Elecciones EEUU 2024

Biden y Trump, duelo en la frontera sur

Los dos probables rivales en noviembre viajan a Texas, subrayando el papel central de la inmigración en las presidenciales

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Una oleada de migrantes intenta cruzar a Estados Unidos desde México

Una oleada de migrantes intenta cruzar a Estados Unidos desde México / John Moore/Getty Images/AFP

Idoya Noain

Idoya Noain

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No hay un tema que pese más en los índices de desaprobación de Joe Biden que la gestión de la inmigración, disparada durante su mandato con cifras históricas de cruces por la frontera sur, donde en dos años consecutivos se registraron dos millones de detenciones de inmigrantes sin documentos.

No hay un tema que los republicanos usen más que la inmigración para atacar al demócrata y que Donald Trump busque hacer más central en su campaña para intentar volver a la presidencia de Estados Unidos, repitiendo la fórmula que contribuyó a su triunfo en 2016.

La inmigración es también el tema que los estadounidenses consideran como el problema más importante del país, según un sondeo publicado esta misma semana por Gallup. Y eso explica que los dos probables rivales en las elecciones presidenciales de noviembre hayan esfenificado este jueves en Texas su duelo sobre la cuestión.

Segundo viaje de Biden

Para Biden se trata solo del segundo viaje a la frontera sur, tras uno que realizó en enero de 2023 a El Paso. No es casual que esta vez haya elegido como destino Brownsville, una de las ciudades en el sector de Río Grande, donde los cruces han caído un 90% desde su primer verano en el Despacho Oval.

Como en el viaje del año pasado, el presidente se ha reunido con agentes de la Patrulla Fronteriza, otras fuerzas del orden que trabajan en inmigración y cargos políticos locales antes de hacer unas declaraciones públicas.

Como se anticipaba, el presidente no ha hecho ningún anuncio sobre una acción ejecutiva que, según se ha filtrado, está estudiando para desanimar a los migrantes a llegar a Estados Unidos. En ese plan, cuestionado desde el ala progresista y por activistas, entraría impedir que soliciten asilo en EEUU quienes han cruzado la frontera ilegalmente. Trump trató de implementar una medida similar y fue frenado por los tribunales.

Con lo que Biden llegaba armado es con la denuncia de que son los republicanos quienes, bajo presión de Trump y para no darle nada de lo que pueda sacar rédito político en campaña, están impidiendo avances y mejoras en un sistema migratorio que reconoce "roto" al haber frenado en el Congreso un plan bipartidista.(un bloqueo que también ha dejado en el limbo la ayuda a Ucrania e Israel).

Ese proyecto, según recordaba la Casa Blanca en una nota informativa distribuida antes del viaje, habría invertido más de 20.000 millones de dólares en reformas y en reforzar la seguridad fronteriza y el sistema judicial de inmigración, donde hay un embudo de unos dos millones de casos y cada petición de asilo tarda entre cinco y siete años en resolverse.

En Brownsville Biden insistía en que quienes trabajan en la frontera "necesitan desesperadamente recursos" y urgía a los republicanos en el Congreso a revivir la legislación, que asegura que es "una victoria para el pueblo estadounidense". El demócrata incluso apelaba a Trump a unirse a él. "En vez de jugar a politica con el tema, ¿por qué no nos unimos y lo sacamos adelante?", planteaba.

Trump en Eagle Pass

A 520 kilómetros de allí, en Eagle Pass, estaba Trump. El expresidente y favorito republicano también había elegido con intención su destino. Esta ciudad de menos de 30.000 habitantes (frente a los 200.000 de Brownsville) está en Del Río, el sector de los nueve en que se divide la frontera donde hubo más cruces en 2023. Solo en diciembre se produjeron 71.000 detenciones, como en todo el año fiscal 2019.

Pero Eagle Pass es también la línea de frente en la Operación Lone Star, la guerra que el gobernador republicano Gregg Abbott abrió tras la llegada de Biden al poder contra el Gobierno federal para tomar el control de la política migratoria. En esa campaña, presupuestada con 11.000 millones de dólares, Abbott ha desplegado a la Guardia Nacional, desplazando a las fuerzas federales. Hasta principios de este mes ha estado enviando autobuses de inmigrantes a ciudades gobernadas por los demócratas (donde los republicanos denuncian un aumento de la criminalidad por la inmigración).

Abbott, que alega que Texas tiene derecho a defenderse de una "invasión" (un argumento que este mismo jueves ha rechazado un juez), ha colocado boyas con cuchillas en el río Grande (que un tribunal le obligó a retirar, aunque esa operación se ha frenado mientras se resuelve su apelación). Ha desplegado concertinas (que el Tribunal Supremo autorizó a las autoridades federales a retirar si interfiere con operaciones de la patrulla fronteriza). Y en enero hizo que la Guardia Nacional tomara el parque Shelby, una zona recreativa en la ribera, donde ha anunciado planes de construir una base permanente para acoger a 2.300 miembros de la fuerza militar.

Trump ha dado un paseo por la zona junto a Abbott y representantes de la Guardia Nacional y otras fuerzas del orden, incluyendo el jefe del sindicato de agentes de la Patrulla Fronteriza (que apoyó la legislación bipartidista ahora bloqueada). Luego ha hecho una intervención, en la que además de aplaudir la operación del gobernador ha subrayado crímenes cometidos por inmigrantes, que ha atribuido a Biden. "EEUU está sobrepasada por el crimen inmigrante Biden", ha dicho.

El expresidente también ha hablado de "invasión" y ha ido más allá, asegurando a los presentes: "estáis en una guerra". Y a la hora de criticar a los inmigrantes, entre los que ha citado especificamente a los de China, Yemen, Siria y Congo, ha usado el lenguaje denigratorio que ha hecho habitual, asegurando que "vienen de cárceles, asilos o instituciones mentales y traen enfermedades". También ha usado lenguaje bélico, tildando a muchos migrantes de "hombres en edad de combatir y "guerreros". Ha sugerido, además, una teoría conspiratoria al insinuar que los demóratas "están buscando votos". Los inmigrantes no pueden votar hasta que obtienen la ciudadanía.

Su campaña había distribuido de antemano una nota informativa repasando sus políticas cuando estuvo en la Casa Blanca y las propuestas si vuelve al Despacho Oval. Entre ellas: reimponer vetos de asilo y la política de "quedarse en México" (que obliga a los solicitantes de asilo a esperar en el país vecino), construir más muro, desplegar en la frontera tropas que ahora están en el extranjero o firmar una orden ejecutiva que acabe con la ciudadanía para los hijos nacidos en EEUU de inmigrantes sin papeles.