Discriminaciones

Francia aprueba una ley contra las discriminaciones por el peinado en el trabajo

La Asamblea Nacional adopta una modificación legislativa sobre los prejuicios que sufren las personas con rastas, pelo afro o pelirrojas

"¡Guau! ¡La verdad es que duele mucho!": diputados franceses se someten a un simulador de reglas dolorosas

Detalle de un peinado en proceso.

Detalle de un peinado en proceso. / Ana Puit

Enric Bonet

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Francia sigue el ejemplo de los estados de California o Nueva York. La Asamblea Nacional francesa ha adoptado este jueves al mediodía una propuesta de ley contra las discriminaciones por el peinado, especialmente en el mundo laboral. El texto tiene como objetivo evitar que a un empleado lo puedan despedir u obligarle a cambiar su peinado. Quiere permitir a los trabajadores que lleven trenzas, rastas, el cabello afro o de color pelirrojo o rubio y que esto no ponga en duda su profesionalidad.

“Dos de cada tres mujeres negras aseguran que deben cambiar de peinado para presentarse a una entrevista de trabajo, según un sondeo realizado en Estados Unidos por Dove y Linkedin”, recuerda el diputado Olivier Serna, impulsor de esta propuesta de ley, en una entrevista para el diario progresista Libération. Además, “una mujer rubia de cada tres afirma que para progresar en su empresa tiene que cambiar el color del pelo y teñirlo más oscuro para parecer más inteligente”, añade este representante de una circunscripción de Guadalupe (en las Antillas francesas).

"El primer país en el mundo"

En concreto, esta propuesta de ley tiene como objetivo modificar el código penal. Pretende incluir en el artículo dedicado a las discriminaciones una mención sobre “el corte, color, longitud o la textura del cabello”. Debatido durante el nicho parlamentario del grupo LIOT (una peculiar alianza entre diputados centristas y regionalistas), el texto ha sido aprobado con 44 votos a favor y solo dos en contra. Antes de su debate en la Cámara Baja, ya había recibido el apoyo de la mayoría de formaciones (desde la izquierda hasta el centro-derecha macronista), con la excepción de la ultraderecha de Marine Le Pen y algunos representantes de la derecha republicana. Ahora falta su votación en el Senado, con una mayoría conservadora.

Si logra el respaldo de la Cámara Alta, “Francia se convertirá en el primer país en el mundo en tratar este problema a nivel nacional”, destaca Serna. Hasta 25 estados norteamericanos (de un total de 51) han adoptado medidas sobre estas discriminaciones capilares. El Congreso en Washington, sin embargo, no ha aprobado una legislación nacional. Aunque menos presentes que en la estadounidense, en la multicultural sociedad gala también hubo casos de discriminación por el peinado que hicieron correr ríos de tinta.

Despedido por no cortarse las trenzas

Uno de los más mediáticos fue el de Aboubakar Traoré. Este azafato de Air France —la principal aerolínea francesa— había sido despedido en 2005 por negarse a cortar sus trenzas o ponerse una peluca mientras trabajaba. Tras una década inmerso en un proceso judicial, la Corte de Casación —equivalente galo del Tribunal Supremo— le dio la razón en noviembre de 2022. Consideró que había recibido un trato discriminatorio, teniendo en cuenta que la empresa sí que permitía a las mujeres azafatas llevar el mismo peinado (trenzas en un moño).

La iniciativa legislativa “tiene el mérito de poner el foco en este tipo de discriminaciones”, ha destacado la ministra de Igualdad, Aurore Bergé, quien ha recordado que la legislación actual “ya permite combatirlas”. Pese a su singularidad, el texto corre el riesgo de quedarse en una simple modificación del código penal con pocas consecuencias reales. Aunque el racismo es considerado un delito en Francia desde 1972, este tipo de discriminaciones siguen reproduciéndose, tanto en el acceso al empleo, a una vivienda o en otros ámbitos. Según un sondeo de IPSOS, hasta un 91% de personas negras francesas afirman haber sufrido discriminaciones. Unos prejuicios que se deben a su color de piel. O a su tipo de cabello.