ECOSISTEMA AMENAZADO

La arena que marca la silueta de los arrecifes de coral podría salvarlos

arrecife-coral

arrecife-coral

Europa Press

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Los arrecifes de coral, unos ecosistemas ocultos en las profundidades del océano, están siendo gravemente amenazados por el impacto de la actividad humana. Ahora, un equipo de investigadores de la Universidad de Hawai (UH) en Manoa revela que la presencia de halos de arena que rodean los arrecifes puede servir como un indicador de la salud de estas estructuras subacuáticas ocultas bajo las aguas. 

El trabajo, liderado por Elizabeth Madin, profesora asistente de investigación en el Instituto de Biología Marina de Hawai (HIMB, por sus siglas en inglés) en la Escuela de Ciencia y Tecnología del Océano y la Tierra de Manoa, argumenta que este enigmático fenómeno natural que durante décadas ha intrigado a los expertos podría ayudar a estudiar la salud de los arrecifes de coral desde el espacio.

Los parches de arrecifes de coral a menudo están rodeados por grandes halos de arena de cientos o miles de metros cuadrados. Más allá de estos halos, también se encuentran exuberantes praderas de algas marinas. Dos estudios recientemente publicados arrojan luz sobre estas características visibles desde las alturas.

El 'misterio' de los halos de arena

Los científicos han observado halos de arrecifes durante décadas y han explicado su presencia como resultado de peces e invertebrados, que generalmente se esconden en un trozo de coral, aventurándose a comer algas y pastos marinos que cubren el fondo marino circundante. Se ha pensado que el temor de que los depredadores mantengan a estos animales más pequeños cerca de las zonas seguras como explicación de por qué el área despejada es circular. El trabajo reciente de Madin revela que hay más en la historia y, además, estas características pueden ser útiles para observar aspectos de la salud del ecosistema de arrecife desde el espacio.

En conjunto, el trabajo de Madin muestra que la presencia de halos puede servir como un indicador de aspectos de la salud del ecosistema de arrecife, ya que se sospecha que los halos son el resultado indirecto de poblaciones sanas de depredadores y herbívoros. Los estudios en curso de Madin sobre los halos han demostrado que pueden aparecer y desaparecer con el tiempo y cambiar significativamente de tamaño, un fenómeno que sugiere que los factores ambientales también influyen en los halos.

"Necesitamos con urgencia formas más eficientes en cuanto a costos y tiempo para monitorear estos arrecifes --dice Madin--. Nuestro trabajo combina imágenes satelitales de libre acceso, con experimentos y observaciones tradicionales basados en el campo, para comenzar a desentrañar el misterio de lo que los patrones globalmente extendidos de 'halos' alrededor de los arrecifes de coral pueden decirnos sobre cómo los ecosistemas de arrecifes pueden estar cambiando en el espacio y/o tiempo debido a la pesca o las reservas marinas. Esto, por lo tanto, allanará el camino para el desarrollo de una solución novedosa, basada en la tecnología, al desafío de monitorear grandes áreas de arrecifes de coral y permitir la gestión de ecosistemas de arrecifes saludables y pesquerías sostenibles", añade la investigadora. 

Impacto de las reservas marinas

En uno de los nuevos estudios de Madin, publicados en la revista científica 'Proceedings of the Royal Society B', su equipo de científicos descubrió que las reservas marinas en las que está prohibida la pesca forman patrones de vegetación a escala marina en los ecosistemas de arrecifes de coral, lo que influye en la ocurrencia del prominente patrón de 'halo'. Esto significa que las reservas marinas pueden tener un impacto aún mayor en los paisajes marinos de los arrecifes de coral de lo que se sabía anteriormente.

El equipo planteó la hipótesis de que, si "la formación de los halos era impulsada por el miedo de los peces pequeños a ser comidos, el número de depredadores debería estar relacionado con si estos parches desnudos aparecen y cómo de grandes son", explica Madin en un artículo publicado recientemente en la revista 'New Scientist'. "Con menos depredadores, uno esperaría que los peces que pastan sean menos temerosos y se aventuren más lejos del arrecife, dando como resultado halos más amplios", agrega.

Pero para sorpresa de Madin y su equipo, al utilizar imágenes satelitales, no vieron diferencias en el tamaño de los halos dentro o fuera de las reservas marinas sin pesca. Sin embargo, sí encontraron que los halos tienen una probabilidad significativamente mayor de ocurrir en las reservas marinas sin captura, lo que demuestra los efectos novedosos de las reservas marinas a escala de paisaje.

En el segundo estudio, publicado en 'Frontiers', Madin y sus colegas hallaron que un conjunto de interacciones de especies más complejo de lo que se suponía anteriormente podría influir en estos halos. Usando una combinación de trampas remotas de alta definición para cámaras de vídeo subacuáticas y estudios ecológicos tradicionales en arrecifes de coral dentro de la Gran Barrera de Coral de Austral, Madin observó que, además de los peces herbívoros que juegan un papel importante en la formación de halos, los peces comedores de invertebrados que cavan en la arena en busca de presas alteraban las algas fuera de los bordes de los halos y los hacían más grandes. Así, se reveló otra pieza del rompecabezas.