Efectos de la crisis climática

Los veterinarios alertan del aumento de perros heridos por procesionarias: "Pueden morir en cuestión de horas"

La plaga de procesionarias del pino, desbocada por el calor invernal: "Se han adelantado varios meses"

Semana Santa traerá más calor de lo normal en prácticamente toda España

Una mujer pasea a su perro en un parque de Barcelona afectado por la procesionaria.

Una mujer pasea a su perro en un parque de Barcelona afectado por la procesionaria. / Jordi Otix

Valentina Raffio

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Las temperaturas inusualmente altas registradas este invierno están adelantando la aparición de las orugas procesionarias varios meses antes de lo previsto y, además, en zonas donde hasta ahora no era habitual verlas. Este fenómeno, sobre el que alertan los expertos, también está provocando un aumento de las consultas por reacciones alérgicas relacionadas con estos animales. Sobre todo entre los perros. Varios hospitales veterinarios afirman que empezaron ya en enero a atender a los primeros animales afectados por procesionarias cuando, hasta ahora, estos casos tardaban entre uno y dos meses más en aparecer.

En algunas zonas también se está detectando un incremento exponencial de las consultas. "Las reacciones alérgicas provocadas por estos insectos son muy graves. Si no se tratan en seguida, los perros pueden morir en cuestión de horas", advierte la veterinaria Patricia Bou.

El contacto con las púas de estos insectos puede causar una reacción alérgica potencialmente mortal en cuestión de horas

Las procesionarias (Thaumetopoea pityocampa) son unos insectos muy habituales en los bosques, parques y espacios naturales mediterráneos con presencia de pinos. Según explica la ecóloga Mireia Banqué, estos animales están presentes todo el año pero, en la mayoría de casos, solo nos percatamos de su presencia cuando bajan de los árboles y deambulan por el suelo. "Solo son peligrosas durante esta fase. En las demás, son inofensivas", comenta la experta del CREAF. En este sentido, explica la científica, el gran peligro de estas orugas son sus púas ya que contienen una toxina que puede provocar picazón, irritación y reacciones alérgicas. "Esto puede ser especialmente graves en niños y animales, aunque cualquiera puede verse afectado", comenta.

Síntomas habituales

Los perros destacan entre los animales con mayor riesgo de sufrir reacciones alérgicas graves tras entrar en contacto con las procesionarias. Según explica la veterinaria Maria Elena Garcia, lo más habitual es que los perros entren en contacto con las orugas durante los paseos. Sobre todo porque, debido a la naturaleza de estos animales, "suelen ser muy curiosos y cuando ven a estas orugas se acercan a olisquearlas". Y es ahí donde empieza el problema. "Las púas de las procesionarias son una especie de arpones que se clavan en la lengua o los conductos respiratorios de los animales, liberan sus toxinas y provocan una respuesta alérgica potencialmente mortal", comenta esta especialista, que trabaja en una clínica de Hospitalet de Llobregat.

"Los perros se acercan a olisquear a las orugas y ahí empieza el problema: las púas se les clavan y liberan toxinas que pueden ser mortales"

Maria Elena Garcia

— Veterinaria

La reacción anafiláctica causada por una oruga procesionaria en un perro puede desencadenar un amplio abanico de síntomas entre los que destacan, por ejemplo, prurito facial, hinchazón de la lengua, obstrucción de las vías respiratorias y, en los casos más grave, incluso la muerte del animal. "Las procesionarias pueden causar daños muy graves en los perros. A algunos tenemos que intubarlos y realizarles traqueotomías. A otros tenemos que amputarles un trozo de la lengua porque la toxina les ha causado una necrosis. Se trata de una reacción anafiláctica muy grave por la que hay que acudir corriendo al veterinario", comenta Bou, del servicio de medicina intensiva del Hospital Clínic Veterinari Barcelona (UAB-FHCV).

Aumento de las consultas

La aparición cada vez más temprana de las procesionarias también se está reflejando en los centros veterinarios. En el Hospital Clínic Veterinari Barcelona, por ejemplo, hasta ahora lo normal era recibir las primeras consultas relacionadas con la procesionaria de cara a la primavera. Pero en los últimos años, dado que estos insectos se han adelantado varios meses respecto a su calendario oficial, las afectaciones en animales también lo han hecho.

En 2021, por ejemplo, el primer caso de un perro afectado por este insecto se registró el 15 de marzo. En 2023, a finales de enero. Y en 2024, a mediados de enero. En lo que llevamos de año, en este centro ya se han atendido seis canes afectados por la procesionaria. Esto, según los registros del centro, supone el triple respecto a las cifras habituales para este periodo.

En algunos centros, las consultas relacionadas con estas orugas se han multiplicado y han aparecido hasta tres meses antes de lo normal

Por el momento, según explica García, el 'boom' de consultas relacionadas con las procesionarias aún parece algo acotado. En las grandes ciudades, por ejemplo, aún no se ha observado un incremento significativo de casos. Donde sí se está viendo un impacto algo más destacable es en las localidades de extrarradio, las urbanizaciones o, en general, en los municipios donde existen espacios naturales con más presencia de pinos.

En Mataró, en el Masnou o en varios parques de Barcelona, los respectivos ayuntamientos ya han colgado carteles alertando de la presencia de procesionarias en algunas zonas muy transitadas por perros. Entre los dueños de estas mascotas, también se comenta con cada vez más frecuencia casos cercanos de animales fallecidos o heridos en las últimas semanas debido al contacto con este insecto.

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