Conflicto en Oriente Próximo

EEUU y Reino Unido elevan el riesgo a una guerra regional atacando posiciones hutíes en Yemen

Directo | Última hora de la guerra en Gaza

Los ataques en el mar Rojo perturban el comercio global y avivan el riesgo a una expansión de la guerra

¿Qué pasa en Yemen? Claves del conflicto en el mar Rojo

Estados Unidos confirma una acción militar conjunta con el Reino Unido contra los hutíes en Yemen

Estados Unidos confirma una acción militar conjunta con el Reino Unido contra los hutíes en Yemen. En la foto, el avión RAF Typhoon en el momento de despegar de la base de la RAF en Akrotiri, Chipre, para unirse a la coalición que ha atacado objetivos militares en Yemen. / EFE / EPA / SGT LEE GODDARD / BRITISH ROYAL AIR FORCE / VÍDEO: EFE

Ricardo Mir de Francia

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Horas después de que el jefe de la diplomacia estadounidense cerrara en Oriente Próximo su última gira para evitar que la guerra en Gaza adopte una dimensión regional, su país desempolvó los cañones en la península arábiga para echar más gasolina sobre la pira que amenaza con abrasar la región. Estados Unidos y Reino Unido, apoyados por otros cuatro países, bombardearon Yemen con un ataque por mar y aire para castigar a los rebeldes hutíes por sus acciones hostiles contra los buques mercantes que navegan por el mar Rojo. La lluvia de fuego se desató sin una autorización de Naciones Unidas para el uso de la fuerza, pero fue justificada por ambos países como un acto en legítima defensa al estar su flota entre los barcos atacados por los hutíes. Los aliados de Irán han prometido responder, lo que augura semanas de extrema tensión en la zona.

Los ataques hutíes contra una treintena de barcos comerciales de varios países, iniciados el pasado 18 de noviembre, habían puesto ante una disyuntiva a EEUU, el país que se arroga desde hace décadas el rol de garantizar la libre navegación marítima. Esencialmente, le exhortaban a buscar un alto el fuego definitivo en Gaza como condición para detener los ataques desde sus costas. Un chantaje en toda regla para unos, un gesto valiente de solidaridad con los palestinos para otros. La respuesta llegó la pasada madrugada con más de un centenar de misiles de precisión lanzados desde submarinos y cazas de guerra.

La Casa Blanca ha preferido así seguir protegiendo políticamente a Israel para que continúe su asalto sobre la Franja a tratar de pacificar la región. Todo ello horas después de que comenzara el Tribunal Internacional de La Haya el juicio contra el Estado judío por un presunto genocidio en Gaza, arrasada tras más de tres meses de bombardeos incesantes que han matado a más 23.000 personas y han puesto a su población civil al borde la hambruna.

Washington no descarta nuevos ataques

En un comunicado, la Casa Blanca presentó los ataques como una respuesta necesaria a los ataques hutíes a las puertas del canal de Suez, por donde navega cerca del 15% del comercio mundial. "Estos ataques han puesto en peligro a las fuerzas armadas de EEUU y a marineros civiles, han puesto en peligro el comercio y han amenazado la libertad de navegación", aseguró el presidente Joe Biden. "No dudaré en ordenar más medidas para proteger a nuestra gente y la libre circulación del comercio internacional si fueran necesarias". Si bien fueron las fuerzas estadounidenses y británicas las que lideraron la operación, el ataque contó también con el apoyo logístico de Australia, Canadá, Países Bajos y Bahréin.

El Gobierno español reafirmó que no intervendrá militarmente en la región para apoyar a la coalición liderada por las dos potencias anglosajonas. "Cada país tiene que dar explicaciones por sus acciones. España siempre estará comprometida con la paz y el diálogo", afirmó la ministra de Defensa, Margarita Robles. Madrid ya había renunciado a participar en la misión Guardián de la Prosperidad que patrulla la zona desde principios de diciembre y este viernes ha descartado participar en la eventual misión naval europea que ha propuesto el jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell. Este mismo martes las fuerzas navales de EEUU y Gran Bretaña había repelido allí el último ataque hutí con drones y misiles contra varios mercantes de contenedores.

Aumento del precio del petróleo

Pero esta vez ha sido diferente y, por primera vez, han optado por bombardear territorio yemení. Los misiles anglo-estadounidenses atacaron 60 objetivos en 16 ubicaciones distintas del país. Desde depósitos de armas, a plataformas de lanzamiento de misiles, defensas aéreas o radares, según la Fuerza Aérea estadounidense. Una acción presentada desde Londres como "limitada, necesaria, proporcional y en defensa propia", en palabras de su primer ministro, Rishi Sunak. De momento, ha hecho que el precio del petróleo aumentara cerca del 3%, después de que varios petroleros tuvieran que circunvalar la zona de las hostilidades.

Yemen –uno de los más pobres del mundo– sale de casi una década de guerra, iniciada después de que las milicias hutíes respaldadas por Irán expulsaran del poder en Saná al Gobierno legítimo respaldado por Arabia Saudí en 2014, lo que llevó a Riad a entrar en guerra contra los hutíes con el apoyo de Washington. Las partes firmaron el año pasado un frágil alto el fuego.

Horas después del ataque, la milicia proiraní afirmó que responderán a los bombardeos sobre su territorio. "Haremos frente a la agresión norteamericana", dijo su líder Abdul-Malik al-Huti. Todas las partes están jugando con fuego, a pesar que desde el 7 de octubre, cuando Hamás puso en marcha esta última guerra con su ataque terrorista en el sur de Israel, los distintos frentes regionales no han pasado de una situación de conflicto de baja intensidad. Nadie parece interesado en una guerra total, lo que no quita que cualquier error de cálculo pueda desatarla.

La acción angloamericana provocó las críticas de algunas países, que acusaron a ambas capitales de vulnerar la ley internacional. "Los ataques de EEUU sobre Yemen son otro ejemplo de la perversión de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU", dijo la portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, otro país con un notable desdén hacia el derecho internacional. Solo un día antes, ese mismo organismo aprobó una resolución exigiendo a los hutíes que detuvieran los ataques. Lo que no hizo fue autorizar el uso de la fuerza para conseguirlo.

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