10 cosas que hay que saber de Rami Malek

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Núria Marrón

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El actor, que ha vuelto a la pantalla con la cuarta y última temporada de la serie ‘Mr. Robot’, anima la promoción del próximo 007, en el que hace de villano, diciendo que en el rodaje se dio un pico con Daniel Craig. Repasamos la trayectoria de esta (esquinada) estrella en explosión.  

1. No interpretará a villanos yihadistas

Bastante antes de darse un pico con Daniel Craig en el rodaje del último 007 –«¿eso me convierte en una chica Bond?», ha bromeado esta semana–, Rami Malek había dejado claro a los productores de la saga que se olvidaran de él si le estaban ofreciendo el papel de villano por la nada remota posibilidad de que fuera un yihadista y/o un líder islamista. «Es triste que a los actores con raíces en Oriente Próximo solo nos ofrezcan papeles de terrorista», había dicho el actor, de 38 años, que ya hizo de terrorista árabe en '24', de insurgente iraquí en 'Over there' y –ya sin pistolas– de faraón en 'Una noche en el museo' y hasta de vampiro egipcio –¿?– en la saga 'Crepúsculo'.    

2. "Temblaba" en la audición de 'Mr. Robot'

Nadie duda de que, difícilmente, Sam Esmail podría haber encontrado un mejor candidato para interpretar al 'hacker' yonqui y psicótico de Mr. Robot, ese ser aislado y en colapso, pero también con un anhelo irreductible de justicia, que se convierte en la persona perfecta para hacer volar el mundo. No fue fácil, sin embargo, llegar hasta Malek. Primero, porque un centenar de candidatos le habían precedido. Y segundo porque Esmail se topó en la audición con un tipo de ojos saltones «que temblaba» y decía que el guion le «generaba ansiedad». Pero "lo hizo" –añadiendo dosis propias de dolor y vulnerabilidad– y desde entonces el director duda de si aquel casting tan manicomial no formaba en realidad parte de la 'performance'. 

3.- Habló árabe hasta los 4 años

Cuenta Malek que la sensación de desencaje que comparten sus dos personajes más icónicos –el Freddie Mercury de 'Bohemian Rhapsody' y el Elliot Alderson de 'Mr. Robot'– no le es en absoluto ajena. Sus padres, egipcios coptos, emigraron a Los Ángeles en 1978. Y él habló árabe hasta los 4 años, cuando empezó a ir a un colegio católico en el que no se atrevía ni a decir a sus compañeros que pronunciaban mal su nombre. 

«No hay una primera o segunda generación. Mi herencia es el material del cual estoy hecho. Soy egipcio». Cuenta, por ejemplo, que de pequeño «amaba» a Omar Sharif  y que una de las tradiciones domésticas era despertar a los niños –tiene un hermano gemelo, Sami, hoy profesor, y una hermana, Jasmine, doctora– a medianoche para hablar con sus parientes de Faltouz, la aldea egipcia familiar.

4. Del instituto a 'Las chicas Gilmore'

A pesar de que sus padres querían que fuera para abogado y cursaba clases de debate, un profesor del Notre Dame High School de Sherman Oaks, donde coincidió con Kirsten Dunst, vio que sus habilidades casaban mejor con la interpretación. Ya encauzado, su primer trabajo fue en 'Las chicas Gilmore' y también puso voz a videojuegos.

5.- Dejó la interpretación en el 2010

 Lo hizo tras 'The Pacific', serie en la que se desquició más de lo habitual pensando que había hecho «el peor trabajo de su vida» nada menos que ante Tom Hanks y Steven Spielberg, los productores. «Luego aprendí a echar menos responsabilidad sobre mis hombros». 

6. Mide sus palabras

Habla con cuenta gotas de su casi todo: de su relación con la religión copta, de su método de trabajo y por supuesto de su noviazgo con la actriz Lucy Boynton, a la que conoció en 'Bohemian Rhapsody'. «Lo aprendí de Freddie: nunca des más información de lo que deseas». De hecho, pocas veces se ha saltado el voto de prudencia. Una de ellas fue semanas atrás, cuando, acompañado por la revista 'GQ', fue a una tienda Goop –ese templo de Gwyneth Paltrow consagrado al bienestar de lujo– para llevarle un detalle a Boynton y sopesó regalarle sales minerales porque –¿saben?– «ella es británica y todo lo que hace es darse baños». 

7. Vio "1.500 veces el 'show' del Live Aid

Para sentirse en los zapatos de Mercury, se puso dientes postizos, persiguió a cuanta gente conoció al artista y vio "más de 1.500 veces" su actuación en el concierto Live Aid hasta que la pudo reproducir gesto a gesto. Así, el actor se las apañó para brillar en un 'biopic' que fue el hazmerreír de la crítica, lo cual no deja de tener mérito. 

8. Es un 'gourmet' del estilo

Su personaje en 'Mr. Robot' lo descubrió al mundo con capucha, ojos salvajes y hombros encogidos. Sin embargo, en la alfombra roja se muestra como un 'gourmet' del estilo –'dress code': esmóquines llamativos y pantalones de pitillo– que va cumpliendo a rajatabla los ritos de la celebridad: ya ha ganado un Oscar, ha protagonizado una campaña de moda (Dior) y ha salido en la lista de influyentes de la revista 'Time'.

9. Un rostro de la América mestiza

A pesar de que los personajes blancos y anglosajones siguen dominando las ficciones, en los últimos años se ha abierto una grieta por la que se están colando actores que, como Sandra Oh y Malek, hasta hace bien poco sentían que ni sus rasgos ni sus nombres encajaban en una industria obsesionada con la blanquitud y desenchufada de la realidad. La América mestiza, pues, pide paso.

10. El final de 'Mr. Robot'

¿Qué va a decir Malek del final de la serie a la que tanto debe? Pues que será «emotivo e impactante». Habrá, pues, que ver qué quiere decir eso exactamente en ese pulso desquiciado entre un pirata informático y el capitalismo global.