El futuro del automóvil se diseña en Barcelona

Los coches que se presentaron en el primer salón del automóvil de Barcelona en 1919 poco tenían que ver con los actuales. Sin embargo, todos, o la mayor parte de ellos, acabaron teniendo una relación con la luz de Barcelona en su progresión de estilo hacia el futuro. Ciudad de arte y emprendedores, Barcelona también ha puesto su granito de arena en el desarrollo del diseño de los automóviles.

Pedro Serra. Este es el nombre del primer gran diseñador que se iluminó con la magia de Barcelona para crear conceptos de automóviles que reinarían en el futuro. Corrían los años 50 y hasta mediados los 70 de la mano de Serra nacieron trabajos partiendo de Pegaso, Rolls Royce, Biscuter, Renault, Citroën, Dodge, Ford y BMW, pero, sobre todo creando e interpretando modelos para Seat.

Ciudad de luz y diseño

Otro gran nombre fue el de Antoni Amat, alma mater de la  Inducar (derivación de Carrocerías Costa que ya había hecho versiones especiales para Seat en los años 60) que fue el creador del icónico Bocanegra. Francisco Podadera fue otro mago del lápiz y destacó a través de su proyecto Aníbal. Fueron grandes nombres a los que en algún momento contaron con Barcelona como fuente de inspiración. Pero ha habido muchos más que coinciden con el hecho de que la luz de Barcelona es especial.  Uno de los grandes, Walter De Silva (Alfa Romeo, Seat, Audi, Volkswagen) lo tenía claro: “Barcelona es un lugar idóneo para impregnarse del Mediterráneo, con calidad de vida y una especial alianza con la luz y las cosas bellas que consiguen despertar las emociones del comprador”.

Marcas como Volvo, Renault y Volkswagen han desarrollado modelos en sus centros de diseño en Catalunya. Y escuelas de diseño como el Instituto Europeo de Desing (IED)o la escuela Elisava, forman futuros magos del lápiz también en Barcelona.

En estos momentos, Barcelona y sus alrededores tienen en Seat a su principal representante de diseño. Bajo la dirección de Alejandro Mesonero-Romanos, en el centro de Diseño de Seat en Martorell, inaugurado en 2007, trabajan 250 diseñadores en la actualidad, con Joaquín García Sanchís como responsable de Diseño Exterior y Jaume Sala como responsable del Diseño Interior. En sus instalaciuones, de 5.600 metros cuadrados, se trabaja el diseño exterior e interior, materiales y colores, CAD, ingeniería de diseño, modelado exterior e interior, talleres, pintura, almacén, sala de realidad virtual y de presentaciones físicas. Como dato merece la pena señalar que para un modelo se realizan unos 2.000 bocetos, que después llegarán a ver más de cien composiciónes cromática para decidir así el color de una carrocería. 

El impulso chino

Aunque Seat no está sola. Hay otras firmas automovilísticas que han elegido Barcelona para implantar sus centros de diseño. Nos referimos a Geely, JMC, Italdesign (centro especializado en interiores) y Rücker Lypsa (consultora de Diseño que forma parte de la compañía de ingeniería EDAG desde 2013 y que recientemente se ha reforzado con uno de los grandes de la historia del diseño mundial, Walter de Silva). 

En los últimos tiempos se ha abierto una oportunidad al diseño automovilístico barcelonés debido a la expansión de las marcas chinas que buscan mejorar sus diseños y ven una oportunidad en la mentalidad cosmopolita de la ciudad. Dentro de las marcas chinas que confían en la actualidad en este diseño ‘made in Barcelona’ destacamos a Geely, que a partir de su  estudio dirigido por el escocés David Ancona trabaja y propone ideas para cualquier marca del grupo (Geely, Lynk & Co, London Taxi LEVC, Volvo, Polestar, Lotus y Proton). Este estudio completa la red de cuatro centros que la empresa tiene en Shanghai, Los Angeles y Gotemburgo.

También tiene un estudio aquí JMC, Jiangling Motors Corporation, compañía que comenzó en 1993 fabricando comerciales y camiones (su eje comercial) y que en los últimos años ha evolucionado su gama hacia los turismos y SUV vía su joint venture con Ford. Y todo, bajo la luz de Barcelona.