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Tecnología al servicio de las personas

Más Personas. Congreso del Tercer Sector

Más Personas. Congreso del Tercer Sector / ELISENDA PONS

Carme Escales

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Estas son tres experiencias 'tecnológicas presentadas en el Congreso del Tercer Sector:

EMULAR EMOCIONES

Estímulos más allá de las palabras

Pleo es un robot que emula aspecto y comportamiento de una cría de dinosaurio, se mueve como lo haría un cachorro prehistórico real. Llegó a las instalaciones de la Fundació El Redós de Sant Pere de Ribes (www.elredos.cat), como un regalo, en busca de sonrisas y caricias. Y las halló. La mascota se ha convertido en un espontáneo estimulador de emociones, comunicación y expresión de personas con deterioro de la memoria y la actividad mental, algo que supone toda una victoria para las cuidadoras de las usuarias y usuarios de este centro de servicio dedicado a ellos. “Gracias a la interacción con el dinosaurio, estas personas pasan de la pasividad a la actividad, y ese es nuestro objetivo, que mantengan activa su mente todo lo posible”, expone la psicóloga del Centro El Redós, Anna Barea. Una hora a la semana, el dinosaurio pone en juego esas actitudes afectivas inspiradas en los movimientos tan realistas del robot. El dinosaurio Pleo también ha cumplido la misma función de estimulación de expresión y emociones con niños con diagnóstico de autismo y también con menores en el Hospital de Sant Joan de Déu.

"No nos interesa tanto el aprendizaje técnico de la robótica, sino despertar talento»

Y del uso práctico como estímulo de emociones, al aprendizaje de la robótica para despertar talento y capacidades de jóvenes. Es una de las acciones de la cooperativa Colectic (www.colectic.coop), que gestiona diversos proyectos en escuelas y extraescolares que tienen la robótica como protagonista. “No nos interesa tanto el aprendizaje técnico de la robótica, sino las capacidades y talento que puede despertar en los alumnos”, puntualiza Anna Inglés, miembro de esta cooperativa sin ánimo de lucro del barrio barcelonés del Raval, con 25 años de experiencia, como asociación, en el trabajo comunitario y social. Jóvenes a partir de 12 años y adultos sin límite de edad asisten las tardes de los jueves a sus talleres de alfabetización sobre nuevas tecnologías y su utilidad para encontrar trabajo, por ejemplo.

REALIDAD AUMENTADA

Viaje a la oportunidad del voluntariado en 360º

Más de 16.500 personas son voluntarias de Creu Roja en Catalunya. Unas conocieron esa opción de ayuda a través de amigos o familiares que ya eran voluntarios. A otras les llegó a sus manos un trípico informativo sobre las actividades de apoyo a colectivos más vulnerables a los que se dirige Creu Roja, y con los pasos a seguir para ser voluntario. Pero en noviembre del pasado año, la captación de voluntarios dio un paso delante de la mano de la tecnología. Ahora es mediante la filmación en 360º de la participación en los programas de Creu Roja que se lleva a potenciales nuevos voluntarios a hacerse una completa idea de lo que supondría su intervención de manera altruista. Tres videos sobre su proyecto de infancia; su servicio preventivo de urgencia y de las actividades en su centro de día y distribución de alimentos en su tienda, donde los usuarios intercambian la compra por vales, se vivencian con gafas de realidad aumentada, de un modo muy directo y atractivo. “En institutos que visitamos y donde impartimos charlas sobre nuestro trabajo, ferias a las que asistimos o en campañas en la calle, con unas simples gafas de realidad aumentada convertimos a posibles voluntarios en protagonistas de un viaje virtual a lo que ellos y ellas podrían hacer”, explica la técnica de voluntariado de Creu Roja, Laura Rojas.

"Convertimos a posibles voluntarios en protagonistas de un viaje virtual a lo que pueden hacer»

La nueva campaña de captación de voluntariado, ‘Som 360’, es un recurso iniciado en la asamblea de Barcelona ciudad (Creu Roja se organiza a través de asambleas territoriales), pero podrá implantarse al resto de sus equipos en el territorio. “Desde el inicio de esta aproximación a nuestros proyectos con la realidad aumentada, hasta finales de septiembre de este año, hemos duplicado las solicitudes de voluntariado del mismo periodo un año atrás”, precisa Rojas. Dispositivos de cartón y flyers con 3 códigos QR permiten compartir la experiencia con amigos y familiares y llevarlos a ese viaje al voluntariado.

ROBÓTICA SOCIAL

Máquinas que suplen carencias

En los 30 años de historia de la Fundació Ave Maria, una institución privada sin ánimo de lucro dedicada a la atención de personas adultas con discapacidad intelectual, que tiene su sede en Sitges (www.avemariafundacio.org), siempre se ha caminado de la mano de la tecnología. La innovación ha sido un sello distintivo, en aras de facilitar el bienestar de las personas. Evolucionaron tanto en su búsqueda de esas mejoras a través de la técnica, que hace tres años decidieron separar las actividades asistenciales de su trabajo de innovación. “Nos convenía enfocar una investigación muy aplicada e impulsar proyectos que resuelvan necesidades”, precisa el director del Institut de Robótica para la Dependencia (www.institutorobotica.org), Joan Olivé.

"Nos convenía investigación aplicada y proyectos que resuelvan necesidades»

Por ejemplo, han ideado una mesa (Armony) que incorpora una pantalla táctil con un software que permite trabajar la estimulación cognitiva. “Está pensada para residencias de personas con discapacidad intelectual”, explica Olivé. Desde el instituto que dirige también han ideado juegos digitales a medida de las necesidades de las personas a las que atienden, juegos que estimulan la capacidad cognitiva o la coordinación motora. El modelo de sostenibilidad del instituto es a través de la venta de sus ingenios, venta sin ánimo de lucro, pues todo lo que perciben por la adquisición de sus productos es reinvertido en nuevas investigaciones. Optan también a proyectos de envergadura europea. Otra solución ideada por ellos es un sistema de lavandería (Laundry ID), también pensado para residencias de personas mayores o con discapacidad, que identifica la ropa de usuarios con un chip para evitar pérdidas, al mismo tiempo que adaptan el servicio a personal laboral con alguna discapacidad.

En el Instituto de Robótica trabajan cuatro personas y colaboran voluntarios que ayudan a desarrollar los productos. Y con todos ellos realizan prácticas de estudios alumnos de ciclo superior de Formación Profesional.