Estéfanos Kasselakis: el rico ‘outsider’ para llevar a Syriza al centro

Hace un mes, nadie —o casi nadie— había escuchado nunca en Grecia su nombre: Estéfanos Kasselakis, un hombre de 35 años, con pasaporte griego y estadounidense, habitante de Massachussets, rico, emprendedor y antiguo ejecutivo de Goldman Sachs.

Ahora, sin embargo, ya todos lo conocen. Kaselakis se convirtió en el nuevo líder de la oposición griega, tras ser elegido en elecciones primarias como el nuevo presidente de Syriza, partido huérfano tras la dimisión este verano de su antiguo líder, Alexis Tsipras.

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A parte de su edad y su enorme popularidad al entrar en la escena política, poco más une a los dos hombres: Tsipras fundó Syriza —Coalición de la Izquierda Radical en griego— a través de la militancia estudiantil de base, formada después de años de lucha contra la dictadura militar griega de 1967 a 1974. Kasselakis, por el contrario, emigró con su familia a Estados Unidos cuando era adolescente, y asegura que a veces, en sus discursos, debe pensar las palabras “para encontrar la correcta en griego”. 

Pero su ascenso ha sido meteórico dentro de Syriza precisamente por todo ello: Kasselakis significa, para la formación, humillada electoralmente este año, un lavado de cara total. 

“Gracias a mis negocios internacionales durante los últimos años, he podido reconectar con Grecia… y me he dado cuenta de los cambios que el país necesita”, escribió en julio Kasselakis en un artículo de opinión en el periódico ‘Kathimerini’:

“Si la intención es volver al gobierno, Syriza debe copiar la fórmula de Estados Unidos cuanto antes, e inequívocamente adoptar en su seno el centro político. Ha llegado el momento de construir el sueño griego”, escribió el político, abiertamente homosexual en un país que está a la cola de Europa en materia de derechos LGTBI. 

Un vecino nuevo

Kasselakis es tan nuevo en Grecia y su política que se mudó a su país natal hace tan solo unos meses junto con su marido estadounidense, Tyler McBeth. Hasta entonces, se le desconocía ningún tipo de vinculación con el partido que ahora lidera. Tras salir de la entidad, montó su propia empresa naviera y residió en Miami hasta mediados de este verano.

También se le desconoce el programa político: durante este mes de primarias, el nuevo líder de la oposición griego ha prometido una bajada de impuestos “drástica” para trabajadores del sector privado y público, además de reformas judiciales, la separación entre Iglesia y Estado, el matrimonio homosexual, y la entrega de nacionalidad a todo niño nacido en Grecia. No ha entrado mucho más en detalle. 

Si nada cambia, a partir de ahora, a Kasselakis le esperan cuatro años hasta los siguientes comicios parlamentarios para cambiar a Syriza desde dentro, mientras el partido, que en su nacimiento fue un abanderado de los movimientos izquierdistas europeos, continúa su marcha hacia el centro político. 

Kasselakis, por su parte, ya avisó en su artículo de opinión escrito en julio que su reinado será corto: “Mi paso por política será un interludio corto entre los dos capítulos de mi carrera en los negocios”. 

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