Conflicto en Oriente Próximo

La guerra en Gaza pone en pausa el acercamiento entre los países árabes e Israel

DIRECTO | Guerra Israel - Gaza: últimas noticias al minuto

MULTIMEDIA | Israel: origen y evolución del país de la paz imposible

El primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu; el presidente de EEUU, Donald Trump, el ministro de Exteriores de Baréin, Abdullatif Az Zayni, y el de Emiratos, Abdullah bin Zayed, saludan desde el balcón de la Casa Blanca tras la firma de los Acuerdos de Abraham el 15 de septiembre de 2020.

El primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu; el presidente de EEUU, Donald Trump, el ministro de Exteriores de Baréin, Abdullatif Az Zayni, y el de Emiratos, Abdullah bin Zayed, saludan desde el balcón de la Casa Blanca tras la firma de los Acuerdos de Abraham el 15 de septiembre de 2020. / TOM BRENNER / REUTERS

Marc Ferrà

Marc Ferrà

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El aumento de la violencia y bombardeos de Israel contra la Franja de Gaza ha puesto a los países árabes más cercanos al Estado hebreo sobre el trapecio. Los Acuerdos de Abraham de 2020, en el que Emiratos Árabes, Baréin, y posteriormente Marruecos, normalizaron relaciones con Israel marcaron un antes y un después en la región. Pero la guerra en Gaza puede marcar un punto de inflexión y poner a estos países en una situación en la que se vean obligados a repensar sus nexos. La posible normalización de relaciones entre Arabia Saudí y el Estado hebreo ahora mismo están en pausa. Los países del Golfo también ven con preocupación el protagonismo de Irán en el conflicto. 

"Los acuerdos que Israel ya tiene formalmente con los países árabes, como Emiratos Árabes o Baréin, por el momento no se ven afectados por esta escalada de la violencia en Gaza y seguramente no se vayan a romper drásticamente en el corto y medio plazo", explica David Hernández, doctor en Relaciones Internacionales y profesor de la Universidad Complutense de Madrid. Apunta que el único elemento que puede generar la fractura de los Acuerdos de Abraham es una violencia "desmesurada" de Israel en Gaza. Esto puede producir "una contestación social en muchos países árabes y que muchos de esos regímenes tengan que dar marcha atrás en su acercamiento a Israel e incluso a replantearse los acuerdos que han firmado".

Al otro extremo de la región, Marruecos ha ido modulando su discurso a medida que los bombardeos en Gaza se intensificaban y aumentaban las protestas en la calle contra la normalización de relaciones con Israel. El mes de julio, Mohamed VI invitó a Binyamín Netanyahu a Marruecos después del reconocimiento israelí de la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental. "Esta visita me da la impresión que nunca se producirá", apunta Miguel Hernando de Larramendi, catedrático de Estudios Árabes e Islámicos en la Universidad de Castilla-La Mancha.

Los bombardeos, el punto de inflexión

El pasado jueves, Rabat expresó que "todas estas acciones israelíes en escalada son incompatibles con el derecho internacional humanitario" y criticó los bombardeos "indiscriminados" contra la Franja de Gaza. Hernando de Larramendi explica que si la situación sigue escalando, Marruecos no podrá descolgarse de la respuesta de otros países árabes: "No descartaría que pudiera haber alguna congelación coyuntural de las relaciones en función de la evolución de los acontecimientos", afimra antes de señalar que la intensidad de los lazos tejidos entre ambos países durante los últimos años en materia de cooperación securitaria y militar dificultarán la ruptura.

El bombardeo del hospital gazatí Al Ahli al Arabi, el 17 de octubre, en el que al menos murieron 500 personas según el Ministerio de Sanidad de la Franja, también marcó un punto de inflexión en las posiciones de los países árabes. Las manifestaciones y protestas aumentaron, así como también la presión hacia sus dirigentes. Muchos países que antes habían mantenido una cierta neutralidad se apresuraron a condenar el ataque israelí y la violencia contra los gazatíes. 

El acercamiento entre Israel y Arabia Saudí

"Los que están en peligro son los acuerdos futuros con otros países", explica Hernández. Estos últimos meses, las negociaciones entre Tel Aviv y Riad, con mediación de Washington, para establecer relaciones no eran ningún secreto, incluso se daba por hecho que solo era cuestión de tiempo. "Seguramente esa negociación ahora mismo esté en pausa", precisa Hernández.

"Para muchos de los regímenes del Golfo, Hamás representa una mayor amenaza, que el propio Estado de Israel", apunta el doctor en Relaciones Internacionales, y añade: "Son regímenes que desde hace tiempo intentan reducir la presencia de formaciones políticas, grupos vinculados al islam político como Hamás o los Hermanos Musulmanes. Son organizaciones semejantes, aunque no iguales, a lo que representa el régimen iraní". Y precisamente esto es lo que temen: que Irán pueda ganar fuerza en la región a través de organizaciones que apoya como Hamás o Hizbulá.

La rivalidad entre los países del Golfo, especialmente Arabia Saudí e Irán, es histórica. Los dos son estados confesionales aunque de ramas diferentes del islam: Teherán es chií y Riad es suní. Aunque no solo la religión tensa la relación: las autoridades saudíes son uno de los principales aliados de EEUU e Irán es uno de los grandes rivales de la Casa Blanca e Israel. Esta rivalidad por la hegemonía de la región también se ha visto en los conflictos de Siria o Yemen: cada una de las partes apoya y ayuda a bandos enfrentados con el objetivo de restar la influencia del otro. 

Los países del Golfo y los firmantes de los Acuerdos de Abraham tienen todavía un temor mayor a que se intensifique la violencia contra Gaza: "Que la guerra escale a un conflicto regional y les obligue a posicionarse, o bien con su tradicional aliado, que es Estados Unidos y por ende Israel, o bien a posicionarse a favor de lo que les dice la opinión pública, que es estar a favor de Palestina. Esto supondría posicionarse ahora mismo en la misma línea que Irán y sus aliados como Hamás", apunta Hernández.