Conflicto en Oriente Próximo

La guerra de Gaza impulsa un masivo despliegue de buques en el Mediterráneo Oriental

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El primer ministro de Israel, Binyamín Netanyahu, visita a militares de la Armada.

El primer ministro de Israel, Binyamín Netanyahu, visita a militares de la Armada. / Amos Ben-Gershom / Europa Press

Irene Savio

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En los mapas militares, el Mediterráneo oriental parece en estos momentos un hormiguero. Delante, cerca o en ruta hacia la costa de la Franja de Gaza e Israel, se acumulan buques de guerra, en número y capacidades bélicas inusuales también para el Mare Nostrum. El despliegue es masivo mientras retruenan los tambores de guerra en Israel y Palestina. Reino Unido, Francia, Italia y, sobre todo, Estados Unidos son algunos de los países que han desplegado refuerzos (grupos de asalto anfibios, fragatas, buques torpederos y patrulleros, buques de escolta e incluso portaaviones nucleares) en las últimas semanas en el área, no lejos de otras naves rusas y chinas.

El general Vincenzo Camporini, exjefe de Estado Mayor de Defensa de Italia, lo describe, en un análisis que coincide con fuentes especializadas de otros países, como un despliegue naval extraordinario y que “no se veía desde hace tiempo”. Lo que estaría motivado también "por la presencia de los soldados de distintos países de UNIFIL (la misión de mantenimiento de paz de la ONU en Líbano)", que ahora “están más expuestos a riesgos”, dice Camporini. “Al mismo tiempo EEUU ha abiertamente dicho que su objetivo es actuar como factor disuasorio ante la posibilidad de que Irán sopese intervenir en el conflicto”, añade. 

Los últimos en anunciarlo han sido precisamente los italianos. El sábado, el Gobierno de Giorgia Meloni informó que dos fragatas multipropósito, diseñadas para ataques en profundidad contra objetivos en tierra, ya se encuentran en el área, y un buque de asalto anfibio de la Armada italiana también se dirigía hacia allí “para una eventual evacuación humanitaria”. Una cuarta nave, el Thaon di Revel, un patrullero moderno y versátil actualmente anclado en Chipre (isla que parece haberse convertido en un punto neurálgico), también estaría “listo”, supuestamente para llevar ayuda, a la población de la Franja, según dijo Roma. 

Gigantes flotantes

El anuncio de produjo poco después de que Francia confirmara el despliegue de Tonnerre, una de las grandes naves de asalto de la flota gala, y que París afirma que ha enviado a la zona con fines humanitarios; escoltada, eso sí, por las fragatas Alsace y Surcouf. Aún así, la Tonnerre, que días atrás estaba en maniobras militares conjuntas de la Unión Europea (la MILEZ/LIVEX 23), también está equipada con sofisticados aparatos de comunicaciones, lo que podría ayudar a París a tener su propia fuente de inteligencia, subrayan los analistas. A la par, Reino Unido ya movilizó al menos un buque auxiliar de aterrizaje de clase RFA y el buque Argus, el gran hospital flotante de la Royal Navy, según la página especializada Naval News.

Asunto aparte, y de carácter mayúsculo, es el gran despliegue de EEUU. Ya semanas atrás, Washington informó del traslado hasta la zona del Gerald R. Ford, el portaviones más potente del mundo. Este buque, que se encontraba en aguas italianas cuando recibió la orden de dirigirse al Mediterráneo oriental, pertenece a la Sexta Flota de EEUU y tiene enormes capacidades gracias a sus colosales dimensiones y a su propulsión con dos reactores nucleares que le permiten navegar sin repostar y albergar decenas de aeronaves y tropas.

El Ford llegó al sitio de su misión el 10 de octubre, según informó la Armada estadounidense. La misma fuente añadió que, con esta nave, también se encuentran el crucero de misiles guiados Normandy, además de los destructores de misiles Ramage, Carney, Thomas Hudner y Roosevelt. Estos dos últimos, tras repostar en Grecia. Con ellos, otro portaviones, el Dwight D. Eisenhower, cruzó el estrecho de Gibraltar el 28 de octubre y ahora se dirige hacia el Mediterráneo oriental, como parte de un grupo de ataque compuesto también por otro crucero, dos destructores y nueve escuadrones de aeronaves. Se unirán así también al buque de guerra estadounidense Mount Whitney, que zarpó días atrás de la ciudad italiana Gaeta (está acuartelado en Nápoles) con a bordo el comandante de la Sexta Flota, el vicealmirante Thomas Ishee.

Chinos y rusos

Un despliegue contundente y no exento de peligros, como afirma Julien Barnes-Dacey, investigador del centro de estudios europeos ECFR. En cuanto a las maniobras de EEUU, por ejemplo, el riesgo “significativo” es que Irán lo vea como “una escalada preventiva”, lo que podría “fomentar una ampliación del conflicto”, dice Barnes-Dacey. “Ya hemos visto un aumento de los enfrentamientos entre Hizbulá e Israel, pero también de las milicias respaldadas por Irán y el ejército de EEUU en Siria, lo que destaca la fragilidad de la situación”, subraya este observador. 

Más aún que todos estas naves no están solas. “No hay que olvidar que en la zona hay una decena de buques de Rusia que ya estaban ahí pues están acuartelados en bases navales en Siria”, recuerda el general Camporini. Y a ellos se suman también a los al menos buques de guerra chinos que se encontraban en ejercicios en Omán y cerca de Somalia, y que, según algunas fuentes, también permanecerían en la zona a raíz del conflicto en curso. Algo que, según los observadores, es una “clara señal política” de que el gigante asiático, país dotado de modernos misiles balísticos hipersónicos, también quiere manifestarse como un actor en la guerra israelí-palestina.   

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