Otro caso de corrupción

La justicia francesa imputa a Sarkozy tras el cambio de testimonio de un testigo en el caso libio

Confirmada la sentencia de tres años de cárcel impuesta a Sarkozy por corrupción

Nicolas Sarkozy explica en France 2 su regreso a la política

Nicolas Sarkozy explica en France 2 su regreso a la política / AFP / ATLAS

Enric Bonet

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Una nueva imputación para el expresidente francés, Nicolás Sarkozy. La justicia gala ha acusado este viernes al exmandatario conservador de los delitos de “soborno de un testigo” y “participación en una asociación delictiva para cometer una estafa en banda organizada”. Un nuevo caso judicial que se debe al cambio en su testimonio del intermediario franco-libanés Ziad Takieddine. Este sulfuroso empresario y vendedor de armas supuestamente tuvo un rol clave en el affaire por el presunto financiamiento de la campaña presidencial de 2007 de Sarkozy por el régimen libio de Muamar el Gadafi. 

Durante la investigación del turbio caso libio, Takieddine dijo a los jueces de instrucción que dio cinco millones de euros, procedentes de la dictadura de Libia, al dirigente conservador y su entorno para financiar su campaña electoral de 2007, en que se impuso en la carrera hacia el Elíseo. Sarkozy y otros dirigentes serán juzgados en 2025 por ese caso de corrupción, probablemente el más grave de los numerosos que salpican al exdirigente, quien se convirtió en mayo en el primer expresidente francés en haber sido condenado a una pena firme de prisión en la historia de la V República.

Una polémica retractación

Sin embargo, siete años después de esas primeras declaraciones, el intermediario franco-libanés cambió su versión. Aseguró en noviembre de 2020 que “Sarkozy no había recibido financiamiento libio (…) Gadafi no pudo hacerlo porque no lo hacía nunca”. En esa misma polémica entrevista con la revista Paris Match y la cadena de televisión BFM TV, también acusó al magistrado instructor Serge Tournaire de haber manipulado sus declaraciones durante la investigación del supuesto financiamiento libio. Pero el diario digital Mediapart reveló una serie de informaciones en 2021 que mostraban que la retractación de Takieddine se debía “a promesas financieras por parte de intermediarios cercanos a las redes sarkozistas”.

Tras esas revelaciones, la Fiscalía abrió entonces una investigación preliminar. En concreto, la justicia investiga la existencia de una supuesta trama que intentó sobornar a una serie de testigos y así librar a Sarkozy de las acusaciones por la financiación de la dictadura libia. Además del expresidente, también están imputadas en el affaire por el cambio de testimonio otras nueve personas. Una de ellas es la influyente y turbia Mimi Marchand, de 76 años, también conocida como la reina de los paparazzi en Francia, que mantiene estrechos vínculos con el matrimonio Sarkozy, pero también con Emmanuel y Brigitte Macron.

Una supuesta trama para “salvar a Sarko”

Según la instrucción de este caso, una serie de dirigentes del entorno sarkozista movieron hilos para “salvar a Sarko”, según la fórmula utilizada por uno de los implicados. Para ello, gastaron unos 608.000 euros, indicó Mediapart. En el caso de Takieddine, antaño un rico empresario y muy bien conectado con el entorno de la derecha republicana, le prometieron entre cuatro y cinco millones de euros y la compra de su residencia parisina para lograr su retractación. Al final, recibió unos 56.000 euros, según la investigación. Presuntamente, esa trama también intentó, en vano, la liberación de uno de los hijos de Gadafi, encarcelado en Líbano y del que pretendían que excusara a Sarkozy.

Condenado penalmente por dos casos de corrupción —uno de ellos de manera firme —, el expresidente no solo se enfrentará en 2025 al juicio por el caso libio, sino que ahora hace frente a un cuarto affaire. Además, lo investigan por su implicación en la concesión a Catar del Mundial de fútbol del año pasado. Pese a tener la mochila llena de casos judiciales y haberse retirado de la política activa a finales de 2016, el dirigente conservador continúa influyendo en las altas esferas. No solo escuchan sus consejos varios dirigentes de Los Republicanos (afines al PP), sino que también mantiene una buena relación con el presidente Macron y varios de sus ministros.