Conflicto en Oriente Próximo

Cómo Hamás construyó en secreto un "miniejército" para luchar contra Israel

La guerra entre Israel y Hamás, al minuto

Israel ordena intensificar la represalia sobre Gaza

Seguidores del brazo armado de Hamás, las Brigadas Al Qasam, durante una concentración en Gaza en agosto de 2014

Seguidores del brazo armado de Hamás, las Brigadas Al Qasam, durante una concentración en Gaza en agosto de 2014 / MOHAMMED SABER / EFE

Samia Nakhoul (Reuters)

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Las fuerzas israelíes preparadas para invadir Gaza con la misión de eliminar a Hamás se enfrentarán a un oponente cada vez más capaz, entrenado durante años por una red clandestina de apoyo que se extiende mucho más allá del pequeño enclave, hasta Irán y grupos árabes aliados.

El mortal ataque de Hamás contra el sur de Israel del pasado 6 de octubre -sin precedentes para el grupo en su planificación y escala- fue una demostración devastadora de la experiencia militar que ha adquirido desde que tomó el control de Gaza en 2007.

"La necesidad es la madre de la invención", afirma Ali Baraka, un alto funcionario de Hamás, añadiendo que el grupo ha recurrido durante mucho tiempo a dinero y entrenamiento de Irán y de representantes regionales iraníes como el Hizbulá en el Líbano, al tiempo que reforzaba sus propias fuerzas en Gaza.

Las dificultades para importar armas compraron que en los últimos nueve años el grupo islamista haya desarrollado sus propias "capacidades" y ahora puedan "fabricarlas localmente", añade Baraka, que reside en el Líbano.

En la guerra de Gaza de 2008, los cohetes de Hamás tenían un alcance máximo de 40 kilómetros (25 millas), pero ese alcance había aumentado a 230 kilómetros en el conflicto de 2021, añadió.

Hoy en día, la organización secreta y en expansión tiene poco que ver con el pequeño grupo palestino que emitió su primer folleto hace 36 años en protesta por la ocupación israelí, según entrevistas de Reuters con 11 personas familiarizadas con las capacidades del grupo, incluidas figuras de Hamás, funcionarios de seguridad regional y expertos militares.

Academia militar

"Son un miniejército", dice una fuente cercana a Hamás en la Franja de Gaza, que no quiere ser identificada debido a lo delicado del asunto. Asegura que el grupo tenía una academia militar que entrenaba en una variedad de especializaciones, incluida la seguridad cibernética, y cuenta con una unidad de comando naval entre su ala militar de 40.000 efectivos. En la década de 1990, Hamás tenía menos de 10.000 combatientes, según globalsecurity.org.

Desde principios de la década de 2000, el grupo ha construido una red de túneles en el subsuelo de Gaza para ayudar a los combatientes a desaparecer, albergar fábricas de armas y almacenar armas traídas del extranjero, según una fuente de seguridad regional, que también pide no ser identificada. El grupo ha adquirido una variedad de bombas, morteros, cohetes, misiles antitanques y antiaéreos, señalan funcionarios de Hamás.

La expansión de las capacidades ha producido resultados cada vez más letales a lo largo de los años. Israel perdió nueve soldados durante su incursión en 2008. En 2014, la cifra saltó a 66.

JA. Hellyer, investigador asociado del Royal United Services Institute de Gran Bretaña, sostiene que Israel es capaz de destruir a Hamás en su esperado ataque contra el enclave densamente poblado. "La cuestión no es si es posible o no. La cuestión es qué tipo de precio se impondrá al resto de la población, porque Hamás no vive en una isla en el océano ni en una cueva en el desierto".

Después de la última guerra en Gaza en 2021, Hamás y un grupo afiliado llamado Yihad Islámica Palestina lograron retener el 40% de su estoc de misiles, un objetivo clave de los israelíes, según el Instituto Judío para la Seguridad Nacional de América, una organización sin fines de lucro con sede en Estados Unidos, manteniendo aproximadamente 11.750 misiles en comparación con los 23.000 de antes del conflicto.

Ambición iraní

Hamás, cuya carta fundacional de 1988 pedía la destrucción de Israel, está clasificada como organización terrorista por Israel, Estados Unidos, la Unión Europea, Canadá, Egipto y Japón.

Para Irán, Hamás le ha ayudado a hacer realidad su antigua ambición de rodear a Israel con legiones de paramilitares, incluidas otras facciones palestinas y la de Hizbulá en el Líbano, según funcionarios occidentales. Armados con armamento sofisticado, todos comparten una enemistad de larga data con la ocupación israelí de tierras palestinas. Los líderes del grupo están repartidos por todo Oriente Próximo, en países como el Líbano y Catar, pero su base de poder sigue siendo Gaza.

En el ataque del 7 de octubre, la peor brecha en las defensas de Israel en 50 años, Hamás disparó más de 2.500 cohetes mientras combatientes que utilizaban parapentes, motocicletas y vehículos 4x4 abrumaron las defensas israelíes y arrasaron ciudades y comunidades, matando a 1.300 personas y tomando como rehenes a decenas.

Las personas consultadas por Reuters sostienen que si bien Irán entrenó, armó y financió al grupo, no hay indicios de que Teherán dirigiera o autorizara el ataque del 7 de octubre. "La decisión de la hora cero estuvo en manos de Hamás, pero, por supuesto, la cooperación general, el entrenamiento y la preparación vinieron de Irán", afirma la fuente de seguridad regional. Irán reconoce que ayuda a financiar y entrenar a Hamás, pero ha negado su participación en el ataque, aunque lo ha elogiado.

El líder de Hamás, Ismail Haniyeh, manifestó en una entrevista con la televisión Al Jazeera el año pasado que su grupo había recibido 70 millones de dólares en ayuda militar de Irán. "Tenemos cohetes que se fabrican localmente, pero los cohetes de largo alcance vinieron del extranjero, de Irán, Siria y otros países a través de Egipto", añadió. Según un informe del Departamento de Estado de EEUU de 2020, Irán proporciona alrededor de 100 millones de dólares anuales a grupos palestinos, incluidos Hamás, la Yihad Islámica Palestina y el Frente Popular para la Liberación de Palestina-Comando General.

Una fuente de seguridad israelí asegura que Irán aumentó significativamente la financiación del ala militar de Hamás el año pasado, de 100 millones de dólares a unos 350 millones de dólares.

Posible conflicto regional

Después de que Israel se retirase de Gaza en 2005, Hamás comenzó a importar cohetes, explosivos y otros equipos de Irán, explican fuentes de inteligencia occidentales. Fueron enviados a través de Sudán, transportados en camiones a través de Egipto y contrabandeados a Gaza a través de un laberinto de estrechos túneles debajo de la península del Sinaí, añaden.

Los flujos de armas, entrenamiento y fondos también pasaron de Irán a otros aliados paramilitares regionales, lo que eventualmente le dio a Teherán una presencia dominante en el Líbano, Siria, Irak, Yemen y Gaza.

La joya de la corona de la red de milicias iraníes es Hizbulá, concebido en la embajada iraní en Damasco en 1982, después de que Israel invadiera el Líbano durante la guerra civil de 1975-90. Hizbulá bombardeó objetivos estadounidenses y llevó a cabo una agenda de toma de rehenes y secuestros, expulsó a Israel del Líbano en 2000 y luego gradualmente se apoderó de los mandos del Estado libanés.

Irán aprovechó la oportunidad para cooptar a Hamás en 1992, cuando Israel deportó a unos 400 líderes de Hamás al Líbano, apunta una fuente cercana a Hamás. Irán e Hizbulá recibieron a miembros de Hamás, compartieron tecnología militar y los entrenaron en la construcción de bombas caseras para ataques suicidas, agrega esta fuente.

Baraka, el funcionario de Hamás, señala que el objetivo final del ataque del 7 de octubre contra Israel era lograr la liberación de los 5.000 prisioneros palestinos detenidos en cárceles israelíes, detener los ataques israelíes a la mezquita de Al Aqsa, el tercer lugar más sagrado del Islam, y acabar con el bloqueo de 16 años de Gaza.

Advierte que si la ofensiva terrestre de Israel sigue adelante, bendecida por Estados Unidos y Reino Unido, la guerra no se limitará a Gaza sino que podría extenderse a un conflicto regional. "No es sólo una guerra israelí contra Gaza, hay una guerra atlántica contra Gaza con todas las potencias", subraya. "Habrá nuevas líneas de frente".