Los efectos de la guerra en Gaza

Las críticas a las marchas propalestinas abren una crisis en el Gobierno británico

DIRECTO | Guerra Israel-Hamás: últimas noticias al minuto

MULTIMEDIA | Resumen del conflicto en Oriente Próximo

Manifestación a favor del pueblo palestino, el pasado 4 de noviembre en el centro de Londres.

Manifestación a favor del pueblo palestino, el pasado 4 de noviembre en el centro de Londres. / VICTORIA JONES / PA WIRE / DPA

Lucas Font

Lucas Font

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Las consecuencias del conflicto entre Israel y Hamás han provocado un nuevo terremoto interno en el Gobierno británico. La polémica ministra del Interior, Suella Braverman, está en el punto de mira tras criticar la celebración de una manifestación propalestina, prevista para este sábado en Londres, que coincidirá con los actos de conmemoración del día del Armisticio, que recuerda el fin de la Primera Guerra Mundial. En un artículo publicado este jueves en el diario 'The Times', Braverman ha alertado del riesgo de que se produzcan disturbios y ha acusado al comisario de la Policía Metropolitana de Londres de usar una doble vara de medir a la hora de valorar la cancelación de protestas por motivos de seguridad.

Los duros ataques de la ministra contra los cuerpos policiales han sorprendido al propio Gobierno, que asegura no haber dado su aprobación al texto. En el artículo, Braverman califica las protestas propalestinas como "marchas del odio" y las compara con las manifestaciones convocadas en Irlanda del Norte en los años de la violencia sectaria entre unionistas y republicanos. Las críticas a los cuerpos policiales, dependientes de su propio ministerio y a los que ha acusado de "favoritismos" en las manifestaciones, no han sentado nada bien al primer ministro, Rishi Sunak, quien está valorando destituir a su subordinada por un posible incumplimiento del código de conducta ministerial.

Sunak también ha mostrado su preocupación por los posibles altercados en la manifestación de este sábado pero dio el tema por zanjado tras reunirse esta semana con el comisario de la Policía Metropolitana, Mark Rowley, que insiste en que no hay motivos suficientes para suspender la marcha. "La protesta prevista para el sábado no sólo es irrespetuosa, sino que ofende nuestra sincera gratitud a la memoria de quienes dieron tanto para que hoy podamos vivir en libertad y paz. Pero parte de esa libertad es el derecho a protestar pacíficamente", aseguró Sunak tras la reunión. La publicación del artículo de Braverman un día después del encuentro ha sido interpretada como un desacato a la autoridad del 'premier'.

Ataques a la comunidad palestina

La ministra, conocida por liderar la política de mano dura contra la inmigración irregular, ha adoptado una postura muy beligerante contra las organizaciones propalestinas desde que se recrudeció el conflicto entre Israel y Hamás. Pocos días después de la masacre del 7 de octubre, la responsable del Interior envió una carta a los cuerpos policiales en la que apuntaba a que el uso de la bandera palestina podría suponer un delito de odio en determinadas circunstancias. La carta de la ministra ya fue interpretada en ese momento como un intento de condicionar la acción policial en las manifestaciones y como un llamamiento a la aplicación de mano dura contra los manifestantes propalestinos. 

La posición radical de Braverman ha sido recibida con recelo incluso entre los representantes de la comunidad judía en el Reino Unido. "Este no es el tipo de lenguaje que nosotros usaríamos", explica Michael Weiger, director de Board of Deputies of British Jews, una de las organizaciones judías más influyentes del país. "Tenemos la suerte de vivir en un país con libertad de expresión y de reunión; nosotros no hemos hecho ningún llamamiento a ninguna proscripción pública severa", añade Weiger, quien muestra sin embargo su preocupación por lo que pueda ocurrir y apunta a que la manifestación de este sábado será un desafío para los cuerpos de seguridad.

Aumento de la violencia

La tensión entre la comunidad árabe y judía en el Reino Unido ha ido en aumento en el último mes a raíz de los bombardeos en Gaza. El Community Security Trust, una organización judía especializada en monitorizar la violencia contra la comunidad, ha reportado más de un millar de "incidentes antisemitas" en los últimos 32 días en el Reino Unido, la cifra más alta desde que empezaron los registros en 1984. La mayoría de ellos son ataques a través de las redes sociales, aunque también se incluyen asaltos y daños contra propiedades y negocios judíos. 

La comunidad musulmana también ha alertado sobre el aumento de la violencia. La organización Tell MAMA, encargada de contabilizar los actos violentos contra musulmanes en el Reino Unido, ha reportado más de 700 delitos de odio contra la comunidad en el último mes, son siete veces más que en el mismo período del año anterior. Entre estos delitos se encuentran amenazas, asaltos y discursos de odio en los que se vincula a la religión con el terrorismo. "Instamos a quienes ocupan puestos de influencia y autoridad pública a que consideren el riesgo de que su lenguaje estereotipe a las comunidades y cómo puede influir indebidamente en los debates", explica la organización en un comunicado.

El Gobierno ha anunciado la entrega de 3 millones de libras adicionales a la comunidad judía para reforzar la seguridad en las escuelas y en las sinagogas, al mismo tiempo que ha ampliado la ayuda humanitaria a Gaza con 10 millones de libras adicionales. Sunak se ha unido a los llamamientos internacionales que apelan al fin de la violencia y ha defendido la solución de los dos estados como la única salida al conflicto, pero por ahora las hostilidades siguen creciendo tanto fuera como dentro del Reino Unido. Y también en su propio Gobierno.