DESESCALADA en la capital catalana

La contaminación regresa a BCN pero sin alcanzar el nivel anterior al covid

Un hombre circula con su bicicleta por el nuevo carril bici de la avenida de Salzareda, en Santa Coloma de Gramenet.

Un hombre circula con su bicicleta por el nuevo carril bici de la avenida de Salzareda, en Santa Coloma de Gramenet. / El Periódico

Michele Catanzaro

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La contaminación ha ido aumentando de nivel en Barcelona desde que se inició la desescalada, con grandes oscilaciones producidas por la meteorología variable que ha habido en la capital catalana las últimas semanas. Pero pese al repunte, la temida vuelta a los niveles habituales de polución -sistemáticamente por encima del nivel seguro para la salud- todavía no se ha producido. Y por lo que apuntan los expertos, posiblemente no se alcanzarán hasta dentro de unos meses, cuando vaya reduciéndose el teletrabajo y una vez pasadas las vacaciones de verano.

El tráfico en el área metropolitana sigue por debajo de lo habitual. La única modalidad que se ha recuperado, ya desde principios de mayo, es la bicicleta, que ha alcanzado en junio picos de uso un 50% más altos que los días anteriores a la crisis.

La tendencia de la contaminación en Barcelona, revelada por sus estaciones de medición, cuadra con las imágenes proporcionadas por el satélite Sentinel, de la ESA. Estas sugieren que el dióxido de nitrógeno (NO2) ha vuelto a emitirse en abundancia en España, pero menos que antes de la crisis.

La permanencia del teletrabajo, la limitada vuelta a los colegios y las inminentes vacaciones dejan abierta la posibilidad de que la movilidad no se recupere hasta septiembre

Días récord

"Los 20 registros con menor contaminación de NO2 en la serie histórica de Barcelona se han dado durante los días de confinamiento y cinco de ellos en mayo", observa Miquel Ortega, físico y autor del 'blog' contaminació.barcelona, basándose en datos de estaciones de Barcelona.

Es posible que la movilidad no se recupere hasta septiembre  

La tendencia al alza empezó a ser manifiesta durante el mes pasado. En la semana del 18 al 22 de mayo incluso se superó el umbral de los 40 microgramos por metro cúbico. Este es el nivel promedio anual por encima del cual la OMS considera que la contaminación es peligrosa para la salud.

Sin embargo, Ortega pone matices. En primer lugar, la polución ha ido oscilando. En esa semana, subió mucho por condiciones anticiclónicas, que favorecen la acumulación de contaminantes. En otras semanas, bajó en picado por la lluvia y el viento. En segundo lugar, el umbral de la OMS es un promedio anual, así que no es un problema si se supera puntualmente. "Si miramos la media de los últimos 12 meses, vemos que en mayo por primera vez todas las estaciones arrojaron promedios debajo del nivel de la OMS, gracias a la caída experimentada durante el confinamiento", observa Ortega.

Repunte parcial del tráfico

Que no estemos de vuelta a la situación precrisis se debe a la evolución del tráfico. Este sigue por debajo de los niveles anteriores al confinamiento. El tráfico privado, dominado por el coche, está todavía un 30% por debajo de lo habitual, mientras el transporte público continúa a un 70% menos. Lo imprevisto es que, entre los vehículos privados, el único que ha alcanzado y superado con creces los niveles anteriores a la crisis es la bicicleta.

"Las cosas vuelven a su cauce, pero no del todo: sigue el teletrabajo, hay más desempleo y las escuelas no están del todo abiertas", explica Mark Nieuwenhuijsen, experto en planificación urbana del Institut de Salut Global de Barcelona (ISGlobal). "La gente tarda más tiempo en volver al transporte público, porque está preocupada por el contagio. La bicicleta, al contrario, es un medio rápido que facilita el distanciamiento", explica.

Según Nieuwenhuijsen el crecimiento de las bicicletas no se debe tanto a los nuevos carriles bici, que juzga insuficientes, sino a un mayor uso de la red de vías ciclables desplegada en los años inmediatamente anteriores.

Ortega cree que la movilidad no acabará de repuntar hasta septiembre, ya que las medidas actuales contra el covid empalmarán con las vacaciones de Agosto. "Si tenemos este margen de tiempo, puede que para Septiembre la gente haya recuperado la confianza en desplazarse en el transporte público", aventura el físico.

Confinar el coche

"Sería absurdo que este desconfinamiento, pensado para protegernos del virus, expusiera nuestra salud a otro peligro: la contaminación", constata Olga Margalef, ambientóloga e integrante de la Plataforma per la Qualitat de l’Aire. 

Entidades convocan marchas el 11 de junio pidiendo "confinar el coche"

Esta organización, junto con otras entidades, ha convocado en siete municipios catalanes sendas marchas para mañana, 11 de junio, bajo el lema "Confinemos el coche. Recuperemos la ciudad".

"Hay estudios preliminares que relacionan el daño producido por la contaminación con peores consecuencias del covid", afirma Margalef. 

Margalef pide medidas permanentes y no limitadas a la crisis del covid, de escala metropolitana en el caso de Barcelona, y que recorten por la mitad el tráfico de coches. "Estamos en un momento de repensamiento total de la sociedad, es un buen momento para hacer este cambio", concluye Margalef.

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