asisten unas 250 personas cada semana», destaca, satisfecha, Demelsa Cuscurita, coordinadora del casal.

En paralelo están arrancando varios proyectos comunitarios. «Son iniciativas que nacen a partir de los intereses de los usuarios, que se reúnen aquí y gestionan sus proyectos. Entre ellos, uno que facilita el intercambio de ropa infantil y, otro, sobre fotografía», concluye Cuscurita.