Olas de calor y picos de más de 40ºC recurrentes: 3 claves para entender por qué este calor no es normal

Valores por encima de la media

Según apuntan los registros históricos, la temperatura 'normal' para un verano en España se debería situar en torno a los 22 °C y 23°C grados en territorios peninsulares y hasta a los 25,5 °C en los archipiélagos. En los últimos años, los termómetros españoles han marcado temperaturas muy por encima de estos valores durante los meses de junio, julio y agosto (el periodo que, meteorológicamente hablando, se considera como verano). Esto indica que los últimos veranos han sido más calurosos que los de las décadas anteriores.

El verano de 2022, por ejemplo, la temperatura media estuvo casi dos grados por encima de los valores normales para esta época del año. En la Península se registró una media de 24,7 °C, en Baleares se alcanzaron los 27,3 °C y en Canarias los 23,5 °C. Este año, el primer mes del verano ha estado al menos 1°C por encima de la media. A mediados del segundo, los registros corroboran que seguimos estando por encima de los valores normales para la época. Y según apuntan los pronósticos estacionales, hasta finales de agosto se esperan temperaturas por encima de los valores habituales para esta época del año.

Más días de calor extremo

El aumento de la temperatura media del verano no es el único valor que se ha distorsionado en los últimos años. Según apunta un análisis de eltiempo.es, también han aumentado drásticamente <strong>el número de días de calor extremo</strong> (es decir, jornadas en las que se observan algunas de las temperaturas más altas jamás registradas por esas fechas). En el interior de España, por ejemplo, los valores máximos son hasta 3°C más altos ahora que en la década de los 60. En localidades como Tortosa o Madrid, el umbral de calor extremo ha aumentado por encima de 3,5°C en los últimos cincuenta años.

También se ha observado cómo el número de días considerados como muy cálidos se ha multiplicado por tres en las últimas décadas. En Madrid, por ejemplo, entre 1961 y 1970 se registraron 11 días de calor extremo durante el verano. En ese mismo periodo, entre los años 2013 y 2022, los días de calor extremo fueron 241. La misma situación se repite en Barcelona. En la década de los 60 se vivieron 42 días de calor extremo, mientras que en estos últimos 10 años se contabilizaron un total de 173 jornadas con temperaturas anómalamente altas. La misma situación se repite en ciudades como Zamora, Ávila, Navacerrada, Cuenca, Tortosa, Reus y Lleida.

Olas de calor más extremas y frecuentes

En los últimos años también se ha observado un aumento de la intensidad y la frecuencia de las olas de calor. Ahora no solo tenemos más olas de calor sino que son más intensas, duran más y afectan a más territorios. Según apuntan los registros históricos, en los años 70 y 80, lo 'normal' era registrar entre una y dos olas de calor al año y, como mucho, alcanzar máximas de como 40 ºC. En la última década, en cambio, se han registrado entre dos y cuatro olas de calor al año. En 2017 incluso se llegaron a contabilizar cinco episodios de este tipo, que en total sumaron más de 25 días de calor extremo.

El año pasado también se batió otro récord similar. El 2022 fue el año con más días de ola de calor, con un total de 41 jornadas de calor extremo repartidas a lo largo de tres episodios. Ese año también se registró la segunda y la tercera ola más larga desde que existen registros. Este año, por estas fechas, España ya ha registrado tres episodios de ola de calor. Según apuntan los pronósticos, en los que se vislumbra un verano con más calor de lo habitual, no podemos descartar la idea de que lleguen más episodios de calor extremo.