Al menos 29 muertos tras ataques yihadistas en Irán

Al menos 11miembros de las fuerzas de seguridad iranís murieron en dos ataques, uno de ellos contra una comisaría, reivindicados por un grupo yihadista en Sistán Baluchistán, en el sureste de Irán, informó el jueves un medio oficial. "Los atentados se saldaron con la muerte de 11 miembros de las fuerzas de seguridad y de 18 terroristas", indicó la televisión estatal. En los enfrentamientos nocturnos que siguieron con las fuerzas de seguridad, 18 miembros de Jaish al-Adl (Ejército de Justicia), un grupo armado sunita, murieron, informó el jueves la televisión estatal iraní.

El grupo yihadista Jaish al Adl (Ejército de la Justicia en árabe), con base en Pakistán, reivindicó estos ataques a través de sus páginas en Telegram. Este grupo rebelde sunita, formado en 2012, llevó a cabo varios ataques en suelo iraní en los últimos años. Es considerado una "organización terrorista" por Irán, mayoritariamente chiíta, así como por Estados Unidos. En diciembre, Jaish al Adl ya había reivindicado un ataque contra una comisaría de policía de Rask, que costó la vida a once policías iraníes. A mediados de enero, Irán llevó a cabo un ataque en Pakistán, dirigido contra la sede de este grupo, según la agencia de prensa iraní Mehr.

Irán y Pakistán se acusan con frecuencia de permitir que grupos rebeldes operen desde sus respectivos territorios para lanzar ataques. Jaish al Adl fue entrenado por activistas separatistas de los Balcanes, una minoría de unos 10 millones de personas mayoritariamente sunítas repartidas entre Irán, Pakistán y Afganistán.

El ataque tuvo lugar en las localidades de Chabahar y Rask en Sistán-Baluchistán, que hace frontera con Afganistán y Pakistán. Fuentes de Al Jazeera aseguraron que "hombres armados irrumpieron simultáneamente en varios complejos militares y de seguridad... y también llevaban chalecos explosivos". "Los terroristas no lograron su objetivo de apoderarse de los cuarteles generales de la Guardia en Chabahar y Rask", dijo el viceministro del Interior, Majid Mirahmadi, a la televisión estatal.

El ataque se produce en un “momento muy crítico” para Irán, días después de que su consulado en Damasco, Siria, fuera alcanzado en un ataque con misiles israelíes por el que Irán ha prometido venganza. Israel está en alerta máxima ante la previsión de una acción de fuerzas iranís o proiranís en territorio israelí. El general de brigada Mohammad Reza Zahedi , un alto comandante de la Fuerza Quds del CGRI, y su adjunto, el general Mohammad Hadi Hajriahimi, murieron en ese ataque del lunes.

Grupo terrorista

Jaish al-Adl se formó en 2012 y está en la lista negra de Irán como grupo “terrorista”. El grupo se atribuyó la responsabilidad de un ataque en diciembre que mató a 11 agentes, uno de los ataques más mortíferos en años, en una comisaría de policía en la ciudad de Rask, en Sistán-Baluchistán, a unos 1.400 kilómetros (875 millas) al suroeste de la capital, Teherán. También se dijo que estaba detrás de un ataque a una comisaría de policía en Rask que mató a un oficial el 10 de enero. Tras esos ataques, Irán atacó dos bases del grupo en Pakistán con misiles, lo que provocó una rápida respuesta militar de Islamabad contra lo que dijo eran rebeldes armados separatistas en Irán.

Jaish al-Adl dice que busca mayores derechos y mejores condiciones de vida para la minoría étnica baluchis en el Irán dominado por los chiítas. Se ha atribuido la responsabilidad de varios ataques en los últimos años contra las fuerzas de seguridad iraníes en Sistán-Baluchistán. La zona ha estado plagada de disturbios durante mucho tiempo y ha sido escenario de frecuentes enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad iraníes y combatientes suníes, así como con narcotraficantes. Irán es una ruta de tránsito clave para el contrabando de narcóticos desde Afganistán hacia Occidente y otros lugares. Estos grupos armados en ocasiones están relacionados con actividades de narcotráfico que sirven para financiar la compra de armas en la zona.