Italia

La ruptura sentimental de Giorgia Meloni, el culebrón que distrae a Italia

Meloni anuncia el fin de la relación con su pareja tras filtrarse conversaciones sexuales con otra mujer

Manifestaciones multitudinarias en Roma contra las políticas de Meloni: piden un salario mínimo y sanidad de calidad

Giorgia Meloni y su excompañero sentimental Andrea Giambruno, el pasado mes de diciembre en Milán.

Giorgia Meloni y su excompañero sentimental Andrea Giambruno, el pasado mes de diciembre en Milán. / ALESSANDRO BREMEC / CONTACTO / EUROPA PRESS

Irene Savio

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Italia no se encuentra en estos días solo enfocada en el conflicto israelí-palestino, o en el riesgo de atentados terroristas. Ni está distraída por los llamamientos de Ucrania a no dejar en segundo plano la guerra que Kiev padece por la invasión rusa. No. Desde hace días la información que se repite en los medios de comunicación del país transalpino, con consecuentes debates en foros públicos y privados, es otra. Se trata de la ruptura de Giorgia Meloni, la primera ministra italiana, con el padre de su hija, el periodista de Mediaset Andrea Giambruno. Otro culebrón italiano por capítulos, en un momento en los que la población tiene la mirada puesta en el día a día y en los conflictos en curso.

El anuncio, hecho por la propia Meloni el pasado 7 de octubre, sorprendió a Italia y sigue siendo objeto de todo tipo de especulaciones y consecuencias. "Mi relación, que ha durado casi 10 años, termina aquí […] Nuestros caminos hace tiempo que se separaron y ha llegado el momento de tomar nota", escribió ese día la política, en un mensaje de pocas líneas, publicadas en Facebook e X (Twitter), acompañado por una foto de la pareja y la pequeña Ginebra, de 7 años. El antecedente de la crisis: una serie de grabaciones, emitidas por un canal de Mediaset, en las que Giambruno aparece diciendo y haciendo groserías sexistas, también dirigiéndose a una compañera de trabajo. 

Desde entonces, todo comentario de los involucrados y las secuelas de la crisis ha pasado a primer plano y ha originado decenas de artículos. Uno de los últimos, este jueves: la caída en la bolsa de Mediaset que, según calculó el diario 'La Repubblica', habría perdido 151 millones de euros por culpa del excompañero sentimental de Meloni, a causa de una presunta guerra entre la mandataria y Mediaset, que emitió las grabaciones y que ahora está en manos de la familia de Silvio Berlusconi tras el fallecimiento del magnate en junio

Vientos de tormenta

De ahí también los rumores sobre el clima tenso dentro del propio Gobierno italiano, ya que el difunto Berlusconi fundó Forza Italia, uno de los tres partidos que hoy sostienen a la coalición gubernamental de Meloni. "En estos días he leído y escuchado de todo […] La verdad es que aprecio mucho a Giorgia Meloni, como política y mujer", ha tenido que salir finalmente a decir Marina Berlusconi, la primogénita del magnate y su principal heredera. 

Vientos de tormenta también han soplado para el propio Giambruno. Además de su humillación retransmitida en prensa y televisión, el periodista ha sido apartado del programa que conducía. No perderá su empleo ni tendrá sanciones (al menos, de momento), pero sólo ha podido conservar la coordinación editorial, según un comunicado de Mediaset. 

Además de ello, también la influyente Federación de Periodistas italianos ha presentado una denuncia por el presunto acoso del periodista a su colega. "Se trata de un comportamiento inadmisible, más en un lugar de trabajo, y que hay que combatir con todo recurso. Llevamos años comprometidos con esto", han escrito. 

Divorcios

Dicho esto, todo ello se ocurre en un momento crítico, también para la gestión de las consecuencias para la política interna italiana de la ofensiva de Israel sobre Gaza, entre otros temas. De hecho, hasta ahora, Meloni ha expresado un apoyo bastante significativo al país hebreo (incluso viajó al país) y ha evitado condenar los bombardeos israelíes sobre la Franja. Lo único que ha dicho, el pasado lunes, es que quisiera una "pausa humanitaria" para que las ayudas entren en Gaza.

Ahí es donde parece más visible que Meloni está haciendo equilibrismo. De hecho, según diversos sondeos, la mayoría de los italianos consideran que la ofensiva de Israel está provocando una catástrofe humanitaria de la que una democracia no debería ser responsable, tal como evidenciaba también una reciente encuesta de Ipsos. La misma fuente también indicó que la gran mayoría (73%) quisiera que Italia actuase como mediadora para evitar que la situación empeore. 

Pero este tampoco es el único asunto de importancia en estos días en Italia. También están las negociaciones en curso para la presentación de la nueva ley de Presupuestos transalpina, que podría acarrear un aumento de la presión fiscal para los italianos. Tema, sin duda, no muy popular y bastante más relevante para la población que los asuntos personales de la jefa de Gobierno.

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