Guerra en Oriente Próximo

La isla artificial propuesta por Israel en Gaza para eludir el debate sobre el estado palestino

La UE redobla la presión para avanzar hacia la solución de los dos estados

Directo | Última hora de la guerra de Israel y Hamás en Gaza

Captura del vídeo sobre el proyecto del Gobierno de Israel de una isla artificial frente a la costa de Gaza.

Captura del vídeo sobre el proyecto del Gobierno de Israel de una isla artificial frente a la costa de Gaza. / YOUTUBE

Ricardo Mir de Francia

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La Unión Europea recibió el lunes de Israel la misma medicina que el bloque comunitario sigue prescribiendo para el devastador conflicto en Gaza: una grave falta de seriedad. Sus ministros de Exteriores habían invitado a sus homologos israelí y palestino, amén de varios cancilleres árabes, para abordar la catastrófica situación humanitaria en la Franja y presentarles un plan de 12 puntos para la posguerra. Algo así como una declaración de principios que contempla la celebración de una conferencia de paz en la que se sentarían las bases para solucionar el conflicto con la creación de un estado palestino y garantías de seguridad para Israel. Pero cuando le tocó el turno a Israel Katz, el canciller del Estado judío, no habló de una cosa ni de la otra. Katz se sacó de la chistera dos vídeos reciclados que, según fuentes diplomáticas citadas por Euronews, dejaron a los ministros "perplejos". Uno de ellos, para construir una línea férrea entre Oriente Próximo y la India; el otro, para levantar una isla artificial a cinco kilómetros de las costas de Gaza. Un proyecto, este último, supuestamente concebido para potenciar la economía de la Franja, la misma que está siendo sistemáticamente borrada del mapa como castigo al ataque de Hamás del 7 de octubre.

"El ministro nos enseñó un par de vídeos que tenían poco o nada que ver con los temas que estábamos discutiendo", dijo después Josep Borrell, jefe de la diplomacia europea, sin ocultar su frustración y describir ambos proyectos como "irrelevantes". De hecho ninguno de ellos es nuevo, como tampoco lo es el rechazo frontal de Binyamín Netanyahu a la creación de un estado palestino, la receta que defienden Bruselas y Washington para tratar de resolver el conflicto cuando acabe la matanza en Gaza. La única posible.

La ocurrencia de la isla artificial data de 2017, cuando Katz era ministro de Transportes. En la isla, según su vídeo promocional, se construiría un puerto comercial y otro de mercancías, así como instalaciones logísticas y de almacenaje, una planta desalinizadora o una central eléctrica. Inversores o donantes internacionales pagarían el proyecto, que comunicaría el islote con la Franja a través de una carretera. Una iniciativa que "aspira a ofrecer una respuesta a una realidad que es mala para los palestinos y no es buena para Israel", según la voz en off obsoleta del vídeo mostrado a los ministros europeos.

Sin planes para el día después

En su explicación se dice también que Israel controlaría los accesos a la isla, las inspecciones en el puerto o su espacio marítimo circundante, como hace desde hace décadas con las aguas territoriales de Gaza, su espacio aéreo, y electromagnético, así como sus fronteras. Algunos de los motivos por los que sigue siendo un territorio ocupado a ojos del derecho internacional, independientemente de la retirarada de las tropas y colonos israelíes del interior de Gaza en 2005. La iniciativa, en cualquier caso, no tiene visos de ir muy lejos.

"Es la clase de ocurrencias que tienen los israelíes para incumplir sus obligaciones internacionales", asegura a este diario un alto funcionario de la Autoridad Nacional Palestina (ANP). Netanyahu sigue sin tener (ni presentar), según la prensa hebrea, un plan para el día después de la guerra, cuatro meses de bombardeos e incursión de tierra quemada que han hecho de Gaza "un lugar inhabitable", de acuerdo con la ONU. De lo poco que ha dicho es que su país mantendrá el control sobre la seguridad y no permitirá que la ANP "revitalizada" de la que hablan los socios trasatlánticos reemplace a Hamás al frente del gobierno de la Franja.

'Desdesarrollo' en Gaza

Lejos de promover una economía viable en la Franja, Israel sentó desde los primeros años de la ocupación, tras su apabullante victoria en 1967, las bases para hacer de Gaza en un mercado cautivo de su propia economía y un vivero de mano de obra barata para su sector agrícola y sus constructoras. Dos líneas de actuación que ha combinado con una "política de 'desdesarrollo'", en palabras de la economista de Harvard, Sara Roy. No solo ha negado a las empresas locales la autonomía para poder importar y exportar con cierta libertad, sino que ha aprovechado muchas de las guerras y ofensivas del último medio siglo para destruir su tejido productiuvo. En 2002, por ejemplo, en plena Segunda Intifada, demolió con excavadoras el aeropuerto internacional de Gaza, inaugurado cuatro años antes.

Esa política continúa ahora, aunque a una escala mucho mayor, acentuada por el bloqueo total de las fronteras, en el que coopera Egipto. La UNRWA ha vuelto a advertir este martes del riesgo de hambruna que se cierne sobre la Franja, inclementemente asediada 108 días después del ataque terrorista de Hamás, en el que murieron casi 1.200 personas. "570.000 personas se enfrentan a una situación de hambre catastrófica", dijo la agencia encargada de los refugiados palestinos.