Elecciones EEUU 2024

Fe ciega en Trump: la mayoría de votantes republicanos le votaría aunque sea condenado

Biden y Trump arrasan en el supermartes y sellan la reedición de su duelo por la Casa Blanca

Nikki Haley suspende su campaña sin darle el apoyo expreso a Trump

El expresidente de EEUU y candidato del Partido Republicano Donald Trump

El expresidente de EEUU y candidato del Partido Republicano Donald Trump / Europa Press/Contacto/Dominic Gwinn

Ricardo Mir de Francia

Ricardo Mir de Francia

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

A principios de 2016, cuando arrancaba la campaña que le acabaría llevando a la Casa Blanca, Donald Trump pronunció una de sus frases más célebres y, a la postre, premonitorias. "Podría pararme en medio de la Quinta Avenida y dispararle a alguien y, aun así, no perdería a ningún votante", dijo por aquel entonces en Iowa. Como todo lo que dice, la frase tenía un punto de hipérbole, pero en gran medida era cierta, como volvió a demostrarse este supermartes. Ni los cuatro juicios penales que tiene pendientes ni los 91 cargos que enfrenta han minado su control del partido en el Congreso o la facilidad con la que ha arrollado para repetir como candidato a la presidencia en noviembre. Una encuesta a pie de urna entre los votantes republicanos en seis estados, lo decía todo: "¿Considera adecuado que Trump sea presidente si es condenado por un crimen?". El 61% respondió que sí.

Las encuestas a pie de urna no revelan verdades absolutas, pero sí sirven para reflejar tendencias y estados de opinión. Y las encuestas del martes de Edison Research, publicadas por CNN, ayudan a radiografiar el estado del trumpismo, un ismo que se parece más a una religión que a una ideología, y que nuevamente amenaza con tomar las riendas del país más poderoso del mundo. Lo decíamos: al grueso de los votantes republicanos no les importaría votar por un criminal convicto. Un porcentaje que, en California, llegó hasta el 68% de los encuestados. Visto desde lejos podría pensarse que el partido ha perdido toda brújula moral para entregarse al culto a la personalidad de un solo hombre.

Pero sería solo una verdad a medias porque otra de las preguntas revela que un 58% de votantes republicanos en el supermartes considera que Joe Biden ganó las elecciones en 2020 de forma ilegítima. Es decir, la mayoría ha comprado la "gran mentira" que Trump sigue vendiendo a pesar de haber sido reiteradamente desacreditada en los tribunales. En Iowa, ese porcentaje llegó hasta el 66%; en New Hampshire, donde más bajo fue, al 51%. De modo que se podría inferir que si muchos conservadores están dispuestos a votar por un Trump condenado no es porque se hayan vuelto locos, sino porque consideran que le robaron las elecciones en 2020 y los juicios que ahora enfrenta no serían más que una "persecución política" de las mismas instituciones que por entonces conspiraron en su contra.

Principales preocupaciones de los republicanos

La economía y la inmigración, en ese orden, son las principales preocupaciones del votante republicano por encima de la política exterior o el aborto. El mismo votante que mayoritariamente aboga por deportar a los millones de inmigrantes irregulares que hay en Estados Unidos en lugar de ofrecerles vías para regularizar su situación, en la línea de lo que prescribe su líder. El núcleo duro de Trump son aquellos electores que se definen como "muy conservadores" y se declaran "enfadados" con el estado actual de las cosas.

La gran incógnita de cara a noviembre es que harán los republicanos desafectos con Trump, aquellos que han apostado estas últimas semanas por Nikki Haley (o se han quedado en casa), la única rival que le duró más de un telediario. Los demócratas quieren pescar en ese caladero, concentrado en los suburbios, en el voto femenino o entre los conservadores con educación superior. Pero a tenor de lo sucedido en 2016 no deberían hacerse demasiadas ilusiones. Por entonces, cuando Trump ya había revelado su forma de hacer política, solo el 6% de los republicanos acabaron votando por Biden.

Trasvase del voto obrero

Todavía más preocupante para los demócratas es el trasvase del voto obrero hacia el Partido Republicano, el movimiento tectónico más importante en la política estadounidense de los últimos tiempos. Los demócratas están perdiendo a marchas forzadas uno de sus caladeros tradicionales: la clase trabajadora blanca. Con Nixon y Bush hijo pasó algo parecido, pero con Trump parece haberse acentuado ese matrimonio bastardo, después de que el expresidente hiciera suyos los agravios del proletariado con la globalización, China o unas élites por las que se sienten maltratadas. 

Y no es solo el obrero blanco. Las últimas encuestas señalan que más del 20% de los votantes negros se inclinan esta vez por Trump, cuando en 2020 fueron solo el 12%, mientras que, entre los hispanos, también la diferencia se está estrechando. Algunos sondeos reducen la ventaja de Biden entre ese grupo es menos de 10 puntos, cuando hace cuatro años fue de más de 30.

Suscríbete para seguir leyendo