Guerra en Ucrania

Zelenski y el primer ministro griego salen ilesos de un ataque con drones rusos en Odesa

En estos dos últimos años jamás se había producido un bombardeo en el que se registraran explosiones a apenas centenares de metros de altos cargos políticos aliados de Kiev

Directo | Última hora de la invasión rusa de Ucrania

Multimedia | Resumen de dos años de guerra en Ucrania

Mitsotakis estrecha su mano con la de Zelenski, este miércoles en Odesa.

Mitsotakis estrecha su mano con la de Zelenski, este miércoles en Odesa. / REUTERS

Marc Marginedas

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Escalada bélica sin precedentes de Rusia en Ucrania. El Ejército del Kremlin ha llevado a cabo, a primera hora de la tarde, un ataque con drones contra Odesa, la gran ciudad portuaria ucraniana a orillas del mar Negro, justamente durante una visita del primer ministro de Grecia, Kyriakos Mitsotakis, quien se encontraba en ese momento acompañado por el presidente Volodímir Zelenski. En los dos años transcurridos desde el inicio de la invasión, jamás se había producido un bombardeo en el que se registraran explosiones a apenas centenares de metros de altos cargos políticos aliados del Gobierno de Kiev durante su estancia en el país eslavo.

Nada más producirse las deflagraciones, el convoy en el que viajaba Mitsotakis se desvió de la ruta prevista, de acuerdo con las instrucciones que le iba dando la seguridad ucraniana. No se produjeron bajas o heridos entre los integrantes y enseguida, tras el incidente, ambos presidentes retomaron su agenda de trabajo y celebraron el encuentro que tenían previsto. Este acto también fue interrumpido por las alarmas aéreas originadas por un nuevo ataque con misiles balísticos lanzado por el Ejército de Rusia contra la localidad.

"Escuchamos el sonido de las sirenas y hubo explosiones que ocurrieron muy cerca de nosotros", ha explicado el mandatario griego durante la rueda de prensa posterior al encuentro. "No tuvimos tiempo de ir al refugio", ha continuado, visiblemente emocionado. "Este nivel de brutalidad, del que son víctimas ciudadanos pacíficos, causa tristeza e indignación: estoy asombrado por la terrible imagen de la destrucción causada por Rusia, y por la indomabilidad y el coraje del pueblo ucraniano", ha concluido.

A su lado, Zelenski ha cargado con dureza contra el invasor: "Vimos el ataque de hoy, pueden ver con quién estamos tratando, no les importa dónde golpean a militares o a civiles". El jefe del Estado ucraniano ha admitido desconocer los detalles de la incursión, aunque ha informado de la existencia de "muertos y heridos".

Advertencia o coincidencia

Resta por despejar la incógnita de si el ataque ruso fue deliberado, a modo de advertencia de un Kremlin cada vez más crecido ante la evolución de la guerra, o si se trató de una coincidencia. En el pasado, personajes vinculados al Kremlin como Maria Zajárova se han llegado a vanagloriar de poder arremeter contra políticos occidentales durante sus visitas a Ucrania si así lo deseaban los mandos militares rusos. "Ambas opciones son viables, es difícil saberlo", considera Carmen Claudín, investigadora sénior asociada del Barcelona Centre for Foreign Affairs CIDOB. Esta experta ha recordado que existen canales de comunicación entre ambos ejércitos para evitar incidentes similares durante los intercambios de prisioneros, aunque lo más probable es que los rusos averiguaran de la visita a través de escuchas.

El bombardeo se produce apenas horas después de que los aviones no pilotados ucranianos infligieran una nueva derrota a la Marina de Rusia y hundieran otro buque de guerra que navegaba en las proximidades de la península de Crimea, a la que el Ejecutivo de Kiev considera como territorio ocupado. En la noche del 4 al 5 de marzo, resultó destruida frente a las costas de Feodosia la patrullera Serguéi Kotov, lo que eleva a dos docenas la cifra de navíos de guerra rusos hundidos desde el arranque de la invasión. Según fuentes coincidentes, las fuerzas ucranianas han puesto fuera de la circulación a cerca de la cuarta parte de la flota rusa del mar Negro, forzando en la práctica a sus unidades a retirarse de Crimea y a atracar en el puerto de Novorosiisk ya en territorio de la Federación Rusa.

El buque hundido es de muy reciente construcción y pertenece a la clase Proyecto 22160, con casi 100 metros de eslora. Cuenta con una tripulación de una sesentena de personas, y está equipado con defensa antiaérea y naval y hasta un helipuerto para helicópteros ligeros. Las fuerzas ucranianas, por su parte, han empleado en la operación militar los drones Magura V-5, capaces de navegar una distancia de 800 kilómetros.

Tal circunstancia ha permitido al Gobierno de Kiev reanudar sus exportaciones marítimas de grano desde el puerto de Odesa por un corredor marítimo establecido unilateralmente por Kiev y hasta recuperar los niveles de comercio previos a la guerra. Con ello, Ucrania ha sorteado definitivamente la presión que ejercía Rusia a través de la difunta Iniciativa de Granos del Mar Negro, el esquema pactado con mediación de la ONU por el que el Kremlin se comprometía no atacar mercantes cargados de alimentos desde puertos ucranianos, y que siempre acababa dependiendo de los designios de Moscú.