Eduard Iniesta :«Siento mucho respeto e ilusión ante el pregón»

El domingo 5 de octubre, justo a las 12.00 horas, en el balcón consistorial con vistas a la plaza de Comas de Les Corts, el músico y compositor Eduard Iniesta (Barcelona, 1968) pronunciará el pregón de la fiesta mayor del barrio, un desfile de espectáculos y actividades que del 3 al 12 de octubre, como él dice - «es una magnífica ocasión para crear sinergias en el barrio».

-¿Cuáles considera que son los mejores ingredientes de un pregón?

-Creo que debe incluir optimismo, pero sin obviar la realidad porque un exceso de optimismo resulta naíf. También pienso que debe transmitir a la gente coraje y un punto de crítica social, algo que como artistas debemos hacer. Por tanto, coraje y optimismo, pero también realismo.

-¿Cómo se sintió cuando le encargaron el pregón? ¿Cómo fue?

-Me llamaron por teléfono, a finales de julio, y me dijeron que sabían que vivía aquí, porque yo soy corsenc de adopción, desde el 2006, aunque nací en el Eixample. Y, bueno, siento, ante todo, responsabilidad. Tengo el listón alto, pues me han precedido Lluís Llongueras y Jordi Pujol, bueno, este último, a pesar de todo, es un gran orador. Pero yo soy un hombre de notas musicales, y hablar es otro tema. Me han dicho que tengo ocho minutos y ya lo tengo bastante claro, tengo que acabar de valorar si musicalmente hago algo.

-Usted ha actuado ante multitudes junto a Maria del Mar Bonet, Marina Rossell... y ahora en su gira con el espectáculo Vinyoli, la petita casa de mi mateix, homenaje al poeta Joan Vinyoli, con Mercè Sampietro. Después de actuar ante tantísimo público, ¿el pregón impresiona?

-Es que la gente espera que el músico toque, no que hable. En realidad, vas a exhibir un arte que no dominas, porque yo no soy un predicador, pero los retos siempre me han gustado  Aunque insisto en la responsabilidad que supone, porque los vecinos de Les Corts merecen un mensaje de su pregonero que esté a la altura de su fiesta y del que puedan sentirse orgullosos. Me hace mucha ilusión, lo digo con toda sinceridad.

-¿Participa normalmente en la fiesta mayor del barrio?

-Si estoy aquí sí, aunque de manera pasiva, como espectador. Siempre he sentido como una asignatura pendiente participar de la fiesta de manera más activa, en la organización por ejemplo, pero la música es muy celosa del tiempo del músico, reclama muchas horas y energía para lograr que la inspiración te encuentre trabajando.

-¿Qué actos son sus preferidos de las fiestas de Les Corts?

-Me gusta mucho la diada castellera. Y los diables y el correfoc me parecen fantásticos, y pasan por mi calle. Me gusta verlos desde arriba, pero también bajar a la acera y vivirlos desde dentro. Me da la sensación que algo tan salvaje, ese terrabastall, ese estruendo salvaje y ancestral me conectan mucho con nuestros ancestros, tiene algo de almogávar.

-¿Cómo es su barrio?

-Les Corts es muy vital. Aquí se hacen muchísimas cosas y sus plazas están llenas de gente, es fantástico. Y los días de su fiesta mayor son un paréntesis en la cotidianidad que facilita que se cree todavía más sentimiento de barrio, para que surjan más sinergias y conexión vecinal.

-Ahora compone una obra para la Orquestra Nacional d'Andorra y sus instrumentos mediterráneos, que se estrenará en mayo en el Palau de la Música. ¿Les Corts es un lugar inspirador?

SEnDSí, yo aquí me inspiro mucho. Paseo y observo a la gente, veo a alguien haciendo algo y me invento una historia, estiro los hilos de la realidad cotidiana que me envuelve.