Elecciones en más de 70 países y el impacto de los múltiples conflictos marcarán el mundo en 2024

La convulsión vivida en el mundo en 2023, con el enquistamiento de la guerra de Ucrania, el rebrote brutal de la violencia en Oriente Próximo, y los retrocesos en materia humanitaria y de derechos fundamentales en diferentes partes del planeta tendrán continuidad en 2024, según el análisis del Barcelona Centre for International Affairs (CIDOB), que este martes ha presentado los temas que marcarán la agenda internacional en el año próximo. En resumen, según ha subrayado Pol Morillas, el director del CIDOB, 2024 "será un año de urnas y armas", con procesos electorales en más de 70 países y el impacto de los múltiples conflictos que alimentan simultáneamente la inestabilidad global.

En total, más de 4.000 millones de personas –casi el 51% de la población mundial– estarán llamadas a votar el año próximo en algunos de los países con mayor peso demográfico o influencia geopolítica del mundo, como Estados Unidos, el Parlamento Europeo, India, Rusia, Taiwán, México, Indonesia o Venezuela, en unos procesos electivos que determinarán si aumenta la tendencia erosiva de la democracia. "La mayoría votarán en sistemas híbridos o no democráticos, algunos liderazgos utilizan las urnas para reforzarse", ha destacado Carme Colomina, la coordinadora de la nota internacional. Y muchos de estos comicios, ha añadido, serán un "termómetro" para calibrar el auge de la extrema derecha.

Protagonismo especial tendrá la inteligencia artificial. "Ya está pasando de manera más inocente, con la elaboración de mensajes mediante inteligencia artificial (...) pero podremos ver campañas más sofisticadas destinadas a manipular", ha destacado Colomina. En opinión del CIDOB, 2024 será el año de su "explosión y regulación", después de que este mes de diciembre la UE llegara a un acuerdo pionero para legislar esta tecnología.

La guerra en Gaza

La brutal ofensiva israelí en Gaza, iniciada el pasado 7 de octubre en represalia por los sangrientos ataques de Hamás, será uno de los temas fundamentales de la agenda geopolítica del año próximo. Según el investigador del CIDOB experto en Oriente Próximo Moussa Bourekba, el próximo año se determinará qué forma toman "las próximas etapas de la campaña militar israelí", teniendo en cuenta que Binyamín Netanyahu ha asegurado que seguirán en la Franja hasta erradicar totalmente a Hamás a pesar del cada vez mayor aislamiento internacional de Israel, y qué pasará con Gaza una vez acabe la ofensiva. Por otra parte, la "regionalización del conflicto ya es una realidad", con la escalada de los rebeldes hutíes de Yemen con ataques a mercantes en el mar Rojo y su impacto en la economía global, y sin que pueda descartarse un aumento de las hostilidades en la frontera con el Líbano, con la milicia de Hizbulá.

En cualquier caso, ha destacado Bourekba, lo que será difícil será materializar el plan de creación de un Estado palestino que reclama la comunidad internacional, puesto que para ello debería ponerse encima de la mesa la cuestión de las fronteras de Israel y la descolonización de los territorios ocupados, dos asuntos que el Gobierno de Tel Aviv es poco probable que esté dispuesto a abordar.

El 2024 será también el año de la consolidación del denominado Sur Global frente a la hegemonía de Occidente, que tendrá un momento álgido con la expansión del grupo de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) a Arabia Saudí, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía e Irán. Juntos representan el 46% de la población mundial y 29% del PIB global. Aunque Colomina ha apuntado que lo más correcto es hablar de "sures y nortes", con bloques cada vez más "plurales y heterogéneos", y en los que puedan surgir paradojas como que la guerra de Ucrania, que hasta ahora era "el conflicto que cimentaba la unidad entre la UE y EEUU", puede llegar a ser el elemento que "aumente la distancia transatlántica" si Donald Trump regresa a la Casa Blanca y cierra el grifo de la ayuda a Kiev.