Consecuencias del conflicto

El turismo en Oriente Próximo paga el precio de la guerra entre Israel y Hamás

Guerra de Israel en directo: última hora sobre el fin de la tregua en Gaza, la ayuda humanitaria y reacciones

Turistas visitando la antigua ciudad jordana de Petra

Turistas visitando la antigua ciudad jordana de Petra / LOAY ABU HAYKEL / REUTERS

France Presse

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Entre miles de destinos, los turistas ya no eligen Oriente medio. La caída del turismo en la región ha sido una de las consecuencias de la guerra entre Israel y Hamás. Esta situación puede debilitar especialmente a Jordania, El Líbano y Egipto, cuyas economías dependen en gran medida del gasto de los visitantes internacionales.

En Petra, una maravilla del desierto jordano que atrajo a 900.000 turistas el año pasado, "se ven muy pocos visitantes, aunque estaba abarrotada" a principios de octubre y la temporada fue "extraordinaria", lamenta Amer Nezami, un guía turístico de 46 años. "Los viajes organizados a Jordania, Cisjordania e Israel se han paralizado por completo, y decenas de reservas de vacaciones han sido anuladas, sobre todo por grupos procedentes de Estados Unidos", explica Nezami en una conversación con la AFP.

En la recepción del hotel Petra Palace, Safi Nawafleh confirma que el número de clientes en los principales establecimientos de la ciudad "ha bajado entre un 25% y un 50%... y algunos hoteles pequeños no tienen a nadie".

Caída de la demanda

Antes del ataque del 7 de octubre, la región de Oriente Próximo estaba en pleno auge turístico. Según la Organización Mundial del Turismo (OMT), logró incluso los mejores resultados en comparación con otros destinos internacionales de enero a julio de 2023, con llegadas un 20% más que antes de la pandemia de covid. ''Pero la guerra ha reducido la demanda de viajes a Israel y está teniendo repercusiones en los destinos vecinos, con países como Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí y Turquía sufriendo una fuerte caída en las nuevas reservas", explica Olivier Ponti, vicepresidente de ForwardKeys, una empresa que analiza las reservas aéreas. En cambio, "las costas españolas, griegas y portuguesas parecen beneficiarse de una reorientación de la demanda de vacaciones al sol".

Una recuperación difícil

Desde el comienzo de la guerra entre Israel y Hamás, varios operadores turísticos de Egipto han informado de cancelaciones que representan alrededor de la mitad de las reservas para noviembre y diciembre, ''sobre todo de viajeros europeos", y varias compañías aéreas "han suspendido sus vuelos al Líbano", señala la agencia de calificación Global Ratings S&P.

Este martes la aerolínea Easyjet aseguró que los vuelos a Israel, Jordania y Egipto representan el 4% de su capacidad en invierno, y que el conflicto va a tener un impacto negativo en sus resultados financieros. Al mismo tiempo, el operador de cruceros MSC también anunció la cancelación de todo el programa de temporada invernal de sus transatlánticos 'Orchestra' y 'Sinfonia', que debían navegar por el Mar Rojo o atracar en el puerto de Haifa en Israel.

No obstante, la agencia S&P no espera un descenso significativo por el momento del turismo en Turquía, por su distancia geográfica del conflicto, ni en Emiratos Árabes, donde los flujos turísticos ya superan los niveles anteriores a la pandemia. "Incluso podríamos ver cómo algunos turistas desvían sus viajes previstos a otros destinos de la región hacia estos dos países", cree la empresa. Todo dependerá también "de cuánto dure el conflicto y de si se extiende a la región", advierte S&P.

En Jordania, Suleiman Farajat, asesor del primer ministro, cree que "si la guerra en Gaza no cesa, la próxima temporada turística estará en peligro. Y si termina, espero que el sector turístico se recupere o alcance su nivel habitual en septiembre de 2024".