Convulsión en el país sudamericano

Gran operación en Brasil contra Bolsonaro, exministros de su gobierno y militares por intentar un golpe de Estado

El juez ordena al expresidente entregar su pasaporte y ordena diligencias en una decena de estados

A un año del 8E, Lula señala a Bolsonaro como "responsable directo" del intento de golpe de Estado

La policía de Brasil investiga a un hijo de Bolsonaro por espionaje ilegal

 

La policía brasileña registra la casa del Bolsonaro buscando el pasaporte del expresidente

La policía brasileña registra la casa del Bolsonaro buscando el pasaporte del expresidente / EFE-ANDRE BORGES / Atlas

Abel Gilbert

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La situación judicial del expresidente de Brasil Jair Bolsonaro se complica con el correr de las horas. La Policía Federal (PF) ha tendido un cerco a su alrededor que también arrastra a excolaboradores civiles y militares, todos ellos involucrados personalmente en el intento de golpe de Estado contra Luiz Inácio Lula da Silva, el 8 de enero de 2023. Personal de la PF lanzó este jueves una gran operación que, entre otros domicilios, llegó hasta la casa de veraneo del exmandatario en Angra dos Reis, a 170 kilómetros de Río de Janeiro. Los agentes cumplieron 33 órdenes de registro y cuatro órdenes de prisión preventiva, y además impusieron 48 medidas cautelares a los sospechosos de pertenecer a una "organización criminal", entre ellos los generales retirados Walter Braga Netto, Augusto Heleno y Paulo Sérgio Nogueira y el excomandante de la Marina, Almir Garnier Santos.

A su vez, fueron arrestados el presidente nacional del bolsonarista Partido Liberal (PL), Valdemar Costa Neto, por portar un arma ilegal, y Filipe Martins, exasesor especial para asuntos internacionales del excapitán del Ejército. El despliegue policial fue acompañado por revelaciones sorprendentes. La PF tiene en sus manos un vídeo que muestra hasta qué punto el Gobierno de ultraderecha había planeado impedir que Lula tomara posesión del cargo. Faltaban tres meses para las elecciones cuando Bolsonaro, el 5 de julio de 2022, reunió a su plana mayor y le dijo:  "Voy a salir al campo usando mi Ejército, mis 23 ministros (...). No podemos esperar a que llegue el 23, mirar atrás y decir: ¿qué no hicimos para llevar a Brasil a la situación en que está hoy?". La filmación se encontraba en el ordenador que le incautaron al coronel Mauro Cid, entonces jefe de gabinete de Bolsonaro y en la actualidad colaborador en las investigaciones.

Seguir el camino de los conspiradores bolivianos

A Anderson Torres, secretario de Seguridad de Brasilia en el momento de la tentativa golpista y, en 2022, ministro de Justicia de Bolsonaro, instó a los conspiradores a mirarse en el espejo de la experiencia boliviana, cuando Evo Morales fue destituido por una conjura policial y militar. "Estoy teniendo reuniones con los comandantes de las fuerzas casi semanalmente. (...) Tenemos reuniones por delante, decisivas para ver qué se puede hacer, qué acciones se pueden tomar para que podamos tener transparencia, seguridad, condiciones de auditoría y que las elecciones ocurran como soñamos", dice en ese encuentro el ministro Paulo Sergio Nogueira. Bolsonaro sugiere que ministros del Supremo Tribunal Federal (STF) y del Tribunal Supremo Electoral (TSE) reciben sobornos para beneficiar a Lula. Y todos parecen asentir. Por esos días, el mandatario arrojaba sistemáticamente dudas sobre la transparencia de los comicios. Esas acciones le han valido una inhabilitación por ocho años para ejercer cargos públicos. Pero las complicaciones de Bolsonaro aumentan.

"Cagones" y "traidores"

La operación Tempus Veritatis de la Policía de este jueves fue ordenada por Alexandre de Moraes, el ministro del Supremo Tribunal Federal (STF) que los golpistas tenían como blanco principal el 8 de enero de 2023. En virtud de las pesquisas se sabe ahora también que Bolsonaro accedió al "borrador del golpe" presentado por Martins y hasta pidió modificaciones, entre otras, no embestir contra el entonces presidente del Senado, Rodrigo Pacheco.

De Moraes informó a su vez que el estrecho círculo del presidente y los militares que orbitaban a su alrededor se propusieron incluso cooptar la unidad con "el mayor contingente de tropas del Ejército" para impedir que Lula iniciara su tercer período presidencial. Los planes no funcionaron con la velocidad y eficacia esperada, al punto de que el entonces ministro de Defensa, Braga Netto, expresó su irritación con los comandantes del Ejército y la Fuerza Aérea por su falta de compromiso con la eventual asonada. En uno de los mensajes obtenidos por la PF, Braga Netto habría llamado "cagón (miedoso)" al comandante del Ejército Marco Antônio Freire Gomes por sus cavilaciones. El comandante de la Fuerza Aérea, Carlos de Almeida Baptista Júnior, recibió el mote de "traidor a la patria".

El diputado federal Eduardo Bolsonaro (PL) salió en defensa de su padre. "La política en Brasil hoy se hace en el Tribunal Supremo". La operación Tempus Veritatis tiene lugar en un momento en que el bolsonarismo estaba iniciando un proceso de acumulación de fuerzas de cara a las elecciones municipales de octubre.

Habla Lula

Lula ha intentado tomar distancia de los acontecimientos. "Es muy difícil para un presidente de la República comentar una operación de la Policía Federal que se está llevando a cabo en secreto. Espero que no haya excesos y que se aplique el rigor de la ley. Sabemos de los ataques a la democracia. Necesitamos saber quién financió las acampadas. Esperemos las investigaciones".

Según Bruno, Boghossian, columnista del diario paulista Folha, las maniobras para mantener a Bolsonaro en su cargo "se desarrollaban con tranquilidad en el corazón del Gobierno", acaso pensando de que nunca se conocerían. "La revelación de los detalles de la participación de cada personaje dependía de un testigo con acceso privilegiado a la trama golpista. El coronel Mauro Cid, inseparable ayudante de Bolsonaro, proporcionó el combustible para la acción de la PF contra la cúpula de la organización".

Para Bernardo Mello Franco, columnista del diario carioca O Globo, Bolsonaro quiso ir más lejos que los autores del golpe militar de 1964. "El expresidente, que siempre ha defendido la dictadura militar, quería instaurar un estado de excepción para perpetuarse en el poder".