Cita con las urnas

Los conservadores se imponen en las elecciones en Irán con abstención récord

De la abstención al veto a los opositores: 3 claves de las elecciones parlamentarias en Irán

Irán extiende tres veces el plazo para votar en las elecciones parlamentarias

El líder supremo iraní, Ali Jamenei, deposita su voto durante las elecciones legislativas iraníes en Teherán

El líder supremo iraní, Ali Jamenei, deposita su voto durante las elecciones legislativas iraníes en Teherán / EFE/ABEDIN TAHERKENAREH

Jaime León / EFE

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Los conservadores han reafirmado su control absoluto del Parlamento iraní en unas elecciones con la participación más baja en la historia de la República Islámica de Irán, como muestra del descontento ciudadano por la situación económica y la falta de libertades.

Irán celebró el viernes elecciones al Parlamento y a la Asamblea de Expertos en los primeros comicios desde las protestas desatadas por la muerte de Mahsa Amini en 2022. Con su victoria en las legislativas, los "principalistas", el sector conservador próximo al líder supremo, Alí Jameneí, continúan copando los órganos de poder junto con el ultraconservador presidente, Ebrahim Raisí.

Tras tres días de recuento, la Comisión electoral anunció el lunes que 245 diputados han sido elegidos en la primera ronda de las legislativas, la mayoría de ellos conservadores, informó la agencia oficial IRNA. Unos resultados esperados dado el gran número de candidatos reformistas -que apoyan la apertura gradual del país- que fueron descalificados por el Consejo de los Guardianes, órgano que veta las leyes que se aprueban en el Parlamento y a los aspirantes políticos.

Solo 11 de los 245 nuevos diputados son mujeres, y los 45 escaños restantes, se decidirán en una segunda vuelta en abril o mayo porque los candidatos no alcanzaron al menos el 20 % de los votos en su circunscripción.

Récord de baja participación

Una de las principales incógnitas de las elecciones era el nivel de participación ya que la República Islámica ha dado siempre gran importancia al alto número de votos como prueba de su legitimidad y respaldo popular y, además, se habían multiplicado las llamadas al boicot de políticos y activistas, entre ellos la encarcelada premio Nobel de la Paz Narges Mohammadi.

Según los datos del ministerio del Interior, la participación fue del 41%, frente al 42,5% de las anteriores legislativas, cuando se justificó la baja votación por la pandemia del coronavirus, y frente al 61.6% de población que votó en 2016. En Teherán la participación se situó en un 24%, según medios reformistas como Shargh.

Se trataría de la participación más baja en los 45 años de República Islámica, aunque las encuestas auguraban una participación aún menor. Aún así, las autoridades celebraron la participación como un éxito. "Esta presencia, llena de pasión y comprensión, fue otro golpe para los obstinados oponentes de Irán después del golpe histórico que recibieron en los disturbios del año pasado", afirmó Ebrahim Raisí el sábado.

El mandatario renovó su puesto en la Asamblea de Expertos con un 82 % del voto en la provincia de Jorasán de Sur, donde solo competía contra otro rival. Este organismo, que elige al líder supremo de la República Islámica en caso de vacante, se elige cada ocho años y podría ejercer un papel determinante en este mandato, dado que el líder supremo de Irán, Ali Jameneí, tiene 84 años.

El líder supremo de Irán alabó la "épica" participación en las elecciones parlamentarias. "Los enemigos intentaron durante aproximadamente un año con su propaganda disuadir al pueblo de participar en las elecciones y hacer fracasar los comicios", afirmó Jameneí en un acto por el Día de Plantación de Árboles em Teherán. "Pero el pueblo con su gran y épica participación el 1 de marzo hizo frente a los esfuerzos de los enemigos, por lo que ese movimiento del pueblo fue una yihad", añadió el religioso.

La mayoría silenciosa

Para los reformistas, sin embargo, la baja participación y la descalificación de muchos de sus candidatos son una llamada de atención para el futuro. "Espero que estos comicios sean una lección y que los administradores del país sepan, antes de que sea demasiado tarde, que la continuación de este camino causará daños irreparables", dijo Azar Mansouri, la jefa del Frente Reformista, la principal agrupación no conservadora y que no presentó candidatos a estas elecciones.

"Deberían escuchar la voz de la mayoría silenciosa y corregir esta forma de gobernar", afirmó Mansouri en referencia al proceso electoral en el que se descalificó a numerosos candidatos reformistas.