Crisis política

El juez rebaja el caso de corrupción que provocó la dimisión del primer ministro de Portugal

António Costa se disculpa y afirma que probablemente no volverá a ejercer ningún cargo público

¿Qué ha pasado en Portugal y por qué ha dimitido António Costa?

El primer ministro dimisionario de Portugal, António Costa.

El primer ministro dimisionario de Portugal, António Costa. / TIAGO PETINGA / EFE

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El juez Nuno Dias, encargado de la instrucción del caso de corrupción que llevó la semana pasada a la dimisión del primer ministro de Portugal, António Costa, ha rebajado la seriedad de las acusaciones realizadas por la Fiscalía y ha ordenado la libertad de los cinco detenidos por este escándalo vinculado con la adjudicación pública de proyectos de extracción de litio, producción de hidrógeno verde y para construir un centro de datos. El Ministerio Público ha anunciado que recurrirá la decisión del magistrado.

Según el juez, los hechos que relata la Fiscalía en su escrito no demuestran la existencia de los delitos de corrupción activa o pasiva en ningún caso ya que no se aportan indicios de "una contraprestación por una conducta concreta".

Al jefe de gabinete de Costa, Vítor Escaria, y el consultor Diogo Lacerda Machado, amigo del primer ministro dimisionario y contratado por la empresa Start Campus, les ha imputado tráfico de influencias y les ha prohibido la salida del país ante el riesgo de fuga. Además, ha impuesto una fianza de 150.000 euros a Lacerda Machado.

Para el resto de detenidos, el alcalde de la localidad de Sines, Nuno Mascarenhas, y los dos administradores de Start Campus, Rui de Oliveira Neves y Alfonso Salema, únicamente ha dispuesto que informen del lugar donde viven, del que no pueden ausentarse durante más de cinco días sin notificarlo, y de comparecer cuando sean requeridos. El alcalde de Sines ha quedado libre de toda imputación y a los dos empresarios les ha mantenido el juez el tráfico de influencias y el cohecho. En paralelo, ha solicitado a Start Campus, impulsora del centro de datos en construcción en Sines y bajo investigación, el pago de una fianza de 600.000 euros.

Errores

Según un escrito de la Fiscalía difundido por el diario 'Público', Lacerda Machado comió en abril con Costa y, tras conversar sobre sus familias y un posible futuro del primer ministro en Europa, el consultor mencionó a Start Campus y los futuros problemas de vivienda que podría haber en la zona cuando entrase en funcionamiento el centro de datos, en el que se estima que trabajarán más de 4.500 personas. Los investigadores del Ministerio Público sostienen que este almuerzo probaría la cercanía entre ambos y que el objetivo de la empresa al contratar al consultor era "aprovechar de la mejor forma posible su proximidad al primer ministro".

La rebaja de las acusaciones por parte del juez coincide con otros errores difundidos en los últimos días por la prensa portuguesa. Uno de ellos sería la confusión del nombre del primer ministro, António Costa, con el de su ministro de Economía, António Costa Silva, en una de las transcripciones de las llamadas intervenidas por la policía entre Lacerda Machado y el empresario Salema.

En su auto, el magistrado instructor también siembra dudas sobre la eventual responsabilidad del primer ministro dimisionario. Según la Fiscalía, varios sospechosos le señalaron por "desbloquear procedimientos". Dias recuerda que es el Tribunal Supremo el que debe determinar la implicación de Costa, pero considera que las supuestas presiones que se habrían ejercido sobre el jefe del Gobierno para sacar adelante los proyectos están poco fundamentadas.

El escándalo estalló el martes de la semana pasada con la detención de los cinco acusados en el marco de una operación de la Fiscalía, en la que también se llevaron a cabo 42 registros. Además, se designaron nueve "arguidos" (sospechosos formales, figura previa a la acusación) en esta causa, entre los que figuran el ministro de Infraestructuras, João Galamba, quien este lunes presentó la dimisión.

Recomposición de los socialistas

A pesar de no haber una acusación directa en su contra, Costa optó por renunciar al cargo el mismo día y abrió una crisis política que ha abocado al país a unas elecciones anticipadas fijadas para el 10 de marzo por el presidente luso, Marcelo Rebelo de Sousa. El amplio margen dado por el jefe del Estado permitirá al Gobierno en funciones aprobar el presupuesto para 2024 en un voto final previsto para el 29 de noviembre, así como al Partido Socialista (PS) recomponerse de esta sacudida.

Hasta ahora se han postulado para suceder a Costa dos candidatos: Pedro Nuno Santos, vinculado al ala izquierda, y el moderado José Luís Carneiro. Nuno Santos, apodado el 'enfant terrible' del PS por su carácter combativo y sus peleas con Costa, es quien cuenta con más apoyos, pero carga a su espalda con el caso por una indemnización irregular pagada por la aerolínea TAP a una administradora que meses después fue nombrada secretaria de EStado del Tesoro. Este escándalo le llevó a dimitir como ministro de Infraestructuras en diciembre de 2022 para asumir la "responsabilidad política". En su haber destaca el inédito pacto con el Bloque de Izquierda y el Partido Comunista en 2015 bautizado como la 'geringonça'.

Carneiro, actual ministro de Administración Interna, es una de las personas de confianza de Costa y no ha protagonizado ningún escándalo durante su mandato.

Está previsto que los socialistas elijan a su nuevo líder a mediados de diciembre.