Estudio científico

Las muertes por contaminación en Europa caen un 59% en 15 años pero aún son 250.000 al año

Los autores del informe 'Lancet Countdown' reclaman medidas políticas apropiadas para mejorar la calidad del aire y reducir las emisiones

La subida de los termómetros en Europa dispara las muertes, la inseguridad alimentaria y las nuevas enfermedades

Contaminación por tráfico rodado

Contaminación por tráfico rodado / Agencias

Valentina Raffio

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El dato que verán a continuación requiere una lectura pausada y, sobre todo, una reflexión profunda. Según destaca el último informe 'Lancet Countdown', uno de los análisis más exhaustivos sobre los impactos de la crisis climática en la salud de la población, las muertes atribuibles a la contaminación se han reducido en los últimos 20 años. Concretamente, aquellas atribuibles a las partículas finas (PM 2,5) derivadas de la quema de combustibles fósiles. Esta cifra muestra hasta qué punto son importantes las políticas para reducir la polución en las ciudades pero, a su vez, recuerda el problema que supone la contaminación para la salud ciudadana. A día de hoy, de hecho, se estima que respirar aire sucio provoca alrededor de 250.000 muertes prematuras al año en el conjunto de Europa.

Respirar aire sucio sigue provocando alrededor de 250.000 muertes prematuras al año en Europa

El último gran análisis sobre la calidad del aire europea y su impacto en las estadísticas de mortalidad apunta al siguiente diagnóstico. Entre los años 2005 y 2020, el número de muertes directamente atribuibles a la polución se ha reducido un 59% en el conjunto de Europa. La zona donde más se ha observado este fenómeno es el este de Europa, ya que se trata de una de las regiones en las proporcionalmente más se ha reducido el uso de combustibles como el carbón para la producción de energía.

En el sur y el norte de Europa, en cambio, aunque en un primer momento se registró una mejora notable de este indicador, en los últimos cinco años se ha registrando un repunte en las tasas de mortalidad atribuible a la polución.

Según apuntan los autores de este análisis, que ha sido liderado por expertos del Barcelona Supercomputing Center (BSC-CNS) y de ISGlobal, respirar aire contaminado es uno de los factores de riesgo más importantes para desarrollar enfermedades respiratorias (como asma, bronquitis crónica, enfermedad pulmonar obstructiva y neumonía), patologías cardiovasculares (como enfermedades del corazón, arritmias, insuficiencias cardíacas e ictus) y varios tipos de cáncer entre la población. También destaca como una de las principales causas de mortalidad prematura en las zonas urbanas. La Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA), de hecho, sigue definiendo la contaminación atmosférica como "el mayor riesgo medioambiental para la salud en Europa".

El estudio atribuye la mejora a la reconversión de ciertos sectores pero no a una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero

Ya son varios los estudios que muestran cómo la calidad del aire en Europa ha ido mejorando en los últimos años. Sobre todo en cuanto a las partículas en suspensión (tanto PM2,5 como las PM10, que se han reducido entre un 1,72% y un 2,72% anual en los últimos veinte años) y al dióxido de nitrógeno (NO2, que se ha reducido una media de 2,45% cada año para el conjunto del continente europeo).

Pese a estas mejoras, en estos momentos se estima que el 98,10% de los europeos siguen estando expuesto a niveles peligrosos de contaminantes atmosféricos. En España, ciudades como Barcelona y Madrid destacan entre las metrópolis con peor calidad del aire y con más muertes atribuibles a contaminación.

"La exposición a la contaminación del aire está perjudicando la salud de las personas en Europa"

Cathryn Tonne

— Científica

"La exposición a la contaminación del aire está perjudicando la salud de las personas en Europa", destaca Cathryn Tonne, una de las autoras principales del informe 'Lancet Countdown' y experta del instituto ISGlobal. Según explica esta científica, tanto las mejoras en la calidad del aire como la reducción de los índices de mortalidad asociados a este fenómeno se deben principalmente a la reconversión de ciertos sectores pero no a una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. "Todavía necesitamos medidas políticas apropiadas para mejorar la calidad del aire y reducir las emisiones", destaca esta experta que, junto a su equipo, recuerda que estas políticas podrían salvarle la vida a millones de personas en toda Europa.

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