"Desórdenes públicos"

Bruselas anula una cumbre de la extrema derecha europea

Un alcalde de la capital belga anula la reunión alegando "riesgo de desórdenes públicos" y el primer ministro responde que es "inaceptable" y atenta contra la libertad de expresión

Jóvenes, ¿el impulso de la extrema derecha en Europa?

El primer ministre hongarès, Viktor Orbán (esquerra), dialoga amb el seu homòleg eslovac, Robert Fico. | JOHN THYS / AFP

El primer ministre hongarès, Viktor Orbán (esquerra), dialoga amb el seu homòleg eslovac, Robert Fico. | JOHN THYS / AFP / Gemma Casadevall

Silvia Martinez

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En la lista de oradores de la conferencia anual de nacionalistas conservadores europeos (NatCon), una convención de políticos de extrema derecha que se celebra este martes y miércoles en Bruselas, se incluían figuras como el primer ministro de Hungría, el iliberal Viktor Orbán, el ex primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, el político ultraderechista francés Eric Zemmour o el exeurodiputado euroescéptico Nigel Farage. El alcalde de Saint Josse, el barrio de Bruselas donde se celebraba el acto, ha decidido anular la cumbre cuando no había hecho más que empezar. "La extrema derecha no es bienvenida", ha zanjado Emir Kir.

"La policía belga ha decidido interrumpir una conferencia del NatCon en Bruselas solo dos horas después de su inicio. Imagino que no podrían aceptar la libertad de expresión. La última vez que intentaron silenciarme con la policía fue cuando los comunistas me atacaron en el 88. No abandonamos entonces y no abandonaremos tampoco ahora", ha arremetido Orbán, que ha participado este martes junto con Morawiecki en una conferencia organizada por los Conservadores y Reformistas del Parlamento Europeo (ECR), en un mensaje en la red social X (antes Twitter).

Los organizadores de la reunión, el 'think tank' de extrema derecha MCC Brussels, intentaron inicialmente reservar para la cita el Concert Noble, una sala de eventos que suele acoger todo tipo de acontecimientos políticos y sociales ubicada en Bruselas, cerca de la sede del Parlamento Europeo. Su intento no prosperó por las quejas y denuncias de varias organizaciones, incluida la Liga de derechos humanos y la Coordinación antifascista de Bélgica, que se movilizaron para impedir la celebración del encuentro, destinado a recaudar fondos. También el alcalde de Bruselas, Philippe Close, recomendó la cancelación de la conferencia o la movilización de un equipo de seguridad suficiente para supervisar el evento y evitar incidentes.

El segundo intento por conseguir una sala en el céntrico hotel Sofitel también se topó con la negativa del alcalde de la comuna de Etterbeek donde se ubica este establecimiento. Finalmente, la cumbre ha arrancado este martes en el hotel Claridge, ubicado en la comuna de Saint Josse, a escasos metros del barrio europeo. Sin embargo, a media mañana, apenas unas horas después de su inicio, el alcalde anunciaba la anulación con carácter inmediato de la conferencia para evitar desórdenes públicos. "Hay un riesgo de desórdenes públicos si la conferencia se mantiene", ha justificado Emir Kir. "En base a la opinión de mi jefe de policía, así como del Órgano de Coordinación para el Análisis de Amenazas, he decidido emitir una orden policial destinada a prohibir el evento y esto con efecto inmediato", ha anunciado minutos antes de un despliegue policial que ha acordonado la entrada para impedir el acceso al congreso.

De Croo: "Es inaceptable"

La reunión, no obstante, se ha mantenido a puerta cerrada y los que ya estaban dentro del hotel han podido continuar en el edificio. Está por ver si el encuentro podrá continuar este miércoles, cuando estaba prevista una alocución de Orbán, en el mismo emplazamiento o en otro lugar. La decisión, en todo caso, ha creado un profundo malestar en el Gobierno federal. Hasta el punto de que el primer ministro de Bélgica, el liberal Alexander de Croo, también ha emitido un mensaje. "Lo que pasó hoy en el Claridge es inaceptable. La autonomía municipal es una piedra angular de nuestra democracia, pero nunca puede anular la Constitución belga, que garantiza la libertad de expresión y de reunión pacífica desde 1830. Prohibir las reuniones políticas es inconstitucional. Punto final", ha recordado.

No ha sido el único. También el partido de extrema derecha, Vlaams Belang, o los nacionalistas de la N-VA han arremetido contra la decisión de impedir el congreso. "Bruselas es el lugar donde un imán radical puede cantar souras agresivas en un parlamento y salirse con la suya, donde la gente puede marchar cantando junto a organizaciones peligrosas como Samidoum su odio hacia Occidente y su antisemitismo y salirse con la suya, pero donde los políticos como Suella Braverman (diputada del Partido Conservador británico) no pueden utilizar su libertad de expresión para discutir los desafíos de Europa. ¿Estoy de acuerdo con quién estaba hablando? Absolutamente no. Pero tienen derecho a expresar sus opiniones libremente", ha indicado la eurodiputada de la N-VA, Assita Kanko.