Guerra en el este de Europa

Zelenski busca un golpe de efecto en plena caída de popularidad y con el apoyo de EEUU en entredicho

DIRECTO | Última hora de la guerra de Rusia contra Ucrania

Funeral en el cementerio de Dnipro (Ucrania) por 25 soldados muertos en el frente.

Funeral en el cementerio de Dnipro (Ucrania) por 25 soldados muertos en el frente. / Manuel Bruque (EFE)

Ricardo Mir de Francia

Ricardo Mir de Francia

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La guerra en los despachos está suplantado poco a poco a la guerra en las trincheras como el más decisivo de los frentes para la suerte de Ucrania. Casi dos años después del inicio de la invasión rusa, cuando las carencias de armamento y personal vuelven a atenazar a las tropas ucranianas, Kiev se enfrenta a la posibilidad cada vez más real de quedarse sin el respaldo financiero de Estados Unidos. Las dudas sobre el salvavidas estadounidense se conjugan con la fatiga de una población crecientemente resignada ante la impotencia de sus tropas para recuperar los territorios conquistados por el Kremlin. Tanta adversidad está agrietando la unidad del país frente al enemigo común, mientras la popularidad de su presidente cotiza a la baja. "No hay duda de que necesitamos un reseteo, un nuevo comienzo", dijo esta semana el líder ucraniano, Volodímir Zelenski.

Sus palabras sirvieron para confirmar los rumores de las últimas semanas sobre posibles relevos en la cúpula militar que ha dirigido la defensa ucraniana desde que los tanques de Vladímir Putin invadieran todo el país el pasado 23 de febrero de 2022. Zelenski admitió este lunes que se plantea reemplazar a Valerii Zaluzhni, el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, pero también sugirió que los cambios podrían ser bastante más amplios para incluir a parte del estamento político. "Tengo en mente algo serio. No hablamos de una solo persona, sino del liderazgo al frente de la dirección del país", dijo en una entrevista a la televisión pública italiana.

El momento es extremadamente delicado, como reconocen varias fuentes en Ucrania. "El pesimismo ha calado entre la población. La gente es muy consciente de la incertidumbre que rodea a la ayuda estadounidense o de los problemas que tuvimos para que la Unión Europea desbloqueara los fondos. Ven que la economía rusa se está recuperando y cómo hay nuevos ataques cada día", asegura a este diario Petro Obukov, concejal en Odesa del partido opositor Solidaridad Europea, liderado por el expresidente Petro Poroshenko. "La situación para mí sigue siendo positiva porque estamos poco a poco destruyendo al Ejército ruso, pero es un progreso difícil de cuantificar. La gente quiere resultados tangibles", añade al otro lado del teléfono.

Zelenski pierde popularidad

La figura de Zelenski está perdiendo lustre, tanto dentro como fuera de las fronteras ucranianas. De acuerdo con la última encuesta del Instituto Internacional de Sociología de Kiev, su popularidad cayó en diciembre hasta el 62%, lejos de los porcentajes cercanos al 80% que registró durante los primeros meses de la guerra. En cambio, la confianza en las Fuerzas Armadas se mantiene por encima del 90%, lo que ha abierto todo tipo de suspicacias respecto al posible reemplazo de Zaluzhni y quizás también del jefe del Estado Mayor, Serhiy Shaptala. "Algunos creen que el principal problema es que Zelenski ve a Zaluzhni como un potencial rival político, a pesar de que el general nunca ha sugerido su intención de dar el salto a la política", asegura Oleksiy Melnick, analista militar del Razumkov Center, con sede en Kiev. "Si con su destitución busca recuperar la confianza del público, creo que se equivoca".

En las pocas entrevistas que ha concedido, Zaluzhni ha hecho una evaluación de la realidad bastante más sobria de la que proyecta el presidente. En una de ellas dijo que la guerra se ha estancado y, más recientemente, se quejó en un artículo de los cuellos de botella en la producción militar o de la incapacidad del Gobierno para incrementar el número de reclutas. "Si queremos ganar, tenemos que empujar todos en la misma dirección, convencidos de la victoria. No podemos desanimarnos ni dejarnos llevar por la decepción", dijo Zelenski a la RAI, como si quisiera mandar un mensaje implícito al hombre que ha capitaneado a las fuerzas ucranianas.

"En sus cuatro años de presidencia, Zelenski ha repetido un patrón: cuando las cosas no van bien, busca un culpable y lo destituye, independientemente de que sea o no responsable del problema en cuestión", asegura Obukov, el concejal de Odesa. En cualquier caso, los problemas actuales de Ucrania van mucho más allá de los nombres. Sus militares están exhaustos, tras dos años de combate sin apenas rotaciones, y la ayuda militar llega últimamente a cuentagotas. Entre agosto y octubre se redujo casi un 90% respecto al mismo periodo en 2022, según un estudio del Instituto Kiel para la Economía Mundial, un laboratorio de ideas alemán.

Pendientes del Congreso de EEUU

Sus fuerzas no solo luchan en inferioridad numérica y aérea, sino que se están quedando de nuevo sin munición de artillería y baterías antimisiles, según informó Bloomberg a finales del mes pasado. Y el problema es que todo podría empeorar significativamente si los republicanos se niegan a aprobar en el Congreso de EEUU el último paquete de ayudas propuesto por la Casa Blanca. Esos 60.000 millones de dólares forman parte de un proyecto de ley más amplio para reforzar la seguridad frente a la inmigración irregular en la frontera con México, la clave para que la legislación sea aprobada.

Es ahí donde se centran las disputas, acentuadas por la campaña electoral en curso. Donald Trump, el candidato más que probable de los republicanos, se opone a su aprobación, mientras que el jefe de los conservadores en la Cámara Baja ya la ha dado por muerta. Si la propuesta acaba fracasando, la financiación para Ucrania podría quedar en un limbo hasta que acabe la campaña presidencial en noviembre, según el 'Financial Times'. Para Kiev podría ser casi como una sentencia de muerte. "No hay garantías de que vayan a tener éxito con nuestra ayuda, lo que es seguro es que fracasarán si no la reciben", le ha dicho a la CNN un alto cargo estadounidense.